
El nuevo y esperado buque insignia de la compañía taiwanesa no deja de aparecer día tras día. HTC se puso la meta de mejorar en sus estrategias de marketing y de conseguir así que las miradas se volvieran a orientar hacia sus dispositivo. Así parece que ha sido, puesto que recientemente nadie deja de hablar del HTC M7. Lo último que sabemos está relacionado con su nombre, y es que, comercialmente se llamaría HTC One, a secas.
Sorprende ligeramente, dado que en la generación anterior toda la colección de smartphones llevaba el mismo nombre, aunque con un apellido añadido. Parece que en este caso van a prescindir de ese apellido y lo van a denominar simple y llanamente HTC One, con todo el peso que eso conlleva. Está claro que quieren darle una importancia superior, que quieren que se note que es un dispositivo especial para ellos, y que precisamente con el nombre quieren transmitir que no es simplemente uno más, sino que es el máximo representante de su trabajo.
Si nos fijamos, es lo que hacen muchas otras compañías. Apple es el mayor ejemplo de ello, tiene un nombre propio para su dispositivo, y lo único que varía es la numeración del mismo en función de la edición que se trate, pero no de las características del smartphone.
No ocurrirá eso que ha ocurrido en el pasado con algunas marcas, como Sony o incluso la propia HTC, y por qué no, también con Samsung. Resulta difícil diferenciar un Samsung Galaxy S3 de un Galaxy S3 Mini, tan complicado como diferenciar a simple vista un Xperia S de un Xperia P, y lo mismo podría decirse de los anteriores HTC One X y HTC One S. Las diferencias son pequeñas, y más si no podemos verlo con claridad. Esto hace que los dispositivos pierdan cierta personalidad. Sin embargo, ¿quién no es capaz de diferenciar un iPhone? En ocasiones resulta hasta fácil diferenciar entre las propias versiones del mismo.
Obviamente, los taiwaneses se lo están tomando en serio con su HTC One, y es probable que si siguen por este derrotero empiecen a remontar el vuelo y volver a recuperar la cuota de mercado que perdieron dentro del mundo de los smartphones.
Lo hemos leído en Phone Arena.
Nombre final y estrategia de marca

La decisión de llamarlo HTC One busca consolidar un nombre paraguas claro, reconocible y con continuidad. Esta simplificación pretende evitar la confusión provocada por apellidos y sufijos, reforzando un mensaje de tope de gama permanente, similar a lo que ocurre con otros fabricantes que mantienen una línea icónica y la iteran generación tras generación.
Diseño premium y experiencia en mano

El HTC One (M7) apuesta por un chasis monocasco de aluminio con trasera ligeramente curvada que mejora el agarre y la sensación de ligereza. La construcción es sólida, con uniones precisas entre metal, policarbonato y cristal, y una estética propia marcada por los altavoces frontales que refuerzan su personalidad. Entre los detalles de ergonomía, el botón de encendido se sitúa en el borde superior e integra infrarrojos para usar el móvil como mando a distancia. El control de volumen queda enrasado y se integra con discreción en el lateral. Estuvieron presentes acabados en negro, plateado y blanco, todos con sensación de producto premium.
Pantalla y sonido: S‑LCD3 y BoomSound

Su panel de 4,7 pulgadas con resolución Full HD ofrece una densidad de alrededor de 468 ppp, con tecnología Super LCD3 protegida por Gorilla Glass 3. Destaca por un brillo elevado (en torno a 490 nits), colores fieles y amplios ángulos de visión, lo que favorece la lectura, el vídeo y el juego. El conjunto multimedia se completa con dos altavoces frontales estéreo BoomSound con amplificadores dedicados y soporte de audio mediante conector de 3,5 mm y tecnologías como aptX.
Rendimiento, autonomía y conectividad

En su configuración final, el One (M7) integra un Qualcomm Snapdragon 600 (quad‑core a 1,7 GHz) con 2 GB de RAM y GPU Adreno 320, moviendo la interfaz con fluidez y ofreciendo cifras de rendimiento punteras. El almacenamiento fue de 32/64 GB internos; en determinadas variantes regionales se listó soporte para microSD de hasta 128 GB, mientras que otros modelos carecían de ranura. La batería de 2.300 mAh permite completar la jornada con uso moderado y cuenta con modo de ahorro de energía. En conectividad, ofrece LTE, Wi‑Fi a/ac/b/g/n (banda dual), Bluetooth 4.0 con aptX, NFC, DLNA, Miracast, GPS con A‑GPS y GLONASS, puerto micro‑USB 2.0 con MHL para salida de vídeo y compatibilidad con mando a distancia IR.
- Sensores: acelerómetro, proximidad, giroscopio y barómetro.
- Audio: cancelación activa de ruido con micrófono dedicado.
- Redes: 2G/3G/4G con soporte multibanda.
Cámara: UltraPixel, Zoe y vídeo HDR

HTC apostó por un sensor UltraPixel de aproximadamente 4 MP con píxeles de 2 µm, apertura f/2.0, lente de 28 mm, tamaño de sensor de 1/3″, estabilización óptica y procesado HTC ImageChip 2. La filosofía prioriza captar más luz por píxel para mejorar en escenas con poca iluminación, con buen balance de blancos y velocidad de enfoque/disparo muy altas. Permite HDR en foto, ráfaga, ajuste inteligente del flash y vídeo 1080p a 30 fps (con opción HDR) y 720p a 60 fps, además de cámara lenta. La cámara frontal fue de 2,1 MP con 1080p en la variante estándar; en algunas fichas regionales se listó un sensor frontal de 5 MP con BSI.
La función Zoe añade clips de 3 segundos antes y después de cada foto para crear momentos animados fáciles de compartir, mientras que la galería integra herramientas para montar secuencias, resúmenes y efectos.
Software y servicios: Sense 5, BlinkFeed y Sense TV

Con HTC Sense 5, la personalización se aligera y se organiza en torno a BlinkFeed, un panel de contenidos dinámico configurable que se puede relegar si el usuario prefiere escritorios tradicionales. Incorpora gestos en pantalla para despertar el teléfono y atajos rápidos, integración con Google Now y un conmutador de aplicaciones eficiente. Gracias al infrarrojo del botón de encendido, Sense TV actúa como mando universal con guía de programación, recordatorios y control de canales y volumen.
Disponibilidad, precio y contexto competitivo

Desde el primer momento se filtraron precios de lanzamiento de referencia: en Europa en torno a 649,99 €, y en EE. UU. 199/299 $ con contrato según la capacidad. Los plazos de comercialización se plantearon muy próximos a su presentación, una estrategia clave para competir de tú a tú con los buques insignia de Samsung, Sony, LG o Motorola en citas como el MWC. En este marco, su diseño de aluminio, la cámara UltraPixel y el audio BoomSound fueron las bazas diferenciales frente a pantallas más grandes o sensores con más megapíxeles de la competencia.
Detalles adicionales que marcan la diferencia
- Formatos multimedia amplios en audio y vídeo (MP3, AAC+, WAV, WMA, DivX/XviD, MP4, H.263/H.264, WMV) y Radio FM con RDS.
- Navegación con HTML5 y herramientas de productividad (visor Office y PDF, organizador, notas, comandos de voz).
- Integración social profunda y servicios de Google preinstalados.
- Accesorios compatibles vía MHL para salida HDMI y soporte HTC Connect.

Con una identidad de marca más clara, un hardware equilibrado, una cámara pensada para condiciones reales y un sonido muy por encima de la media, el HTC One (M7) logró convertirse en uno de los lanzamientos más sólidos de HTC, centrando el debate en diseño, experiencia y diferenciación más que en cifras aisladas.



