Motorola tiene en su hoja de ruta la presentación de nuevos dispositivos, y entre ellos se espera la nueva generación de su reloj inteligente, el Moto 360. Hasta hace poco no se conocían demasiados detalles, pero ahora hay una imagen mucho más clara de cómo podría ser el nuevo reloj y de las mejoras que incorporaría respecto al modelo original.
Diseño parecido
No sabemos mucho sobre su diseño, aunque lo que sabemos es bastante concluyente: se parecerá mucho al original. Es lógico; el Moto 360 apostó por un lenguaje clásico que convenció a la mayoría, así que veremos una continuidad con ajustes finos. Lo relevante es que llegaría en dos tamaños de caja para adaptarse mejor a todas las muñecas: aproximadamente 42 mm y 46 mm.
Esos dos formatos implican también anchos de correa distintos: 20 mm para la caja pequeña y 22 mm para la grande. Incluso hay una opción pensada para muñecas muy estrechas con correa de 16 mm. El cambio estético más visible es la adopción de lengüetas abiertas que separan visualmente caja y correas, haciendo el conjunto más parecido a un reloj tradicional y facilitando el intercambio de correas estándar.
Otro detalle refinado es la reubicación del botón principal a la posición de las dos en punto, un gesto pequeño que mejora la ergonomía y evita pulsaciones accidentales. El acabado volvería a ser en acero inoxidable con ese bisel pulido extremadamente delgado que define al Moto 360, y habría opciones de personalización mediante Moto Maker: tonos en negro, metalizado, dorado u oro rosa, además de diferentes biseles y correas de piel o metal.
El grosor se mantiene contenido dentro de lo esperable para un smartwatch con batería generosa, alrededor de algo más de 11 mm, priorizando comodidad en el uso diario. La resistencia al polvo y al agua se sitúa en un estándar IP67, suficiente para afrontar salpicaduras y usos cotidianos sin preocupaciones.

Características técnicas
En especificaciones, el nuevo reloj de Motorola se moverá en la línea de su segmento, pero con ajustes acertados. La pantalla LCD/IPS seguirá ocupando prácticamente toda la esfera, con el característico borde inferior negro que integra el sensor de luz ambiente para el brillo automático. Se esperan dos diagonales: 1,37 pulgadas (360 x 325, 263 ppp) para el modelo compacto y 1,56 pulgadas (360 x 330, 233 ppp) para el mayor, con protección Gorilla Glass 3. Esta tecnología IPS ofrece muy buena visibilidad en exteriores, aunque no alcanzará el contraste de los paneles AMOLED.
El procesador pasaría a ser un Qualcomm Snapdragon 400 de cuatro núcleos a 1,2 GHz con GPU Adreno 305, una base probada en wearables con Android Wear. Se mantiene la RAM de 512 MB y el almacenamiento de 4 GB, suficientes para aplicaciones, esferas y música sin conexión. En conectividad, no faltan Bluetooth 4.0 LE y WiFi b/g/n, muy útil ahora que el reloj puede conectarse de forma autónoma a redes inalámbricas. La ficha se completa con acelerómetro, giroscopio, sensor de luz, motor háptico y monitor de ritmo cardíaco. La ausencia más notable es NFC, un extra que algunos usuarios echarán en falta.

En rendimiento, la combinación de SoC, memoria y la optimización de Android Wear ofrece una experiencia fluida: gestos y toques responden con rapidez, las transiciones son suaves y el reconocimiento de voz cumple. El sistema permite mantener esferas siempre visibles con consumo reducido, mostrar tarjetas de notificación contextuales y controlar música, llamadas o rutas. Motorola añade valor con esferas interactivas con accesos a complicaciones, y con Moto Body, que registra pasos, calorías, distancia y pulsaciones. Para quienes busquen métricas deportivas avanzadas o GPS integrado, la propuesta se orienta más a cuantificación básica y uso urbano.

Además de su integración natural con smartphones Android, el reloj es compatible con iOS con funciones limitadas: se reciben notificaciones y se aprovechan apps de Google compatibles, pero la interacción es más restringida que en Android. Aun así, sigue siendo un punto a favor para quienes deseen un diseño clásico con soporte multiplataforma. Como siempre, la autonomía depende del uso, brillo, conectividad WiFi/Bluetooth y frecuencia de medición cardíaca.
El Motorola Moto 360 original continuará a la venta
Otro dato interesante es que parece que el Moto 360 original seguirá estando a la venta. Probablemente la compañía lo ofrezca con un precio inferior, algo que encaja con la estrategia de mantener una opción más económica junto a la nueva generación con mayores opciones de personalización, mejor conectividad WiFi y autonomía ligeramente optimizada. Para muchos usuarios, esa convivencia permite elegir entre diseño y precio sin renunciar a la esencia del reloj.

Con estos ajustes, el Moto 360 refuerza su enfoque: estética reconocible, amplias opciones de personalización y un equilibrio técnico que prioriza comodidad, visibilidad en exteriores y un uso diario solvente. No busca ser un reloj deportivo puro ni liderar en autonomía, pero sí consolidarse como una de las alternativas más equilibradas para quien quiere un smartwatch redondo con aire de reloj clásico, buenas funciones inteligentes y experiencia fiable en el día a día.

