El Oppo R5 comienza a dejarse ver en las entidades certificadoras mundiales y, por lo tanto, queda claro que el fabricante ya está trabajando en este dispositivo. Eso sí, por ahora no se tienen muchos datos de cómo será el terminal y, por ejemplo, si será un sustituto del R3 o convivirá con él. Lo normal es que este modelo no retire del mercado el antes mencionado, ya que el Oppo R3 es un terminal que fue presentado de forma oficial en el mes de junio y, por lo tanto, tiene recorrido todavía (además, si se sustituye con gran rapidez, la amortización de este modelo no sería la adecuada). Por lo tanto, lo normal es que no se produzca sustitución alguna, pero en el segmento de la movilidad es complicado saber esto con certeza.
Certificación y anuncio
Se ha podido ver una referencia específica al teléfono en la entidad certificadora de Indonesia, llamada Postel —que es a ese país lo que la FCC en EEUU—. Esto indica que el diseño está finalizado y que se están dando los pasos para su anuncio oficial. En términos prácticos, este tipo de certificaciones anticipa una comercialización cercana, con versiones orientadas a diferentes regiones y bandas.
Diseño ultrafino y construcción
El R5 presume de un perfil de 4,85 mm, uno de los más delgados en su categoría, con un cuerpo metálico que transmite sensación premium y una rigidez notable. El peso se sitúa en 155 g, una cifra coherente con el uso de materiales metálicos. El módulo de la cámara sobresale ligeramente, algo casi inevitable en terminales tan finos. En mano, es un equipo elegante, sólido y sin crujidos, con botones metálicos bien ubicados. La pantalla está protegida por Corning Gorilla Glass 3.
Pantalla AMOLED
El Oppo R5 monta un panel AMOLED de 5,2 pulgadas con resolución Full HD (1920 x 1080) y una densidad en torno a 423 ppp. Es un panel con colores intensos y negros profundos, propio de la tecnología OLED, con matriz Diamond Pentile. El brillo es competitivo y el contraste sobresaliente; además, refleja poco y ofrece buena visibilidad en exteriores. De serie puede venir con una lámina protectora colocada, que añade un plus de seguridad frente a microarañazos.
Rendimiento, memoria y batería
En su interior encontramos el Qualcomm Snapdragon 615 (MSM8939), un chipset de 64 bits con ocho núcleos Cortex-A53 (cuatro a 1,7 GHz y cuatro a 1,0/1,1 GHz), acompañado por la GPU Adreno 405. Junto a 2 GB de RAM y 16 GB de almacenamiento interno, ofrece una experiencia fluida en navegación, multitarea y juegos 3D moderados. No dispone de ranura microSD, por lo que conviene gestionar bien el espacio disponible.
En pruebas sintéticas, este hardware se sitúa cerca de soluciones más potentes en cargas CPU, aunque por gráficos queda por debajo de GPUs de gama superior. La disipación del chasis metálico ayuda a evacuar el calor, si bien el tacto templado puede hacerse notar en sesiones exigentes.
La batería es de 2.000 mAh y, aunque cumple en usos moderados, puede quedarse justa al final del día si se estresa el dispositivo. La gran baza es VOOC, el sistema de carga rápida de la casa, capaz de llevar la batería hasta aproximadamente un 75% en 30 minutos con el cargador compatible, y completar la carga en torno a una hora larga.
Cámaras y vídeo
Oppo cuida este apartado con un sensor Sony Exmor IMX214 de 13 MP y lente f/2.0 en la cámara principal, que logra detalle, buen color y enfoque ágil con buena luz. Añade modos avanzados como RAW, Ultra HD con interpolación (hasta 50 MP), doble exposición, HDR, GIF, panorámicas, SuperMacro y un modo experto con control de exposición, balance de blancos y enfoque manual. La cámara frontal es de 5 MP con gran angular de aproximadamente 83° y f/2.0, ideal para selfies y videollamadas.
En vídeo graba a 1080p y 30 fps, con opción de cámara lenta a 720p/120 fps. El modo HDR de vídeo y foto puede resultar algo agresivo según la escena, introduciendo ruido en baja luz, pero la velocidad de disparo y el tratamiento general son convincentes para su gama.
Software y funciones
El R5 corre Android con la personalización ColorOS 2.0, una capa muy completa y personalizable sin cajón de aplicaciones al estilo iOS. Incluye gestos útiles como doble toque para despertar, captura con tres dedos, mini pantalla para uso a una mano y gestos sobre pantalla apagada (por ejemplo, dibujar una “O” abre la cámara o una “V” enciende el flash). También integra funciones con sensores como silenciar al girar el equipo y controles gestuales basados en la cámara frontal. Aunque es una capa rica en opciones, conviene considerar su ocupación de almacenamiento inicial.
Conectividad y sonido
Incluye LTE Cat 4 con soporte para bandas habituales, Wi‑Fi de doble banda, Bluetooth 4.0, GPS y A‑GPS (con soporte para GLONASS según mercado) y puerto microUSB 2.0 con OTG. Sobre NFC, algunas fichas lo listan, pero varias unidades analizadas carecen de esta función, por lo que puede depender de versiones/regiones. Un detalle diferencial por su delgadez es la ausencia de jack de 3,5 mm: se recurre a un adaptador por microUSB incluido. El altavoz de medios se comparte con el auricular superior, con un volumen correcto y timbre algo digital en llamadas ruidosas; la cancelación de ruido ayuda en ambientes complicados.
Estrategia de Oppo
Sea como fuere parece que Oppo ha tomado la decisión de ser muy activo en el lanzamiento de terminales, por lo que imitaría en cierta medida a la forma de actuar de Samsung. Es decir, todo lo contrario que otros fabricantes, que apuestan por un terminal durante un tiempo de vida largo para sacarle de esta forma todo el “jugo” posible. ¿Os parece una buena opción por parte de este fabricante?
Con un chasis finísimo, pantalla AMOLED, carga rápida VOOC y una cámara solvente, el Oppo R5 se perfila como un teléfono pensado para quien prioriza diseño sin renunciar a un conjunto equilibrado. Su memoria no ampliable y la batería ajustada son los peajes de un formato extremadamente delgado, pero su experiencia global y el cuidado por el detalle lo mantienen como una propuesta muy atractiva en su categoría.
