Últimamente están apareciendo multitud de fallos de seguridad en el sistema operativo de los de Mountain View. Ahora, la controversia ha llegado de la mano de Google Wallet, el servicio de pagos por NFC que pueden utilizar los dispositivos capacitados en la zona de Estados Unidos. Pues bien, este no podrá usarse si el móvil ha sido rooteado. Ninguna persona con privilegios de superusuario podrá utilizar la aplicación de Google Wallet. Y es que con ellos, sería capaz de acceder al PIN personal de usuario y realizar los pagos sin consentimiento del mismo.
Pero parece que, lo que ha levantado ampollas es la reacción de Google ante el problema. Ha decidido limitar el uso de Google Wallet a los usuarios cuyo dispositivo no está rooteado. Solo ellos podrán seguir usando el servicio de pagos de la compañía, el resto, tendrá que decidir si perder su Root o no usar Google Wallet.
Lo peor de todo es que el fallo en realidad es de Google, no del software que añade ningún fabricante ni ninguna operadora y, por tanto, deberían haberse percatado del error antes de lanzar un servicio en el que se jugara con el dinero de los usuarios.
No obstante, la reacción de Google ante el fallo detectado no me parece errónea. Ahora tienen que ponerse las pilas y reescribir el código de todas aquellas aplicaciones que hagan uso de este servicio. El hecho de que hayan cortado el grifo a los usuarios de Google Wallet es lo que hace enfadar a los usuarios, que dicen que lo que debe hacer es lanzar una actualización sin problemas de seguridad. Es obvio que la compañía ya está trabajando en ella. Pero por el momento, lo que no puede hacer es dejar una puerta abierta a las cuentas de los usuarios, sobre todo después de que se haya hecho tan público. Por ello, es lógico que no permita a los usuarios con móvil rooteado que puedan usar Google Wallet. Sin embargo, lo más probable es que cuando haya disponible una versión con todas las vulnerabilidades solucionadas, los superusuarios puedan volver a utilizar el servicio de la misma forma que antes.