Poca presentación necesita ya una app tan veterana y popular entre los usuarios, aunque venimos con un profundo análisis para conocer todos sus detalles y si da la talla en las alturas en las que estamos. Es una app para convertirnos en DJ desde el móvil y sin movernos a un estudio. Aunque claro está, para un nivel más amateur.
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Una app para convertirse en DJ, aunque con limitaciones
Posee los elementos y opciones típicas de una aplicación de este tipo: dos vinilos para reproducir canciones de forma simultánea, controles para añadir canciones o listas de reproducción a estos platos, controles para realizar el balance de sonido, ecualizador, CUE y una interfaz específica para aplicar efectos.
DJ Studio 5 incluye todos los efectos y características de forma gratuita. De este modo tendremos acceso desde el primer momento a todas sus características a excepción de los skins de pago. Y este resulta ser uno de los puntos más favorables que tiene la app, ya que no se guarda ninguna función a un plan más premium. Prácticamente todas las opciones están disponibles sin costar absolutamente nada, concretamente nos referimos a las opciones relacionadas con la producción de efectos musicales y de edición en general. Esas skins, aparte de personalizar los platos, nos pueden servir para eliminar los anuncios, que aparecen usualmente mientras usamos DJ Studio 5.
Entre algunas de esas características, nos ofrece una mesa de mezclas con dos platos que nos permite aplicar en tiempo real hasta ocho efectos de sonido, bucles, usar sus 10 almohadillas de muestra personalizables para añadir sonidos por encima, usar su ecualizador para modificar el volumen en diferentes frecuencias, añadir varias canciones a su lista de reproducción y usar su función de mezcla automática para que sea la propia aplicación la que haga la sesión de música.
Además, cuenta con todas las herramientas básicas para una mesa de mezclas, como es la posibilidad de hacer pitch y scratch en ambos platos de forma simultánea, cambiar el balance de volumen entre los platos, podemos realizar grabaciones in situ de las sesiones o un control avanzado del BPM (pulsos por minuto) para modificar la velocidad de la canción.
Otro punto a favor de DJ Studio 5 respecto a sus competidores es que permite configurar el motor de sonido y otras opciones para permitir que la aplicación se ejecute de forma fluida en smartphones de gama media-baja. Perderemos algunas características importantes como el scratch de alta fidelidad, pero nos permitirá ejecutar la aplicación en dispositivos modestos. Quizás sea algo con una utilidad decreciente, ya que la totalidad de móviles puede mover esta app sin problema, aunque se agradece el detalle.
También cuenta con limitaciones, ya que no deja de ser una aplicación para móviles. Aparte de la lógica aplastante de no tener todos los controles de una mesa de mezclas física, cuenta con otras limitaciones funcionales. Algunas de ellas son que el BPM no se puede ajustar con el tap, hay ajustes que no van acorde al tempo de la música y, por lo tanto, no permite que las pistas se sincronicen como debería. No obstante, para un uso básico, ofrece una experiencia más que suficiente.
El diseño de DJ Studio 5 no es el más innovador
DJ Studio 5 ofrece una interfaz minimalista y con un estilo bastante clásico, que hace que resulte agradable trabajar con la aplicación. No obstante, notamos de ciertas partes y de la interfaz fuera de la mesa de mezclas, que el diseño comienza a estar algo obsoleto. Los menús de ajustes y el explorador de archivos no es lo más novedoso del mercado, lo que hace pensar que este apartado no se ha trabajado lo suficiente.
En lo que sí ha hecho un gran trabajo el equipo de desarrollo es en que podemos utilizar la aplicación con el móvil tanto en posición vertical como horizontal. No obstante, tiene más sentido utilizar el formato apaisado, puesto que normalmente utilizaremos la app para mezclar dos canciones y crear distintos efectos en ambas para, quién sabe, lanzar lo que podría ser un futuro éxito.
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