Google Play for Education, un paso adelante para las escuelas

Logo de Google Play

Cuando yo iba al instituto no se utilizaba apenas WhatsApp. Conectarse a la red WiFi del instituto era lo máximo que podíamos conseguir, y servía para bien poco, aparte de para buscar información necesaria para completar el trabajo que habíamos dejado sin hacer. Hoy en día todo eso ha cambiado, y Google lo sabe. Por ello ha lanzado Google Play for Education.

Cualquiera que vea la presentación que realizó la compañía hace dos días podría pensar que se han limitado a mirar el plantel de propuestas que tiene Apple, y lanzar todo lo que le faltaba. Bueno, algunos seguro que pensarán así, pero es mucho mejor pensar que por fin otra compañía da un paso adelante en el sector educativo lanzando herramientas que podrán aprovechar las escuelas, los profesores y los institutos. Google Play for Education, en realidad, es el resultado de la demostración de que se están utilizando las aplicaciones y los tablets Android en los centros de enseñanza, y que también se merecen una plataforma que facilite el uso de todas estas herramientas.

25 millones de estudiantes y profesores utilizan ordenadores con sistema operativo Chrome OS, tablets con Android, o aplicaciones para este último sistema operativo. España es uno de los países en los que se utilizan, con un millón de participantes. De hecho, aparecimos en el Google I/O, junto a otras escuelas americanas.

Entre todo lo que se presentó, destaca especialmente la nueva tienda Google Play for Education, donde se van a incluir todas las aplicaciones que estén especialmente dirigidas al sector educativo. Y obviamente, no solo aplicaciones, sino contenidos como libros, vídeos, o grabaciones. Pero no será un lugar donde encontrar ese contenido simplemente, sino que serán los propios profesores los que podrán gestionar los grupos con los que está trabajando. De esta manera, podrá recomendar aplicaciones que estos deben utilizar. Y es más, no solo podrá recomendar las aplicaciones, sino que también podrá enviarlas a los tablets de los estudiantes, y añadir el cobro de estas a una cuenta común. Esto es ideal para que las escuelas creen una cuenta con fondos dirigidos a la compra de aplicaciones para educación. De esta manera, los profesores solo tendrían que seleccionar las aplicaciones, compartirlas con sus alumnos, y sería el propio centro el que se estaría haciendo cargo del pago de las apps, sin necesidad de que ninguno de los alumnos tenga que hacer nada más que descargarla.

Logo de Google Play

Pero no solo se han hecho avances en lo que tiene que ver con las aplicaciones, sino que ahora Google también va a realizar ofertas a los centros educativos para que compren tablets y ordenadores a los alumnos. Podrán adquirirse ordenadores con sistema operativo Chrome OS, y tablets Nexus ideales para la educación. Obviamente, ningún centro puede hacerse cargo de la compra de estos tablets para los alumnos, y menos en los tiempos en los que vivimos, pero nunca sabemos cómo podrían cambiar las cosas. No es difícil que cualquier alumno gaste más de 200 años al año en libros y material educativo. Al final, si los tablets son rebajados, no sabemos hasta qué punto podría ser más rentable regalar tablets a niños, junto con las aplicaciones preparadas específicamente para ellos, que «regalar» los libros. Y aún podríamos ir mucho más allá. Es verdad que un ordenador portátil siempre será más caro que los libros de un año. Pero la realidad es que hoy en día tener un ordenador para los estudios es algo casi imprescindible, si puede conseguirse este a través de la escuela por un precio rebajado, pues entonces la situación ya varía.

Y todo, sin tener en cuenta que un tablet o un ordenador pueden durar muchos años, mientras que los libros al final son de un solo año. A esto habría que sumar muchísimas cosas. ¿Cuánto cuesta una calculadora? Ya la tenemos en el tablet. ¿Y si es una calculadora gráfica? Fácilmente podríamos superar los 100 euros. En un tablet tenemos no solo calculadoras gráficas, sino programas muchísimo más potentes. Normalmente también son de pago, pero lo cierto es que el precio es muy inferior.

Y por último, si todo esto sirve para que la educación sea todavía mejor, entonces el gasto está justificado. No vivimos en una época en la que las ayudas económicas vayan a permitir que los institutos puedan comprar estos tablets a los alumnos, pero si la tecnología continúa así, los institutos podrían convertirse en una especie de tienda donde comprar tablets y ordenadores a un precio inferior. Uno debe plantearse, ¿cuánto cuesta una mesa, o una silla? ¿Cuánto cuesta una pizarra, y un proyector? ¿Podemos calcular cuál es el presupuesto de un instituto y ver si es factible buscar la manera de facilitar tablets a los alumnos? Es una cuestión de tiempo que esto sea una realidad.