El teléfono modular en el que Google trabaja por medio de Project Ara ha avanzado un paso más en la carrera por convertirse en un móvil comercial. La compañía Rockchip ya está trabajando en un procesador específico que podría ser crucial para el futuro del smartphone modular, y que incluso podría abaratar el precio del dispositivo al simplificar la arquitectura y reducir componentes intermedios.
Hace un tiempo, en una entrevista con el equipo de desarrollo de Project Ara, se hablaba sobre algunos desafíos que debían superarse para lanzar un smartphone modular. Uno de estos desafíos era el de los procesadores: mientras que uno puede cambiar la batería o la memoria de forma sencilla, no ocurre lo mismo con el SoC, un componente principal que exige ajustes profundos. La propuesta de Rockchip es desarrollar un módulo de procesador estandarizado que pueda intercambiarse sin fricciones con otros módulos compatibles, algo que otorgaría a la plataforma una enorme flexibilidad y daría a Rockchip una posición privilegiada si el teléfono modular gana tracción.
El reto del procesador modular y la apuesta de Rockchip
Para que el procesador sea verdaderamente modular, Google y sus socios estandarizan la interconexión entre módulos con la interfaz UniPro, en una implementación de Toshiba, y emplean imanes electro-permanentes para fijar los módulos con precisión, liberar espacio y mejorar la durabilidad. Este enfoque, junto con un endoskeleton más compacto, permite que la base aloje más módulos útiles. Además, se contempla el intercambio en caliente (hot swap) para muchos módulos, de forma que el usuario pueda sustituirlos sin reiniciar el teléfono.
La consecuencia directa de esta ingeniería es doble: por un lado, se simplifica la tecnología requerida para el teléfono modular; por otro, se abren vías para reducir costes, algo imprescindible si Google quiere que el mercado lo adopte como una posibilidad real. En las demostraciones técnicas se han mostrado módulos de NVIDIA (Tegra K1) y Marvell (PXA1928), mientras que Rockchip desarrolla su propia solución; en paralelo, se ha indicado que con Qualcomm no hay confirmaciones públicas. La modularidad se extiende al módem como módulo independiente facilita la llegada de nuevas bandas y LTE/5G cuando existan módulos certificados.
Socios, módulos y prototipos Spiral
Google ha mostrado distintas iteraciones de su concepto bajo la familia de prototipos Spiral. En una de ellas se presentaron 11 prototipos de módulos como referencia para fabricantes externos y la capacidad de hot swap para los módulos compatibles. Posteriormente se trabajó en reducir aún más el tamaño del esqueleto, optimizar el sistema de imanes y mejorar la gestión de energía, con el objetivo de habilitar baterías de mayor capacidad y módulos de mayor densidad energética. Aunque se planteó usar impresión 3D para carcasas y piezas de personalización, se descartó temporalmente por limitaciones de volumen y calidad, sin cerrar la puerta a su adopción en evoluciones futuras.
En paralelo, Google ha ido sumando colaboraciones clave: además de Marvell, NVIDIA y Rockchip para los procesadores, se trabaja con Quanta Computer en nuevos sustratos de módulo y con socios de conectividad y almacenamiento. Se ha hablado de ofrecer entre 20 y 30 módulos en la fase comercial, abarcando CPU, memoria, almacenamiento, cámaras, audio, conectividad y sensores especializados.
Ecosistema, tienda y pruebas en el mundo real
Para construir un ecosistema sostenible, Google confirmó una plataforma de tienda online desarrollada con Globant, complementada con venta física y experiencias itinerantes tipo food truck para acercar el concepto al público general. También se organizaron eventos para desarrolladores en diferentes sedes (como Mountain View y Londres) y de forma simultánea en ciudades como Bangalore, Tokio, Singapur o Taipei. En el terreno comercial se planificó un piloto en Puerto Rico junto a operadores como Open Mobile y Claro, con el fin de recabar datos reales sobre adopción, uso y preferencias de módulos.
Más allá de Ara, el mercado ha explorado otros caminos modulares: los Moto Mods de Motorola demostraron el valor de los accesorios magnéticos con pines pogo, y propuestas como los LG Friends o la filosofía de reparabilidad de Fairphone han empujado una conversación más amplia sobre sostenibilidad, derecho a reparar y ciclos de vida más largos. El marco regulatorio y la extensión del soporte de software en Android contribuyen a que la modularidad cobre sentido práctico.
Android y la experiencia de uso modular
En el lado del software, Android ha incorporado un gestor de módulos que permite ver lo instalado, activar o desactivar componentes por software y facilitar configuraciones especializadas (por ejemplo, combinar dos módulos de cámara para funcionalidades avanzadas). Este enfoque, sumado a un firmware estable y actualizaciones fiables, ha sido uno de los grandes retos técnicos señalados por el equipo, pero resulta esencial para que el usuario perciba una experiencia fluida al cambiar o añadir piezas.
La visión de Google con Project Ara es dar al usuario poder de elección sobre aspecto, materiales, coste y ciclo de renovación del teléfono. Con un módulo de procesador de Rockchip que estandarice intercambios, una interconexión UniPro robusta, opciones de módulos variadas y una cadena de suministro preparada, el teléfono modular pasa de ser una idea futurista a un producto técnicamente viable cuyo éxito depende de ecosistema, precio y comunicación al usuario.

