Los que apuestan por las gafas inteligentes Google Glass son cada vez menos, tanto es así que todo apunta que se ha quedado en un desarrollo con una orientación principalmente profesional, y con la intención de no hacer mucho “ruido” con ellas en lo que se refiere su evolución. El caso, es que este producto no está muerto, pero pasa a ser parte de una iniciativa de Alphabet denominada Project Aura.
Por un lado, esto viene a confirmar lo que no hace mucho indicó la compañía de Mountain View: las Google Glass no están muertas, pero su evolución será diferente de cómo se conocía hasta la fecha (sin tanta fanfarria y noticia filtrada). El caso es que según se ha conocido este accesorio separable pasa a ser parte de Project Aura, que es el específico para este tipo de productos en Alphabet, la nueva compañía que se utiliza de paraguas para todo lo que es Google. Hoy esa línea toma forma con Android XR, una plataforma pensada para gafas y visores, y con la integración nativa de Gemini como asistente multimodal.
Por lo tanto, parece claro que la importancia de las gafas inteligentes es muy menor, pese a ser una apuesta personal de Sergey Brin, y en vez de tener una entidad propia ahora es parte de una iniciativa en la que se trabajarán en diferentes dispositivos similares para ponerlos en el mercado. Curioso resulta también que pasen las Google Glass a ser parte de un “proyecto”, algo que se suponía que dejó atrás hace un tiempo, lo que demuestra que queda mucho trabajo para que estas sean una opción viable en el mercado profesional (ni que decir tiene que mucho más para una posible utilización por el usuario doméstico). Aun así, la estrategia actual busca casos de uso prácticos y continuos que encajan mejor con la madurez del ecosistema.
¿Qué significa este cambio?

Lo primero es que definitivamente queda claro que, pese a que las Google Glass no están acabadas, sí que se tiene que replantear su futuro, que no es precisamente el impactante que en su momento quiso mostrar la compañía de Mountain View. Aparte, que los cambios que se pueden producir en estas serán importantes, tanto en el diseño, como en el hardware y, quien sabe, si incluso en lo que se refiere al nombre en el que de alguna forma la mención a Project Aura -que está dirigido por Ivy Ross, pero dependiendo de Tony Fadell que es quien también controla Nest- esté presente. En definitiva, que las gafas inteligentes mostraron lo que es capaz de hacer Google, pero que la aplicación como muchos creíamos es otro cantar.
El nuevo enfoque trae una experiencia tipo see-through (OST): el usuario ve el mundo real y, encima, capas de información contextual. En demos públicas recientes, el equipo mostró una interfaz superpuesta que permite recibir mensajes, reproducir música, consultar rutas en Maps, acceder a YouTube Music o interactuar con Gemini por voz, sin sacar el móvil ni tocar botones. Incluso se vieron traducciones simultáneas con interpretación de voz entre distintos idiomas y consultas visuales en tiempo real, como reconocer una obra y sugerir contenido relacionado.
Esta aproximación se apoya en Android XR, que facilita portar apps existentes del ecosistema Android a un formato espacial. Las aplicaciones 2D pueden ejecutarse en ventanas flotantes y las nuevas apps XR aprovechan el anclaje al entorno, la conciencia de contexto y la multimodalidad de Gemini. Para los desarrolladores se están liberando SDKs con compatibilidad para visores y gafas, preparando también el Play Store para XR.
En el plano técnico, los prototipos señalan el uso de Snapdragon XR de Qualcomm y una arquitectura que puede ser tethered (con unidad de procesamiento externa o móvil conectado) para aligerar el peso del marco. Según fuentes del sector, la configuración de cámaras incluye sensores para mapeo del entorno y una cámara adicional frontal que habilita funciones de IA, como detección de objetos y asistencias contextuales in situ.

En el apartado óptico, Project Aura explora opciones como óptica birdbath (más luminosa y con campo de visión amplio, aunque algo más voluminosa) frente a waveguides (más finas y transparentes, pero de mayor coste y FOV típicamente menor). El equilibrio entre comodidad, precio y calidad visual será clave para que el producto llegue a un público más amplio sin renunciar a la experiencia.








En paralelo, Google está tejiendo un ecosistema con socios clave: Xreal lidera el desarrollo de unas gafas de tipo óptico con diseño de uso diario; Qualcomm aporta la capa de silicio optimizado para XR; y las alianzas con marcas de gafas como Gentle Monster y Warby Parker apuntan a integrar estilo y tecnología, con opciones de cristales graduados para quienes lo necesiten.

Buen comienzo de Project Aura
Aparte de contener dispositivos como las gafas Google Glass, parece que se quiere potenciar a esta iniciativa con talento, que es lo que siempre importan al final. Un ejemplo de lo que digo es que se han contratado a diseñadores y desarrolladores de Lab126 de Amazon (por ejemplo Amir Frenke o Dima Svetlov, este último muy implicado en Amazon TV). El caso es que la apuesta por los dispositivos wearables es clara y, como se dice en una famosa película: Google estaría anunciando que “no hemos escatimados en gastos”.
El caso es que Google Glass cada vez está más lejos de ser lo que fue y de tener una importancia capital para la compañía de Mountain View. Por lo tanto, no hay que esperar en un futuro cercano que se tengan noticias al respecto, ya sea de actualizaciones de software o de presentaciones para desarrolladores. Ahora, hay que darles tiempo, ¿o ya no lo tienen?..
Hoy ese “buen comienzo” se materializa en una hoja de ruta más amplia. Project Aura no es solo un nombre: es un paraguas para gafas see-through conectadas, visores XR y experiencias ancladas a Android XR. Google y Xreal han mostrado prototipos con notificaciones manos libres, navegación paso a paso, subtitulado y traducción en vivo, teleprompter para creadores y acceso a contenidos personales en ventanas flotantes, todo controlado por voz con Gemini. La prioridad está en usabilidad diaria y seguridad, con procesamiento local y/o delegado a una unidad externa.
La relación con la comunidad de desarrolladores es otro pilar. Xreal y Google invitan a portar apps de Android XR para visores al nuevo factor gafas con adaptaciones mínimas, y fomentan crear experiencias nativas que combinen visión por computadora, IA multimodal y persistencia espacial. Este enfoque recuerda a la estrategia de Wear OS: Google ofrece la plataforma, los socios aportan el hardware y las marcas de moda la estética.
En el mercado, Project Aura se posiciona frente a propuestas como los visores premium orientados a productividad y entretenimiento inmersivo, así como frente a prototipos de RA avanzada de otros fabricantes. La ventaja diferencial aquí es la combinación de portabilidad, ecosistema Android y Gemini: una triada con potencial para acelerar la adopción del cómputo espacial en contextos cotidianos.
También se han compartido pistas sobre la arquitectura de producto: algunas variantes emplearán una unidad de procesamiento separada para maximizar autonomía y minimizar el peso en la montura, con la vista puesta en que, a medio plazo, un móvil pueda asumir esa tarea. Esta modularidad permite ajustar costes, grosor del chasis y batería sin comprometer funciones clave como tracking del entorno, cámaras para IA o micrófonos para dictado y llamadas.
Más allá de la técnica, el reto será cultivar casos de uso convincentes que vayan de la productividad (documentos confidenciales en pantalla flotante), a la logística y asistencia técnica remota, pasando por la educación, el turismo guiado y el ocio: ver deportes en una pantalla virtual, superponer datos en tiempo real o capturar momentos en primera persona sin sacar el teléfono. La presencia de Gemini y proyectos como Project Astra —capaz de ver y oír para comprender el contexto— apuntalan experiencias fluidas que entienden el entorno y responden al instante.
Todo indica que Project Aura es el vehículo con el que Google reinterpreta su visión original de Glass: hardware más cercano a unas gafas convencionales, plataforma XR unificada, IA contextual al centro y un tejido de socios que acelera la llegada de un catálogo sólido. Si el ritmo de desarrollo se mantiene y el software acompaña, el salto de nicho a mainstream estará más cerca que nunca.
Project Aura consolida a Google Glass dentro de un marco más maduro y colaborativo: se mantiene lo aprendido en empresa, se suman ópticas y chips optimizados, se prioriza la comodidad y se pone a trabajar a toda la comunidad Android. No es solo el retorno de unas gafas, es la apuesta por una interfaz natural que acompaña al usuario en el mundo real con la ayuda de la IA, a un toque —o una frase— de distancia.


