En agosto muchos se van de vacaciones a la playa y no saben cómo proteger su smartphone de todo aquello que puede perjudicarlo en ese terreno “desconocido” para él: arena, agua salada, rayos solares… Hoy os mostraremos cómo proteger vuestro Android de todo ello ya que puede ser nuestra herramienta de trabajo y debemos cuidarlo al máximo.
Con la llegada de los smartphones, la mayoría de personas utilizan su dispositivo para leer libros, ver las noticias y mucho más, por lo que hay que tener especial cuidado para evitar problemas. Tal vez conozcas estos pequeños consejos, pero nunca vienen mal tenerlos en mente cuando nos vamos a la playa.
Usa tu sentido común
¿Es estrictamente necesario llevar tu teléfono móvil a la playa? Si es así, hay que ser muy cuidadosos. Fundas resistentes a la arena y el agua nunca vienen mal, a pesar de que pueden costar una cantidad de dinero relativamente alta. En el caso de que debas hacer uso del terminal, hazlo siempre con las manos secas y sin restos de arena para evitar rayar el terminal.
El bronceado está bien, pero no para tu Android
Cuando no estemos utilizando el dispositivo, lo mejor es guardarlo en una bolsa a la sombra para evitar el sobrecalentamiento, lo que puede provocar entre otros problemas un aumento drástico del gasto de batería, problemas en la reproducción de colores del teléfono y más. En Android tenemos apps para medir la radiación solar, lo que puede ser un buen indicativo para saber si el Sol va a incidir demasiado en nuestro terminal.
El Gorilla Glass no es infalible
Esta protección para pantallas es genial, eso está claro –una dureza de 7 en la escala Mohs, donde el diamante es el rey con una puntuación de 10-. Resiste arañazos con cuchillos y llaves, pero existen muchos tipos de arena y ésta puede rayar fácilmente la pantalla con un solo grano. Por ello, debemos limpiar siempre que podamos el dispositivo hasta que lleguen y se generalicen las pantallas de zafiro, con una resistencia de 9 puntos.
Agua salada, el peor aliado para la protección
El agua salada puede corroer el silicio del interior de nuestro Android, provocando fallos internos. Por ello, debemos evitar al máximo coger el terminal tras habernos mojado en la playa y claro está, no acercarnos al mar con éste.
¿Y qué ocurre si accidentalmente fallamos al proteger nuestro Android? En el caso de que al caer se llene de arena, tendremos que coger un cepillo de dientes e intentar limpiar todos aquellos granos que hayan podido quedar en el dispositivo, claro está, teniendo especial cuidado alrededor de la pantalla. Tras esto, y si todavía quedan restos, la mejor opción es utilizar un poco de aire comprimido para eliminarlos completamente, incidiendo sobre todo en el puerto USB.
Vía Phone Arena