Apple Watch, la nueva referencia del mundo de los relojes, aunque con poca innovación

Apple Watch Portada

Hay una cosa que tiene Apple, y es que no lanzan un producto que sepan que no es bueno. Incluso aunque no sea innovador, sabes que sus productos son buenos y hasta emocionantes. Así es el Apple Watch, un reloj inteligente con tecnología parecida a la del resto de relojes inteligentes del mercado, pero bien diseñado y optimizado. Un verdadero desafío para Android Wear.

A nivel de tecnología, más de lo mismo

No es que el Apple Watch llegue con grandísimas innovaciones en el mundo de la tecnología. Sí que es cierto que en lo referente al monitor de ritmo cardíaco, micrófono y altavoz, y calidad de pantalla, nos encontramos con componetnes en lso que al compañía ha decidido no escatimar. Digamos que en ese sentido es un reloj de gama alta, quizás como los que todavía no hay con Android, pues las compañías han buscado rebajar el precio en esos componentes, o llenar el reloj con otros que no incluye este Apple Watch. Se puede decir, eso sí, que los usuarios con el nuevo reloj inteligente de Apple Watch no van a tener muchas más funciones que los usuarios con un reloj inteligente con Android, pero aun así, hay niveles y niveles.

Apple Watch

Cuchara de aluminio, cuchara de plata

La diferencia entre el Apple Watch y los relojes actuales con Android Wear es la misma que nos encontramos entre una cuchara de aluminio y una cuchara de plata. Las dos pueden ser exactamente iguales, pero una brilla más que la otra. Digamos que aquí ocurre igual. Apple ha optimizado el reloj inteligente para que su funcionamiento sea casi perfecto, y como consecuencia de esto nos encontramos con una interfaz mucho mejor diseñada y optimizada para que funcione mejor. Con esto no queremos decir que la interfaz de Android Wear sea mala. No lo es, e incluso en diseño podemos decir que es más minimalista y moderna, pero todavía tiene que mejorar y debe actualizarse mucho.

Micrófono, Altavoz, Sensor de movimiento, Monitor de ritmo cardíaco

Esas son las cuatro características del Apple Watch. No son innovadoras, las hemos visto en otros relojes inteligentes y las seguiremos viendo, y nos encontramos con carencias como la ausencia de GPS, por ejemplo, lo que nos obliga a tener que llevar siempre el smartphone con nosotros. El problema es que todo esto está optimizado de una manera en la que no están optimizados los relojes inteligentes con Android Wear.

El micrófono del Apple Watch es perfectamente útil para poder responder a una llamada, y escuchar lo que nos digan por medio del altavoz. A su vez, cuando recibimos un mensaje, podemos responder desde el reloj inteligente sin necesidad de utilizar el smartphone, y todo ello utilizando nuestra voz. Podremos convertir nuestra voz a texto, o enviarla como un mensaje de audio. Tanto el sensor de movimiento como el monitor de ritmo cardíaco están presentes en el reloj, pero con un objetivo claro, y es servir para que la aplicación de deporte reciba datos interesantes y útiles para el usuario. En el caso de muchos relojes con Android Wear, los componentes están, pero ¿para qué? Parece que Android Wear sigue a medio camino.

Apple Watch

El problema de Android Wear

Y todo se debe a un problema que existe en Android desde que se lanzó, y que también ha sido una ventaja, y es el hecho de que Google se encargue del software, y los fabricantes del hardware. Los fabricantes no realizan una optimización correcta del software de Google, buscan poder vender algo rápido. No se paran a pensar en qué funciones tendrá el reloj inteligente, o para qué se usará. Mientras, como Google no fabrica, tampoco tienen claro cómo debe ser el software, y así no es fácil conseguir lanzar un producto definitivo de gran calidad. La estrategia de Google solo funciona de una manera, y es teniendo una referencia. Cuando Google trata de seguir la estela de Apple en software, puede incluso superarlos. Y cuando los fabricantes tratan de imitar el diseño, o la calidad de los materiales, pueden llegar a conseguir algo mejor, como han sido los smartphones sumergibles en agua.

Un reloj lleno de cosas, y no un reloj llenado con cosas

Todavía recuerdo mi primer producto de Apple, el iPod Classic. Estaba lleno de detalles, lleno de características que descubrir y a las que sacarle partido. En el Apple Watch es posible utilizar Shazam para escuchar lo que está sonando, y que la letra aparezca en pantalla de manera que pueda ser seguida. Un detalle. Que por cierto, recuerda mucho al iPod Classic. Al final, cada producto que Apple lanza es un referente en dicho mercado. Apple se encarga de que el reloj que lance sea interesante, emocionante, y eso es lo que hace que los usuarios quieran comprarlo.

En el otro lado están los relojes con Android Wear. Una pantalla, un procesador, un sistema operativo, un micrófono, un altavoz, GPS, sensores, una cámara en algunos casos. Circulares o cuadrados. Con mejores correas o peores. Con monitor de ritmo cardíaco o peor. Queremos fabricar un reloj. Lo diseñamos. Google nos da el software. ¿Y ahora con qué lo llenamos? Esta sensación puedes haberla vivido si alguna vez has creado una web o has intentado diseñar algo. La sensación del que anda algo perdido es aquella de no saber completar lo que tiene delante para que parezca algo definitivo. Lo normal suele ser llenarlo de cosas.

Apple Watch

Así, mientras que un reloj inteligente está lleno de cosas interesantes, los otros han sido llenado con cosas, algunas interesantes, y otras no tanto, sino con lo que había disponible.

Lo mejor es que hay tiempo, y que Apple no ha innovado

No vamos a ver un Apple Watch 2 hasta el año que viene, y Apple no ha innovado demasiado con este reloj. Mejor optimización y mejor software, además de una idea clara de lo que quería. Un precio caro, y solo compatibilidad con iOS. Eso significa que la respuesta será inmediata. Y sí, podéis llamarlo copiar, o inspirarse en Apple, o como queráis, pero al final se trata de que los usuarios tengamos mejores productos. Y las compañías saben que pueden lanzar relojes parecidos al Apple Watch, más baratos, más caros, más circulares, más grandes o más pequeños. El tema es que todo lo que tiene el Apple Watch, lo tienen ya otros relojes inteligentes. Y de ahora en adelante, Apple ha establecido el camino, como ya hiciera con el iPhone.

La diferencia está en que en aquel momento el iPhone fue tan revolucionario que Google tuvo que abandonar su proyecto de Android y volver a empezarlo. Ahora, Google había llegado antes que Apple, y resulta que Apple ha dado un gran salto para quedarse solo un pasito por delante. Mientras que el Apple Watch 2 no llegará hasta el año que viene, los nuevos relojes con Android Wear van a llegar ya, y muchos de los ya lanzados pueden actualizarse. El gran trabajo ahora lo va a tener Google. Pero lo que queda es mucho más sencillo que lo que han conseguido en otras ocasiones.

Robazo

Claro que… no podemos olvidar un elemento a tener en cuenta, el precio. El Apple Watch no es barato. La versión bonita y la original, la que se llama Apple Watch, supera los 500 dólares, y al cambio actual que aplica Apple a sus portátiles, podríamos estar hablando de 600 euros fácilmente. La versión más económica, la versión Sport, podría estar en los 400 euros, y la versión Edition, la más cara, varía entre los 10.000 y los 17.000 dólares, casi nada. En fin. El Apple Watch, como hemos dicho, será una referencia. Pero desde mi punto de vista, su precio es demasiado elevado. Por suerte, las referencias están para ser imitadas, y para lanzar productos asequibles que se adapten a los usuarios.