La nueva hornada de smartphones llega con novedades muy interesantes y, repasando lo que ha ido apareciendo, hay que decir que el mercado está mejor posicionado en todas las gamas: media, alta e incluso la básica. Eso sí, la entrada de catálogo sigue siendo la más delicada: conviene invertir un poco más para lograr un móvil realmente satisfactorio, y la diferencia suele merecer la pena.
En generaciones anteriores la gama media era un engaño
Nada que ver lo que se lanzó en ciclos previos con lo que hoy llamamos gama media real. La referencia la marcó el Motorola Moto G original cuando se lanzó: por debajo de 200 euros, con especificaciones apropiadas para su rango. A sus sucesivas versiones llegaron pocas mejoras mientras el precio se mantenía o subía ligeramente. El resto de móviles de gama media siguieron un rumbo parecido y, salvo excepciones de marcas como Meizu, Xiaomi o LeTV, lo presentado como media era en realidad básica: hardware de generaciones anteriores a precios poco ajustados. Eso ha cambiado y mucho.

Los fabricantes empiezan a competir
Si antes parecía que los fabricantes hubieran pactado una gama media descafeinada, ahora compiten con fuerza añadiendo atributos diferenciales: diseño más cuidado (por ejemplo, en Huawei P9 Lite), cámara destacable (caso del Moto G4 Plus), o extra de memoria y biometría. Eso sí, el salto de calidad implica que hoy conviene subir el presupuesto. En lugar de gastar unos 200 euros en un teléfono básico, por algo menos de 300 ya se compra un media-alta muy completo con el que el usuario sale ganando.
El caso del Moto G4 Plus es de los más interesantes: su cámara le permite seguir siendo competitivo dentro de la media durante años y ofrecer buenas fotos mucho tiempo. Por unos 270 euros incluye microSD para ampliar memoria, un chasis sólido con resistencia al agua y un diseño preparado para durar, renunciando al metal para priorizar ergonomía y robustez.
Es cierto que en ciclos pasados, con unos 180 euros, se conseguía un Moto G que era un excelente gama media. Hoy, sumando alrededor de 100 euros, se obtiene un móvil que no solo igualará esa experiencia, sino que la superará respecto al resto del mercado.
Y no es el único ejemplo. Hay más, como el Honor V8 si se busca algo cercano a la gama alta, o el Xiaomi Redmi 3 Pro si se compra en importación asumiendo menos garantías locales. Incluso el OnePlus 3 es opción ganadora si se persigue un verdadero «flagship killer». Si no cambiaste de móvil en la anterior generación, este ciclo sí puede ser el momento. La próxima hornada apuntará a realidad virtual y otras innovaciones, pero si buscas relación calidad/precio sin muchas florituras, este es un gran momento.
Modelos que marcaron la conversación en la gama alta
La gama alta ha vivido una competencia feroz con referencias claras que conviene conocer si buscas rendimiento, cámara y acabados de primer nivel:
- Samsung Galaxy S7 y S7 Edge: pantallas Super AMOLED QHD, resistencia al agua, cámaras brillantes en baja luz y gran autonomía. El Edge aporta panel curvado y batería mayor.
- Apple iPhone 7 y 7 Plus: el Plus estrenó doble cámara con zoom óptico 2X y modo retrato; más potencia con A10 Fusion y resistencia al agua IP67.
- Google Pixel y Pixel XL: Android puro con Google Assistant, cámaras sobresalientes, panel AMOLED y Snapdragon 821. Referentes para quien quiere software limpio y soporte.
- Huawei P9 y Mate 9: el P9 popularizó la cámara dual Leica; el Mate 9 elevó autonomía y rendimiento con Kirin 960 y pantalla grande sin exagerar resolución para ahorrar batería.
- OnePlus 3 y 3T: 6 GB de RAM, Snapdragon 820/821, Dash Charge y precio muy ajustado. Gran valor.
- ZTE Axon 7: pantalla AMOLED QHD, altavoces estéreo con Dolby Atmos y cámara de 20 MP con OIS a precio contenido.
- Sony Xperia XZ: 23 MP, gran angular, diseño resistente al agua e identidad propia en construcción.
- HTC 10: diseño meticuloso, sonido líder y cámara por fin a la altura.
- ASUS Zenfone 3 y Zenfone 3 Deluxe: el primero clavó el equilibrio diseño/cámara/precio; el Deluxe subió a Snapdragon 821 y 6 GB de RAM.
- Moto Z: propuesta modular con Moto Mods (Hasselblad, proyector, baterías) y el chasis de 5,2 mm más delgado de su categoría.
- LG G5: se atrevió con la modularidad y un gran angular muy útil en su cámara dual.
- iPhone SE: tamaño compacto, alto rendimiento y buena cámara en formato de 4 pulgadas.
- Lumia 950 XL: Windows 10 Mobile con Continuum para usos profesionales, pantalla y cámara a gran nivel.
- Xiaomi Mi Note 2 y Mi5/Mi5s: gran relación precio/especificaciones, pantalla curvada (Mi Note 2) y Snapdragon 82x a precio ajustado; MIUI es potente pero no para todos.
- Xiaomi Mi Mix: diseño casi sin marcos que anticipó el futuro del frontal todo pantalla.

Compra por precio: guías rápidas y opciones destacadas
Tomando como referencia los rangos más habituales, estas son opciones sólidas que han demostrado fiabilidad en cada tramo:
- Menos de 300€: Xiaomi Redmi 3S (gran batería de 4.100 mAh y lector de huellas), Moto G4 Plus (cámara sobresaliente y carga rápida), bq Aquaris X5 Plus (pantalla LTPS 1080p, 4K en vídeo, dual SIM) y Samsung Galaxy A5 (panel Super AMOLED, diseño y OIS).
- De 300 a 500€: OnePlus 3 (Snapdragon 820 y 6 GB RAM), Honor 8 (doble cámara y diseño atrevido), Xiaomi Mi 5S Plus (Snapdragon 821 y 6 GB RAM en la versión superior), ZTE Axon 7 y iPhone SE para quien busca iOS y tamaño compacto.
- De 500 a 700€: Samsung Galaxy S7/S7 Edge, Huawei P9, LG G5, Moto Z y Sony Xperia XZ. Todos con cámaras potentes, gran rendimiento y extras como resistencia al agua, OIS o módulos.
- Más de 700€: iPhone 7/7 Plus, Google Pixel/Pixel XL, Huawei Mate 9, HP Elite x3 (Windows con Continuum) y ASUS Zenfone 3 Deluxe. Aquí mandan la fotografía, el soporte de software y el refinamiento.

Tendencias que consolidaron el mercado
Más allá de los nombres, hay varias tecnologías que han quedado consolidadas y que debes exigir en tu compra según tu presupuesto:
- Pantallas QHD en la alta y 1080p muy solvente en la media; 4K no aporta en móviles salvo usos muy específicos.
- Lectores de huellas fluidos incluso en gamas bajas y carga rápida generalizada para compensar autonomías similares.
- Cámaras duales (zoom óptico, blanco y negro, gran angular) y mejores sensores con píxeles grandes y OIS para noche.
- Resistencia al agua y polvo, y materiales premium (metal/vidrio) que elevan el diseño sin sacrificar ergonomía.
- Software más limpio: capas menos intrusivas, Android cercano a stock en varias marcas y soporte directo en Pixel.
- Modularidad como experimento (LG G5, Moto Z con Mods) útil en nichos como fotografía o proyección.
- VR y plataformas como Daydream abren camino, aunque aún no determinan una compra por sí mismas.

Con todo este contexto, la media actual ofrece un salto cualitativo con mejores cámaras, más memoria y diseños superiores, mientras que la alta se diferencia por fotografía, acabados, resistencia y soporte. Si subes un poco el presupuesto respecto a la entrada, obtendrás un teléfono que aguanta varios años sin renunciar a nada importante y que, además, hereda avances que hace poco eran exclusivos de la gama más cara.

