En un movimiento que afecta a millones de teléfonos a nivel mundial, Google ha dejado de brindar soporte de seguridad para Android 12 y su variante 12L. Esta decisión, ya confirmada en el boletín de seguridad de abril de 2025, supone que los dispositivos con estas versiones dejarán de recibir los parches de seguridad oficiales y quedarán, en cierta medida, desprotegidos frente a nuevas amenazas.
La medida se veía venir, ya que Android 12 fue presentado a finales de 2021 y su edición especial para tablets y plegables, Android 12L, apenas medio año después. Ahora, ambos sistemas alcanzan su ciclo natural de soporte –unos tres años y medio–, una cifra que, aunque estándar en la industria, resulta clave para quienes todavía utilizan dispositivos con estas versiones.
¿Por qué Google deja de actualizar Android 12?
El ecosistema Android funciona bajo un esquema en el que cada versión recibe soporte por un tiempo previamente marcado. Al cumplir ese ciclo, Google centra sus recursos en las versiones más recientes para garantizar que la mayoría de usuarios dispongan de una experiencia segura y actualizada. Con la llegada de Android 15 y los avances en modularidad del sistema, la compañía busca optimizar tiempo y recursos en las plataformas más modernas, aunque ello suponga dejar atrás versiones usadas aún por millones de personas en todo el mundo.
Esta estrategia responde tanto a la evolución tecnológica como a la propia fragmentación de dispositivos Android. Mientras modelos recientes acceden rápidamente a las novedades y parches, otros quedan rezagados, fiándose de la voluntad y capacidad de los fabricantes para mantener su software al día.
Implicaciones para usuarios de Android 12 y 12L
Que Android 12 y 12L se queden fuera del ciclo de soporte implica que no recibirán más actualizaciones de seguridad por parte de Google. La principal consecuencia es que, a partir de ahora, cualquier nueva vulnerabilidad descubierta en el sistema operativo ya no será solucionada oficialmente. Esto puede resultar especialmente preocupante para quienes utilizan sus teléfonos para gestiones bancarias, acceso a información personal sensible o simplemente desean un entorno digital seguro.
Algunos componentes y aplicaciones de Google seguirán recibiendo parches a través de Project Mainline, una iniciativa del gigante tecnológico para mantener ciertos módulos clave actualizados mediante Google Play. Sin embargo, el núcleo del sistema operativo, es decir, el corazón donde residen aspectos críticos de la seguridad y la estabilidad, dejará de contar con protección oficial.
El papel de los fabricantes tras el abandono de soporte
Tras la retirada de Google, el peso de la seguridad recaerá en los fabricantes de smartphones. Firmas con gran músculo tecnológico, como Huawei y Samsung, aún podrían mantener sus propios parches y actualizaciones de seguridad sobre Android 12 a través de sus capas personalizadas (EMUI, One UI, etc.). No obstante, muchos fabricantes más pequeños o menos comprometidos probablemente dejarán de actualizar estos modelos, bien por falta de recursos o porque priorizan terminales nuevos y actuales.
El usuario puede acabar usando un teléfono cada vez más expuesto a amenazas. A largo plazo, esta situación podría derivar en el mal funcionamiento de ciertas apps, imposibilidad de acceder a nuevos servicios o problemas de compatibilidad con periféricos y accesorios recientes.
¿Seguirán funcionando las apps y servicios?
De momento, muchas aplicaciones seguirán siendo compatibles con Android 12, especialmente aquellas desarrolladas por Google o presentes en la Play Store. Sin embargo, a medida que los desarrolladores migran a versiones más recientes, es normal que las apps más populares vayan dejando de dar soporte a versiones antiguas. Esto puede traducirse en fallos de funcionamiento o en la imposibilidad de instalar actualizaciones.
La modularidad creciente de Android –mediante actualizaciones por Play Store y Mainline– permite a Google parchear algunos componentes críticos como servicios de Google Play o partes relacionadas con la conectividad. No obstante, la seguridad integral del dispositivo ya no estará garantizada, ya que el núcleo del sistema se queda, en efecto, «huérfano» de soporte.
Recomendaciones para quienes siguen con Android 12
Ante este escenario, la comunidad tecnológica es clara: actualizar a una versión superior de Android siempre que el fabricante lo permita. Si el terminal ya no recibe nuevas versiones del sistema, considerar la adquisición de un móvil con soporte activo se convierte en una opción lógica, sobre todo en términos de seguridad y acceso a las últimas funciones.
En el caso de que actualizar no sea posible, se recomienda mantener el dispositivo con ciertas precauciones: evitar la descarga de aplicaciones fuera de Google Play, no abrir enlaces sospechosos y extremar el cuidado en la gestión de información personal y bancaria. Es probable que, con el tiempo, algunos servicios dejen de estar disponibles –por ejemplo, aplicaciones bancarias o de mensajería que exijan versiones Android más recientes–, por lo que conviene anticipar estos posibles inconvenientes.
¿Cómo saber si mi móvil está afectado?
Para saber si tu dispositivo todavía funciona con Android 12 o 12L, basta con revisar el apartado “Información del teléfono” en los ajustes del sistema. Si aparece reflejada alguna de estas versiones, tu móvil ya no recibirá parches de seguridad oficiales por parte de Google desde abril de 2025.
Algunas marcas ofrecen actualizaciones más allá del ciclo oficial de Google, pero en la mayoría de modelos la actualización depende de la política del fabricante y la antigüedad del terminal. Desde luego, es recomendable informarse a través de canales oficiales (páginas web de la marca, foros y redes sociales) para conocer hasta cuándo estarán disponibles los parches para tu modelo concreto.
El ciclo de vida de Android: soporte y seguridad
La finalización del soporte de Android 12 forma parte de la política habitual de Google y otros gigantes tecnológicos. Cada versión del sistema operativo cuenta con una vida útil planificada, que suele rondar los tres años, extendiéndose en algunos casos más para dispositivos premium o fabricantes comprometidos con el soporte prolongado.
Esta dinámica responde a la necesidad de afrontar los nuevos retos de seguridad digital y garantizar compatibilidad con tecnologías emergentes, pero también a la estrategia comercial que impulsa la renovación de dispositivos. La fragmentación característica de Android hace que muchos usuarios queden atrás en versiones antiguas hasta que el cambio a un móvil más reciente sea inevitable.
Cómo proceder ante el fin del soporte
Si formas parte del grupo afectado, estas son algunas recomendaciones:
- Consultar si tu dispositivo recibirá alguna actualización adicional por parte del fabricante. Algunas empresas lanzan parches extraordinarios incluso después del fin oficial del ciclo.
- Valorar la compra de un teléfono nuevo con soporte activo y actualizaciones garantizadas al menos durante dos o tres años.
- Aumentar las precauciones en el uso diario: limitar permisos de aplicaciones, no instalar apps desconocidas y evitar operaciones sensibles en el dispositivo antiguo.
Es importante tener presente que, si continuas usando el dispositivo sin soporte, tu protección será menor y algunas funciones pueden dejar de funcionar correctamente. La seguridad y compatibilidad futura dependen en gran medida de las acciones que tomes en este momento.