Google compite contra Apple por crear el mejor sistema operativo móvil del mundo. Ambos se atacan. Incluso algunos fabricante de Android entran en batallas legales con Apple por temas de patentes, y parece que la mayor rivalidad del mundo sea la que se está creando entre Samsung y los de Cupertino. No obstante, ambas dos se favorecen mutuamente. Y es que entre estas dos podrían llegar a dominar a final de año el 98% el mercado de los smartphones de todo el mundo, matando así al resto de sistemas operativos.
Para ellos es una noticia genial. Cuanto más crezcan, más se aseguran su futuro, cuanto más se acostumbre la gente a sus sistemas operativos más difícil será que dejen de usarlos. Y unos se favorecen a los otros. Cuanto más crezca iOS, más crecerá Android, es una cuestión de rivalidad. Sea como sea, si lo miramos con perspectiva, se trata de los dos sistemas operativos móviles más extendidos del mundo. Si siguen creciendo, los que van a descender van a ser los demás y eso acaba con parte de la competencia del otro.
¿Quiénes son los damnificados? Microsoft, que ve como Windows Phone no acaba de tirar. Cuanto más crezcan estas dos, peor lo van a pasar. Por supuesto, Research in Motion es otra de las que va a sufrir muchísimo este éxito de Android y iOS. BlackBerry anda de capa caída, y no pinta nada bien la cosa para ellos, que lo cimentaban todo en su plataforma móvil. Microsoft podría salir aunque se hundiera todo su división móvil, Research in Motion no tendrá muchas más opciones que dejarse comprar por alguna de las compañías que ya se haya convertido en gigante para ese entonces. Ya se habló en el pasado de una posible compra por parte de Samsung, y no sería raro que algo así acabara ocurriendo.
En cualquier caso, estos datos solo son predicciones que no tendrían porqué cumplirse. Es el analista Trip Chowdhry, de Global Equities Research, el que ha hecho las declaraciones de lo que esperan.
No quiero hacerme el listo pero, aunque es posible que BlackBerry acabe desapareciendo, me resulta realmente complicado que ocurra lo mismo con Windows Phone 8. Si hay una cosa que sabe hacer bien Microsoft es acabar explotando un producto que no acaba de convencer. No es que Windows Phone 8 no convenza a quienes lo prueban, es que no consiguen convencer a suficiente gente para que lo pruebe, y eso produce un estancamiento. Aunque no creo que a final de año estemos en las circunstancias relatadas, sí podría ocurrir si Microsoft y Nokia no consiguen el éxito esperado con esta última partida de lanzamientos Lumia. Google y Apple, mientras tanto, siguen en su guerra personal como si la cosa no fuera con ellos. Se atacan, pero en realidad, están totalmente seguros en su rascacielos gigante, mientras otros empiezan a elegir la llave con la que echarán el cierre.