Android 4.0 Ice Cream Sandwich trajo una innovación muy llamativa al sistema operativo, el Face Unlock, que nos permite desbloquear la pantalla mostrando nuestra cara al dispositivo. Si nos reconoce, se desbloquea, si no nos reconoce, nos quedamos sin acceder al móvil, salvo que sepamos desbloquear por medio del sistema secundario. Sin embargo, era muy fácil usar una foto de esa persona para desbloquear. En Jelly Bean se ha tratado de solucionar este problema, no obstante, ya hay quien ha encontrado la forma de burlar la seguridad.
En Ice Cream Sandwich era muy simple. Cogías una fotografía de la persona propietaria del móvil. Una foto que podías echarle tú mismo con cualquier otro móvil, o que podía conseguirse de sus perfiles e imágenes de redes sociales. Se mostraba esta al dispositivo, y se desbloqueaba la pantalla al reconocer al dueño del móvil. Google tenía que hacer algo para aumentar la seguridad de este sistema de desbloqueo de pantalla. Así, para Jelly Bean optaron por un pequeño vídeo, en vez de una imagen. En ese pequeño vídeo, el usuario parpadea. ¿Qué se consigue con esto? Pues que una fotografía ya no valga. Las fotos son fijas, y sería mucha casualidad encontrar dos fotos iguales, donde la única diferencia sea que en una el sujeto salga parpadeando y en la otra no.