Desde el año pasado ya se hablaba sobre el Samsung Galaxy S5, afirmando que sería un smartphone increíble y una revolución por completo. No obstante, con el paso del tiempo y su presentación, se comprobó que el nuevo buque insignia se parecía “demasiado” a los anteriores, y también a los smartphones premium de otras compañías.
Dicho esto, el CEO de Samsung, JK Shin, ha decidido recientemente salir al paso de todas estas críticas acerca del diseño del dispositivo. Muchos afirman que el Galaxy S5 no ha logrado alcanzar el nivel de expectación que existía y, en respuesta a esto, Shin sentenció que la meta detrás de su buque insignia no era incluir especificaciones que llamaran la atención –o mejor dicho, más de las que podría incluir-.
Más bien, el objetivo de la compañía era ofrecer características a los usuarios que podían ser de utilidad en lugar de una novedad, como es el caso de la mayoría de aplicaciones de creación propia de Samsung. Lo cierto es que consiguieron hacer esto mediante algunos elementos como la cámara, que nos permite aplicar ciertas características interesantes, el lector de huellas dactilares –que en realidad es realmente útil, sobre todo para no recordar contraseñas- o la protección adicional al agua y al polvo que, como vimos unos días, ha sido bastante importante para evitar que muchos Galaxy S5 acaben en el servicio técnico.
Además, si lo pensamos detenidamente, los usuarios críticos con el smartphone seguramente sean una pequeña fracción de la población. Después de todo, tal y como indicamos ayer, Samsung ha conseguido enviar 10 millones de unidades en menos de un mes y, aunque los envíos no signifiquen necesariamente que todos los dispositivos se hayan vendido sí que demuestran la alta demanda que existe del terminal, algo en lo que todo el mundo debería estar de acuerdo.
Vía Ubergizmo