Los teléfonos móviles nos han acostumbrado al fenómeno de la geolocalización. Sin embargo, cuando se trata del ámbito laboral, este es un tema que hay que tratar con especial cuidado para no vulnerar derechos. Veamos si es posible el control de trabajadores por geolocalización.
Tanto si tienes una empresa como si eres un empleado, es importante que estés al tanto de lo que dice la normativa en esta materia.
¿Qué es la geolocalización en el trabajo?
La geolocalización es un proceso que nos permite conocer la ubicación física de una persona en un momento concreto. Esto se consigue gracias al uso de tecnologías y sistemas que identifican las coordenadas geográficas de un punto específico sobre la superficie de la Tierra. Para ello podemos utilizar:
- GPS.
- Redes móviles.
- Wi-Fi.
- Direcciones IP.
- Bluetooth y RFID. Su uso está limitado a la geolocalización en entornos cercanos.
Aplicada al ámbito laboral, la geolocalización permite saber dónde se encuentra un trabajador en cada momento. Por ejemplo, a través de la dirección IP, es posible saber si un teletrabajador está en su domicilio, o si se ha marchado a trabajar unos días a un destino de playa.
Pero hay más ejemplos. Como el de la instalación de un sistema de seguimiento GPS en los vehículos que utilizan los comerciales de la empresa. La información que suministran los mismos es útil para trazar rutas más eficientes, pero también sirve para controlar si quienes no trabajan en la oficina bajo supervisión están haciendo realmente su trabajo.
¿Es posible el control de trabajadores por geolocalización?
Ya sabemos qué implica la geolocalización laboral, y ahora llega el momento de examinar si nuestro ordenamiento jurídico permite llevar a cabo este control.
La base legal la encontramos en el artículo 20.3 del Estatuto de los Trabajadores (ET), que reconoce el poder del empresario para vigilar y controlar la actividad de sus empleados. Pero este no es nunca un poder absoluto.
La normativa sobre Protección de Datos Personales destaca que el uso de sistemas de geolocalización debe hacerse siempre dentro del marco legal y respetando los límites establecidos para la misma.
Por lo tanto, la respuesta a si se puede hacer un control de los trabajadores por geolocalización, es sí, pero con límites.
Requisitos para poder utilizar la geolocalización a nivel laboral
El uso de sistemas de geolocalización, con independencia de cuáles sean estos, está sujeto al cumplimiento de una serie de requisitos:
Finalidad profesional
Este sistema debe tener una finalidad profesional. En ningún caso se va utilizar los datos obtenidos para nada más que para supervisar que los empleados estén donde deberían estar en cada momento.
Obligación de información
No se puede practicar la geolocalización de un empleado sin haberle informado previamente de ello.
La información aportada tiene que ser clara, expresa y suficiente. A fin de que los empleados sepan que van a ser geolocalizados, cómo y en qué condiciones. En este sentido, el control de trabajadores por geolocalización es bastante similar al uso de videocámaras en el lugar de trabajo.
Además, los afectados tienen que ser informados sobre los derechos que les asisten en materia de protección de datos con respecto a la información registrada por los sistemas de geolocalización. Así como del tiempo que se va a conservar la información.
Proporcionalidad de la medida
Esta medida ha de ser proporcional al control que se quiere llevar a cabo. En caso de existir una medida menos lesiva de la intimidad que resulte igual de útil para hacer el control, se escogerá el sistema menos gravoso.
Uso de medios de la empresa
Los sistemas de geolocalización sólo pueden instalarse en dispositivos electrónicos que la empresa haya proporcionado al empleado. No se puede obligar a un trabajador a instalar una app en su móvil que permita a su empleador saber dónde se encuentra. Esto solo puede hacerse si es la empresa la que entrega un teléfono al empleado. Y lo mismo ocurre con otros dispositivos como un ordenador.
Las limitaciones establecidas por el Tribunal Supremo
El uso de sistemas de geolocalización está siendo un punto de fricción entre empleados y empleadores, y los procesos legales en torno a esta cuestión no paran de crecer.
Algunos recursos han llegado ya al Tribunal Supremo, que se ha encargado de establecer una serie de pautas. Para que la geolocalización en el trabajo sea legal tiene que:
Limitarse al tiempo de trabajo
El empresario sólo está habilitado para controlar la ubicación de sus empleados dentro de la jornada laboral de estos.
Por ejemplo, si un teletrabajador tiene jornada de 7:00 de la mañana a 3:00 de la tarde, se puede revisar su IP de conexión a las 11:00 de la mañana y a las 2:30 de la tarde. Pero en ningún caso sobrepasadas las 3:00 de la tarde, porque esto supondría una intromisión en su vida personal.
Si un comercial tiene un coche con sistema de GPS que controla su ubicación, el aparato debe estar configurado para desconectarse una vez finalizada la jornada. De no hacerse así, el empleado puede denunciar a su empleador por vulnerar su derecho a la intimidad.
En caso de que el vehículo sea de la empresa, si el empleado no tiene autorización para usarlo fuera del horario laboral, el empresario está habilitado para utilizar la geolocalización a fin de saber si se le está dando al coche un uso privativo no permitido.
No recoger información personal
Incluso cuando su utilización se limita a la jornada laboral, los dispositivos de geolocalización no pueden captar imágenes, audio o datos que vulneren la intimidad del trabajador.
Lo que nos debe quedar claro es que el control de trabajadores por geolocalización es legal. Pero, como se trata de una cuestión que puede llegar a afectar a la intimidad de las personas, su utilización debe darse siguiendo escrupulosamente los requisitos establecidos a nivel legal y por la jurisprudencia. Fuera de estos casos, el empleado está habilitado para denunciar a su empleador por intromisión en su intimidad, y hay que tener en cuenta que este tipo de procesos pueden dar lugar a importantes sanciones para las empresas.