Evita que te espíen: cómo controlar los permisos en Android

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La seguridad de nuestros dispositivos Android es uno de los aspectos más controvertidos. A lo largo de los años, se han sucedido varios casos de agujeros de seguridad, así como de espionaje de aplicaciones. Esto último se ha propagado a lo largo de los últimos meses, por lo que os explicamos cómo controlar los permisos de las aplicaciones para evitar que te espíen.

Antes de empezar: cosas a tener en cuenta

Antes de empezar, es necesario comprender qué vamos a hacer realmente y qué son los permisos. Los permisos son accesos que se conceden a las aplicaciones para que puedan utilizar ciertas funciones. Por ejemplo, WhatsApp necesita permiso para acceder a tus Contactos y poder sincronizar tu agenda y buscar quién tiene instalada la app. Del mismo modo, cualquier aplicación que utilice SMS para enviar códigos de seguridad te pedirá acceso a tus Mensajes para poder leer dichos códigos de manera automática.

Por tanto, lo primero que hay que comprender es que todo permiso debe tener una base lógica detrás. Si una aplicación de Calculadora te pide acceso a tus Contactos o tus Mensajes, deberías sospechar. Lo segundo es que, si el producto es gratis, es que tú eres el producto. Tu información y tus datos es la moneda de tránsito para muchas empresas, por lo que si te pueden espiar, lo más probable es que lo vayan a hacer.

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Cómo controlar los permisos de las aplicaciones

Si te diriges a los Ajustes de tu dispositivo y entras en Aplicaciones y notificaciones, encontrarás un submenú llamado Permisos de aplicaciones. Si entras, verás todos los tipos de permisos que hay y cuántas aplicaciones lo tienen concedido respecto a cuántas podrían tenerlo. Si entras en cada uno de ellos, verás la lista de apps correspondiente, y un botón para activar o desactivar el permiso.

A partir de aquí, es «sencillo». Se trata de ir entrando en cada uno de los permisos e ir denegándolo a aquellas apps que consideres que no lo necesitan. Pueden suceder varias cosas a partir de aquí: la aplicación puede funcionar de forma normal; la app puede dejar de funcionar hasta que le des el permiso o te puede saltar un aviso de que la app está construida para una versión anterior, pero funcionar bien igual. Si quieres ver los permisos concretos de una sola aplicación, abre su panel de información y verás directamente una opción para entrar en su panel de permisos.

Desde aquí, deberás considerar qué vale más la pena: tu privacidad o el uso. Como recomendación, la mayoría de apps no necesitarán muchos de los accesos que piden. Si, además, te piden acceso para funciones que no usas, ¿para qué concederlos? Si no usas servicios de ubicación en Twitter o Instagram, desactívalos. Si no usas el micrófono en WhatsApp o Facebook, desactívalo. Y, sobre todo, sé proactivo. Tus datos son su moneda, ellos no los van a proteger por ti.