Google Lens, las lentillas inteligentes del futuro

Los smartphones son ya parte del pasado. Y no es que sean antiguos, sino que en el mundo de la tecnología cualquier cosa que pertenece al presente ya es parte del pasado en sí misma. Las gafas y los relojes inteligentes en el futuro. Y la consecuencia directa de estos serían las Google Lens, las lentillas inteligentes que sustituirían a las Google Glass.

Google Lens, la sucesión lógica

La historia demuestra que las Google Lens serán el futuro. Y no es que tomemos como historia a las películas de ciencia ficción, sino que hemos podido ver como la era de las gafas fue sustituida por la era de las lentillas. Aunque las gafas actualmente siguen siendo parte de la moda, las lentillas son casi el estándar para una gran cantidad de personas. Está claro que el relevo natural de las gafas inteligentes serán las lentillas inteligentes. Además, la diferencia sería mínima en lo que a funcionalidad respecta.

Los avances tecnológicos van en esa línea

Ya existen compañías que trabajan en crear smartphones donde todos los componentes sean transparentes. Por otro lado, también se trabaja ya con procesadores de un tamaño muy pequeño. Obviamente, en este campo habría que trabajar muchísimo, pero parece claro que es el siguiente objetivo.

La batería será otro de los obstáculos elementales. No obstante, para ser tan pequeñas podrían no necesitar demasiada batería. Como son lentillas que se quitan, al guardarlas podrían cargarse y acumular energía suficiente para todo un día.

Necesitarían un núcleo principal

Aun así, lo más probable es que necesitaran un smartphone que hiciera de núcleo principal. De esta manera, se limitarían a ser simples pantallas con pocas funciones. Lo ideal es que a esto se le añadiera unos auriculares semejantes, y que todo fuera conectado a una pulsera, que llevara el procesador, y que se conectara a Internet.

Google Lens en 2019

Si tuviéramos que hacer una estimación sobre el posible lanzamiento de las Google Lens, podríamos decir que su llegada se produciría en 2019. El salto generacional de smartphone a gafas y relojes inteligentes se produce en unos seis años, y podemos esperar lo mismo. En no demasiado tiempo ya podrá conseguirse un planteamiento plausible, y solo habría que solucionar los problemas más complejos, como la compatibilidad con el ojo humano, así como la condensación de todo en unas lentes muy pequeñas.

Advertimos, eso sí, de que todo esto es pura especulación, y que nada está basado en información que proviene de ninguna fuente. Únicamente se trata de un análisis algo ficticio sobre lo que podría llegar en los próximos años. Podéis dar vuestra opinión en los comentarios, así como cuestionar el planteamiento.