La tercera guerra mundial está teniendo lugar. Por suerte, no hay gente muriendo (al menos no por causas directas), y no nos afecta de una manera importante. Sin embargo, sí que se están cerrando capítulos de esta guerra en una gran cantidad de países del mundo. Hablamos de la guerra de patentes entre Apple y Samsung. Una gran batalla fue ganada por los de la manzana en Estados Unidos, que obliga a los surcoreanos a retirar de allí algunos de sus dispositivos y a pagar una cuantiosa condena. No obstante, recientemente Apple se está encontrando obstáculos.
Derrota en Estados Unidos
Nos centramos en primer lugar en el país americano, y es que la Oficina de Marcas y Patentes de Estados Unidos, la USPTO, ha declarado que una de las patentes de Apple es totalmente inválida y precisamente es una de las patentes inmiscuidas en el juicio de los mil millones de dólares entre las dos compañías. Esto no va a tener repercusión en tal juicio, porque esta oficina no puede interferir con los planes de un Juzgado, sin embargo, sí que es un duro golpe para Apple, que no va a poder reclamar por esta patente nunca más, al menos en Estados Unidos. No es extraño, y es que la patente en cuestión era referida al movimiento que hacía la ventana cuando se llegaba al final de una sección desplazable. Toda una locura.
Derrota en Holanda
Saltamos de país, y es que Apple está querellada con Samsung en más de diez países de todo el mundo. Holanda es uno de ellos, y es que los americanos arremetían contra los surcoreanos por estar violando algunas de sus patentes relacionadas con la tecnología multitáctil. Han sido derrotados en un juicio en el tribunal de La Haya. No solo no han conseguido atacar a Samsung, sino que encima tendrán que pagar los honorarios del equipo de defensa jurídica de Samsung, una cifra que asciende hasta los 325.000 dólares. Sin duda, Apple se subió después del veredicto en Estados Unidos, y animó a atacar a Samsung en más países. Esperemos que los resultados de estos juicios y los malos resultados obtenidos les sirvan para darse cuenta de que seguir este camino no beneficia a nadie.