Samsung ya ha presentado uno de los dos grandes dispositivos móviles que veremos este año, pero todavía nos queda conocer el segundo, el Samsung Galaxy Note 3. Los últimos detalles de este smartphones revelan que su pantalla será algo mayor, y que incluso podría ser una pantalla flexible, con tecnología OLED, que la convertirá en extremadamente resistente, llegando incluso a estar a prueba de golpes.
El Samsung Galaxy Note 3 llegará al mercado para convertirse en uno de los mejores dispositivos que habrá disponibles, lo que supone siempre superar incluso al buque insignia de la compañía. Los últimos rumores apuntan a una pantalla que sería de 5,9 pulgadas, sustituyendo así a la pantalla de 5,5 pulgadas con la que cuenta su antecesor, y alejándose cada vez más de la pantalla de 5,3 pulgadas que llevó el Galaxy Note original. Sin embargo, no es tan exagerado como las 6,3 pulgadas de las que se habló en su momento. Obviamente, es de esperar que tratándose de un dispositivo de gama alta, cuente también con una pantalla Full HD 1080p.
No obstante, lo más novedoso de esta pantalla no serán las 5,9 pulgadas, sino el hecho de que puedan estar fabricadas con un compuesto flexible. Y es que, esto último haría que la pantalla fuera mucho más resistente, y que fuera mucho más difícil romperla. Así, el Samsung Galaxy Note 3 podría contar con una pantalla resistente incluso a las caídas. Y es que, ya sabemos todos que ante una caída, uno de los componentes más frágiles de los dispositivos son las pantallas, que pueden fácilmente dejar de funcionar de la manera correcta.
Los nuevos smartphones cada vez incorporan más características que los hacen resistentes. Si últimamente vemos que pueden ser sumergidos en el agua, ahora podríamos empezar a ver los dispositivos con pantallas irrompibles. Veremos finalmente qué lanza Samsung. El lanzamiento del nuevo Galaxy Note 3 se espera para el mes de septiembre.
Pantalla flexible OLED: ventajas reales y dudas resueltas
Cuando se habla de OLED flexible, no significa una pantalla que se doble libremente en el uso diario, sino un panel construido sobre sustrato plástico en vez de vidrio. Este cambio reduce el grosor y el peso del módulo y mejora su tolerancia a torsiones y golpes accidentales. La durabilidad percibida se incrementa porque el panel es menos propenso a quebrarse.
Una duda habitual es el recubrimiento: si el panel flexible se protege con un cristal táctil tradicional, ¿no se vuelve a comprometer la resistencia? Y si no lleva cristal, ¿no aparecerán arañazos con más facilidad? La respuesta pasa por combinaciones de cristal ultrafino y recubrimientos endurecidos que equilibran elasticidad y dureza. En protección, la dureza superficial suele medirse en la escala de Mohs (1 a 10): soluciones tipo vidrio templado catalogadas como 9H se sitúan en la franja alta y ayudan a minimizar rayones, un buen complemento para una pantalla flexible orientada a soportar impactos.
Versiones y antecedentes: Note 3 y los primeros curvados de Samsung
La propia Samsung ha explorado ya el concepto con un smartphone de diseño cóncavo que heredaba rasgos del Note 3, pero no pertenecía a la familia Note. Aquel equipo montaba panel OLED flexible instalado sobre un chasis rígido curvado para ganar ergonomía, y proponía funciones que aprovechaban la forma: Round Interaction para ver notificaciones al inclinar el teléfono, Gravity Effect con animaciones al balancearlo y controles de música que cambiaban de pista con leves toques en los laterales. Ese modelo prescindía de S-Pen y de las funciones avanzadas del lápiz, pero demostró que la curvatura no limita el rendimiento.
En hardware, el enfoque curvado no implicaba recortes: se llegó a ver un Snapdragon 800 con 3 GB de RAM, cámara de 13 MP y conectividad LTE-Advanced. También hubo ajustes de diseño y batería para adaptarse a la curvatura y materiales plásticos con trasera de efecto cuero. Estos antecedentes refuerzan la idea de que un Note 3 con panel flexible puede mantener especificaciones de primer nivel.
Tamaño y resolución: de 5,7 a 5,9 pulgadas en Full HD
Las filtraciones sitúan la diagonal del Note 3 entre 5,7 y 5,9 pulgadas y resolución Full HD. Ese rango concilia el salto frente al modelo previo con un formato cómodo para productividad con S-Pen. La densidad de píxeles continuaría en un nivel nítido y acorde a la gama alta, y la tecnología OLED aportaría negros profundos y alto contraste sin sacrificar autonomía.
En paralelo, la carrera por estrenar antes las pantallas flexibles ha enfrentado a Samsung y LG, acelerando la madurez de esta tecnología. La integración en un Note apuntaría a un panel robusto, de corte premium y bien optimizado para el software del lápiz.
Resistencia y usos: caídas, ergonomía y protección extra
El beneficio práctico de un panel flexible es doble: por un lado, una mayor resistencia a golpes al reducirse el riesgo de fractura; por otro, diseños ergonómicos ligeramente curvados que mejoran el agarre y la interacción. Combinado con certificaciones frente a agua o polvo en el chasis, el conjunto se acerca a esa idea de móvil todoterreno que ya vimos en gamas como Active.
Para quienes trabajan en entornos exigentes o practican deporte, añadir un protector de alta dureza puede marcar la diferencia ante rayones diarios. Recordemos que, en la escala de Mohs, valores altos indican mayor resistencia al rayado; la pantalla flexible mitiga impactos y un buen recubrimiento endurecido protege del desgaste superficial. Esta suma encaja con la promesa de un Note 3 más duradero, sin comprometer color, brillo ni respuesta táctil.
Con todo, la apuesta de Samsung pasa por llevar las ventajas del OLED flexible más allá del prototipo, priorizando fiabilidad y experiencia diaria. Si el panel crece en diagonal, gana definición y mejora su tolerancia a caídas, el salto respecto a generaciones previas será tangible para cualquier usuario del ecosistema Note.

