Resulta curioso que después de mucho tiempo, los fabricantes de smartphones y tablets Android sigan utilizando las mismas estrategias para engañar a los usuarios. No hablamos de todos los fabricantes de smartphones y tablets, claro está, y lo peor de todo esto, es que el problema del que vamos a hablar afecta a todos los usuarios al comprar un smartphone, y no se puede conocer a fondo hasta que el smartphone o el tablet no se ha comprado. Hablamos del almacenamiento y la memoria interna. ¿Qué es cada cosa?
Es común que los fabricantes de smartphones y tablets afirmen que su teléfono inteligente o su tablet tiene una memoria determinada, y luego la memoria sea inferior a esta porque ha sido ocupada por el software del fabricante. Eso es así, pero no vamos a hablar de ello, sino de algo que hace que la memoria útil sea todavía inferior a esa, como detectar problemas de almacenamiento, la diferencia entre el almacenamiento interno, y la memoria interna.
Y es que, el smartphone que compremos puede no solo contar con una capacidad inferior a la capacidad oficial, sino que puede que la memoria principal sea muy inferior a la capacidad oficial. Y vamos a explicarlo con un ejemplo. Un Motorola Moto G con una memoria de 8 GB solo dejaba disponibles para el usuario 5,52 GB. Este es el primer caso, la memoria oficial es superior a la memoria que está disponible. Utilizaremos de nuevo el ejemplo del Motorola Moto G, aunque con una situación irreal. Supongamos que el Motorola Moto G de 8 GB cuenta con dos unidades de memoria, dos de 4 GB. Una de estas unidades de memoria actúa como memoria principal, y en esta se instala el sistema operativo y el software. Al final, en la memoria principal, quedarían únicamente 1,52 GB libres, mientras que en la otra memoria, que estaría vacía, quedarían 4 GB. Hay que decir que este no es el caso del Motorola Moto G, aunque lo hemos explicado así para que se entienda mejor.
¿Cuál es el problema? Pues que en la segunda memoria no se pueden instalar aplicaciones. De manera que el espacio útil para apps no es que sea inferior a los 8 GB, sino que tan solo es de 1,52 GB. En muchos smartphones, aunque pone que su memoria es de 8 GB, nos encontramos con la memoria principal, denominada Almacenamiento interno, y con otra memoria denominada Memoria Flash, o Memoria Externa. Viene ya instalada en el smartphone, pero su función es como la de una memoria externa, dado que no se pueden instalar apps. Esto solo lo podemos saber cuando compramos el smartphone, o si alguien que lo tenga nos lo dice, quizás en un foro.
Así, ya llevamos dos casos. El primero el del smartphone que tiene una memoria de 8 GB, que es única, y de la que solo están disponibles 6 GB (o una capacidad parecida), y el segundo, que supuestamente tiene una memoria de 8 GB, de los cuales una memoria es el Almacenamiento interno, que solo nos deja 1 ó 2 GB disponibles, y una memoria externa, instalada en el propio smartphone, que es de 4 GB.
Pero hay un caso todavía peor que estos. Y es el de los smartphones que tienen Almacenamiento interno, y Memoria interna. ¿No es lo mismo? El significado de las palabras sí lo es, pero lo cierto es que no tienen la misma función. Esta última denominación es la utilizada para la memoria flash, o memoria externa, en aquellos casos en los que no se quiere afirmar que no es una memoria interna. Interesa más decir que es interna, porque así parece que funciona igual que la principal, pero no es cierto. El problema se agrava más en smartphones con mayor capacidad. ¿Por qué? Porque uno compra un teléfono inteligente con memoria de 16 GB, esperando que tenga más que uno de 8 GB, y se encuentra con la misma memoria principal que deja únicamente 1,5 GB libres, y una memoria externa de 12 GB. Se puede almacenar más música, vídeos, y fotos, sí, pero no se pueden instalar más aplicaciones, y el smartphone irá igual de lento, debido a los problemas de memoria.
Curiosamente, los fabricantes más conocidos siempre evitan estas cosas. El Motorola Moto G, aun siendo un smartphone básico, con una memoria de 8 GB, toda la memoria con la que cuenta es principal. ¿Por qué el Motorola Moto G funciona mejor que otros smartphones parecidos? Ese es uno de los principales motivos. Si no sabemos si el smartphone que vamos a comprar cuenta con una memoria principal de gran capacidad, podemos buscarlo en foros, porque probablemente ya antes habrá usuarios que habrán informado de este problema.
Antes de nada: cuando se dice “memoria” en móviles, ¿se habla de RAM o de almacenamiento?
En el mundo del PC se distingue claramente entre RAM (memoria) y almacenamiento, y conviene traer esa claridad a Android: la RAM guarda de forma temporal los datos con los que el sistema está trabajando, es volátil y se vacía al apagar. El almacenamiento (eMMC/UFS, SSD interno) es no volátil, conserva tus archivos, apps y el sistema operativo. Marketing y menús a veces llaman “memoria interna” al almacenamiento, lo que causa confusión. En este artículo, cuando hablamos de problemas para instalar apps nos referimos a la memoria principal de almacenamiento (la partición donde van las aplicaciones), no a la RAM.
Ambas piezas trabajan juntas: más RAM permite tener más apps abiertas sin reinicios en segundo plano, y un almacenamiento rápido reduce tiempos de carga. Si falta RAM, Android usa mecanismos de memoria virtual como zRAM para aliviar la presión, pero es más lento que la RAM real.

Por qué la capacidad “útil” nunca coincide con la anunciada
Que compres un móvil de 128 GB y veas menos en Ajustes no es una trampa nueva. Intervienen varios factores: el formato del almacenamiento usa cálculo decimal del fabricante frente a binario del sistema; el sistema operativo, las particiones de arranque y recuperación ocupan espacio fijo; además, el bloatware y datos preinstalados restan más gigas. Por eso, siempre hay que fijarse en el espacio disponible para el usuario y, sobre todo, en el espacio disponible para instalar aplicaciones (que puede ser menor que el espacio total, como explicábamos con los dos casos).
Particiones, tipos de almacenamiento en Android y dónde se pueden instalar apps
Android organiza el almacenamiento en particiones (por ejemplo, /system, /vendor, /data). Las aplicaciones se instalan en /data, que es el auténtico “almacenamiento interno” para apps. Cuando un fabricante añade otra unidad llamada “memoria interna”, “memoria del teléfono” o “flash”, muchas veces es un área equivalente a una SD interna solo válida para archivos (fotos, música, copias), pero no para instalar aplicaciones. De ahí el escenario engañoso: mucho “espacio” en esa unidad, pero muy poco en la partición de apps.
Otros matices importantes que suelen pasar desapercibidos:
- Almacenamiento adoptable: en algunos Android, una microSD se puede “adoptar” como interna. No todos los fabricantes lo permiten y puede afectar al rendimiento si la tarjeta es lenta.
- Almacenamiento compartido: desde versiones modernas, la carpeta de usuario (lo que ves como “Archivos” o “Almacenamiento compartido”) convive con la zona de apps, pero no todo el espacio se reparte libremente por seguridad y estabilidad.
- Actualizaciones del sistema: las técnicas de slots A/B y archivos dinámicos reservan espacio de seguridad para actualizar sin riesgos; no es visible como libre para el usuario.
Impacto en el rendimiento: RAM rápida vs. disco permanente
La RAM es mucho más veloz que cualquier unidad de almacenamiento. Si te quedas corto de RAM, el sistema cerrará apps en segundo plano o recurrirá a compresión/virtualización (zRAM), lo que se nota en tirones y recargas. Si te quedas sin almacenamiento interno para apps, no podrás actualizar, instalar ni crear cachés; además, Android se vuelve torpe porque necesita escribir archivos temporales. Por eso un teléfono con 16 GB “mal repartidos” (poca partición para apps y mucha “memoria externa”) puede sentirse igual de limitado que uno de 8 GB pese a tener más gigas nominales.
Claves prácticas para entender su efecto:
- Más RAM = mejor multitarea y menos reinicios de apps.
- Más almacenamiento interno real para apps = posibilidad de instalar y actualizar sin bloqueos.
- Almacenamiento más rápido (UFS frente a eMMC) = aperturas y copias más ágiles.
Cómo comprobarlo en tu Android antes de que sea tarde
Si todavía no has comprado: busca reseñas y hilos de usuarios que indiquen el espacio para apps tras encenderlo por primera vez. Palabras como “memoria interna y memoria del teléfono” o “solo X GB para apps” son banderas rojas.
Si ya lo tienes en la mano:
- En Ajustes > Almacenamiento verás el total y el disponible. Si aparece más de una unidad (por ejemplo, “almacenamiento interno” y “memoria del teléfono”), verifica en cuál se instalan las apps.
- En Ajustes > Aplicaciones > Info de la app > Almacenamiento, comprueba si permite mover datos a otra unidad. Si no, casi todo se queda en /data.
- En Ajustes > Sistema > Opciones de desarrollador > Memoria (o “Uso de memoria”), observa el uso de RAM para diagnosticar cuellos de botella.
Buenas prácticas para no quedarte sin sitio para apps
Además de elegir bien, hay varias medidas que ayudan:
- Limpia cachés y datos temporales desde Ajustes > Almacenamiento > Liberar espacio.
- Mueve fotos y vídeos a la nube o a una microSD (si el fabricante lo permite) para desahogar /data.
- Activa el archivo de aplicaciones en Google Play (archiva apps poco usadas y conserva datos).
- Prefiere apps lite o web cuando existan alternativas menos pesadas.
- Evita grabar en 4K/8K si no necesitas esa calidad: los vídeos consumen gigabytes en minutos.
- Actualiza el sistema: a menudo mejora la gestión de memoria y la estabilidad.
Preguntas rápidas que suelen surgir
- ¿Puedo convertir esa “memoria del teléfono” en espacio para apps? Solo si el sistema admite adoptable storage o la app permite mover datos. En muchos modelos, no.
- ¿Una microSD soluciona el problema? Sirve para archivos. Para apps, su efecto depende de si el fabricante habilita adoptable storage y de la velocidad de la tarjeta.
- ¿Por qué mi móvil con más gigas va igual de lento? Porque la limitación real está en el espacio de /data para apps y en la RAM, no en los gigas “totales”.
Elegir un smartphone no es solo mirar el número de gigas del anuncio. Saber diferenciar entre RAM, almacenamiento para apps y “memoria externa” que no admite instalaciones evita decepciones. Revisa fichas técnicas, preguntas de usuarios y foros, comprueba el espacio disponible para aplicaciones y apuesta por una memoria principal amplia y rápida: así tu Android irá fluido, instalará sin bloqueos y no dependerá de trucos de marketing.

