Una explosión se ha producido en una fábrica en Foxconn que ha tenido graves consecuencias. Ya no para los fabricantes de smartphones, que ellos también van a tener problemas para fabricar sus nuevos teléfonos inteligentes, sino para los empleados. 68 muertos y 200 heridos en dicha fábrica, lo que demuestra claramente que las condiciones de trabajo y seguridad en dichas fábricas no es como debería ser.
Son múltiples las críticas a las fábricas de China, sobre las cuales se afirma que las condiciones de trabajo de los empleados son realmente malas. Sin embargo, en este caso ya no hablamos de las condiciones del trabajo de estos, sino de algo que es mucho más importante, y es la seguridad de los mismos. Y es que, es de esperar que estas fábricas, que producen componentes para los smartphones más caros del mundo, también cuenten con las medidas de seguridad correspondientes para proteger a sus empleados. Sin embargo, no es así. Y es que resulta difícil imaginar lo que ocurriría en Europa si se produjera una explosión en una fábrica de nuestro continente y murieran más de 60 personas, y hubiera 200 heridos.
Esta fábrica, que en realidad no es de Foxconn, sino una fábrica subcontratada por la compañía, se encarga de la fabricación de componentes para smartphones como el iPhone 6 o el Xiaomi Mi4, que ahora podrían ver complicado su lanzamiento debido a los problemas de producción. No obstante, la fábrica se encargaba en total de la fabricación de componentes para 40 empresas distintas, por lo que no solo será un problema para Apple y Xiaomi, sino también para otras muchas compañías.
Sin embargo, queremos destacar especialmente lo que anteriormente hemos dicho, que no son tan importantes los problemas de producción de estos smartphones como las vidas perdidas de aquellos empleados que trabajan en condiciones de seguridad pésimas para que nosotros podamos comprar smartphones de 700 euros, y las compañías que contratan a estas fábricas, al final sean consideradas las más valiosas del mundo. No hablamos de compañías que ganan lo justo para mantenerse, sino de compañías que actualmente están primeras en la lista de las más valiosas. ¿De verdad vale la pena que 68 personas pierdan la vida para poder rentabilizar todavía más la fabricación de smartphones como el iPhone 6 o el Xiaomi Mi4?
El texto es mucho más cabal y humano de lo que sugiere el titular.