Amazon se está dando cuenta de que necesita su propia gama de producto si quiere sobrevivir en el mundo de la movilidad. Esto, además, le daría un margen de maniobra excelente a la hora de moverse por el mercado y, además, gestionaría de forma directa las ventas en su tienda online. Buena muestra de ello es que ya tiene su propio tablet, Kindle Fire (y parece ser que ya está pensando en su sucesor).
De rumor a movimiento estratégico
Por eso, no es descabellado pensar que lo que se viene comentando por Internet últimamente es verdad: Amazon podría estar, también, en fase de desarrollo de su propio teléfono, lo que sería cerrar el círculo y, además, daría explicación a diversos movimientos de Amazon en el mercado, como por ejemplo la compra de la compañía desarrolladora de mapas en 3D para la movilidad, llamada UpNext. En paralelo, la apuesta de la compañía por Alexa ha mostrado su objetivo de teñir de Amazon cada punto de contacto del usuario: hogar, coche y calle, con una gama de dispositivos que va desde cámaras y seguridad Ring hasta altavoces Echo, balizas Wi‑Fi, accesorios para coches, auriculares, e incluso anillos y marcos de gafas con Alexa.
El caso es que parece ser que Amazon ya habría decidido embarcarse en el proyecto y, una de las primeras sorpresas, es que quien le fabricaría los teléfonos sería Foxconn, que hace lo propio con los iPhone de Apple, y que podría sería lanzado en mayo o junio. Lo llamativo es que los tablets de Amazon los fabrica Quanta… habrá que ver si es cierto y, de ser así, si esta última no pierde también a Kindle Fire 2. Además, esta decisión evitaría problemas de patentes inalámbricas, como los que han afectado a otros actores del sector. En definitiva, un movimiento más que inteligente.
La fecha de llegada que entonces se barajaba era a corto plazo: el diseño ya debía estar acabado y, como mucho, faltaría que pasase algunos procesos de certificación, lo que demostraría que Amazon, precisamente, no se duerme en los laureles. Ojo, porque este movimiento, como ocurrió con Kindle Fire, puede suponer todo un terremoto en el segmento de la movilidad y, más concretamente, en los dispositivos Android, que sería el sistema operativo elegido.
Evidentemente no se conocen muchos más detalles, especialmente de hardware, pero habrá que seguir este movimiento, ya que no son pocos los que piensan que RIM podría acabar en las manos de Amazon (lo que supondría un tiempo largo hasta que una adquisición se lleve a cabo, por lo que no tiene nada que ver con este posible lanzamiento), y hay mucha curiosidad por saber qué operadoras serían las elegidas por Amazon… o si se decide a lanzar la suya propia. Muchas incógnitas, pero lo que es cierto es que el teléfono de Amazon llegará, y sin tardar mucho.
Lanzamiento, hardware y funciones diferenciales del Fire Phone
Con el paso del tiempo, el rumor dio paso a un primer intento: Fire Phone, construido sobre Fire OS (una bifurcación de Android sin Google Mobile Services). Su propuesta giró en torno a dos pilares. Por un lado, la interfaz Dynamic Perspective, capaz de seguir la posición de la cabeza con cuatro cámaras frontales infrarrojas para ofrecer una sensación de profundidad y control por gestos sin tocar la pantalla. Por otro, Firefly, un motor de reconocimiento que identificaba objetos, canciones y series y los cruzaba con más de 100 millones de productos para comprarlos al instante o consultar información; Amazon publicó además un SDK para que terceros lo integrasen.
En especificaciones, el terminal apostaba por una pantalla IPS de 4,7 pulgadas 720p con alto brillo (alrededor de 590 nits) y protección Gorilla Glass 3; un Snapdragon 800 a 2,2 GHz con GPU Adreno 330 y 2 GB de RAM; almacenamiento de 32/64 GB y batería de 2.400 mAh. En conectividad, NFC, LTE y Wi‑Fi ac (con Bluetooth 3.0). Su cámara principal de 13 MP con OIS (f/2.0) y frontal de 2,1 MP, junto a altavoces estéreo con Dolby Digital Plus y botón físico de cámara, completaban el conjunto. Se integraba con servicios como Mayday (asistencia por videollamada), copia automática de fotos en la nube y envío de imágenes/vídeos a la televisión si había un Fire TV en casa. El lanzamiento se produjo inicialmente con un acuerdo con una gran operadora en EE. UU., a un precio alineado con la gama alta y con suscripción a Amazon Prime incluida por tiempo limitado; la expansión a otros mercados fue más limitada. Descubre con un vídeo cómo es y qué ofrece.
Ecosistema Alexa, lecciones de fracaso y el debate del “teléfono propio”
La estrategia de Amazon con el hardware no busca márgenes directos, sino retención en su ecosistema y fricción mínima para comprar. De ahí que lance oleadas de dispositivos Alexa que cubren el hogar y la movilidad (Ring, altavoces de distintas gamas, accesorios para coche, hornos conectados, auriculares, anillos y gafas con Alexa). Estos equipos ayudan a recopilar señales de uso para perfilar recomendaciones y hasta ajustar precios a cada usuario, algo que la empresa justifica como ofrecer “más opciones para nuestros clientes”.
En su cultura interna, Amazon defiende el “fallar a escala”: si un experimento ambicioso sale mal, la compañía aprende. Ahí encaja Fire Phone, que dejó pérdidas millonarias reportadas en prensa: hay fuentes que cifran el agujero en unos 170 millones de dólares, mientras otras hablan de cifras cercanas a 1.700 millones en costes relacionados. Una conclusión ampliamente compartida fue su negativa a adoptar Android estándar con los servicios de Google, lo que restó “moneda” de apps y atrajo críticas. En paralelo, Amazon retiró experimentos como los botones Dash y empujó el control por voz (“Alexa, pide detergente”) como evolución natural.
¿Habra un nuevo móvil de Amazon? Rumores, opciones y barreras
Después se llegó a hablar de un supuesto terminal de gama de entrada (apodado Ice Phone) con pantalla de 5,5 pulgadas, Snapdragon 435, 2 GB de RAM, cámara de 13 MP y Android 7.1.1 con Google Play, en torno a 100 dólares, que nunca vio la luz. El mercado está muy maduro y dominado por gigantes como Samsung o Xiaomi, por lo que entrar requiere una diferenciación real y precios competitivos. Amazon tiene potencial y servicios que integrar (Prime, compras, contenido y Alexa), pero también debe resolver la tensión entre usar Android con servicios de Google o insistir en su bifurcación; y definir alianzas con operadoras o incluso una posible oferta propia. El concepto de un smartphone como “portal de compras” generó críticas en el pasado; si vuelve, debería centrarse en resolver necesidades reales del usuario sin fricciones.
Mirando todo el recorrido, Amazon persigue controlar la experiencia en movilidad para reforzar su negocio principal. Desde aquellos indicios (Foxconn, mapas 3D, acuerdos con operadoras) hasta el Fire Phone y los wearables con Alexa, el hilo conductor es el mismo: ecosistema primero. Si veremos otro “teléfono propio” dependerá de que encuentre una propuesta clara que combine apps, servicios y precio con un valor que el mercado perciba como imprescindible.