Hace unos días aprendí algo importante, y es que «los mundos de Yupi» era una serie de televisión infantil. Cuando algo es demasiado maravilloso o fantástico para que ocurra en el mundo real, se dice que eso ocurre en «los mundos de Yupi». Pero en uno de esos miércoles de septiembre aprendí algo más importante aún, un descubrimiento sin igual. Y es que «los mundos de Yupi» existen de verdad, sí, y están allá por California. Concretamente, se encuentran en Cupertino, y es el sitio en el que se encuentra Apple cuando dice que su iPhone 5 «no se parece a nada que se haya hecho antes en la industria». El marketing de Apple es brillante, pero conviene separar la hipérbole de la realidad técnica.
Espero que los fanboys de Apple podáis perdonarme la satírica broma de antes. Entrando en materia, siendo objetivos y poniéndonos un poco más serios, vamos a analizar si de verdad el iPhone 5 «no se parece a nada que se haya hecho antes en la industria». Yo soy de los que dice que el iPhone 5 ha mejorado hasta el punto de estar en el top de los smartphones de su generación. No tengo miedo de reconocer que está entre los dos o tres mejores dispositivos inteligentes del mercado. Pero de ahí a pensar que es algo único hay una diferencia grandísima. Y es que si de verdad consideramos único al iPhone 5 es que cualquier dispositivo del mundo es en sí mismo único. Pero en lo que se refiere a sus características, no es para nada único. Veámoslo en profundidad:
Antes de entrar a las comparativas: ¿qué sí afinó Apple en el iPhone 5?
Hay ingeniería interesante detrás del iPhone 5, y entenderla ayuda a valorar por qué adelgazó y por qué se siente tan ligero y sólido. Apple combinó varias decisiones técnicas: pantalla con integración táctil «in-cell», nuevo conector Lightning muy compacto, un procesador A6 personalizado sobre arquitectura ARM, diseño de antenas conmutables para mejorar la recepción y una carcasa de aluminio anodizado con piezas de vidrio que refuerzan estética y señal. Ninguna de estas piezas, aislada, era inédita en el mundo móvil, pero el mérito está en cómo las integró en un cuerpo delgado y rígido sin destrozar la autonomía.
1.- «Es el smartphone más delgado del mundo»
No quiero hacer más sangre de esto, ya la hice el mismo día de la presentación, comparándolo con otros modelos como el Galaxy S3. Apple ajustó mucho los datos. Hay smartphones más delgados que son más gruesos en algunas partes del dispositivo, hay otros que son más delgados en su totalidad, pero que todavía no están en el mercado, pero el iPhone 5 tampoco está en el mercado aún, ¿no?. En fin, muy rebuscados han sido en la compañía de la manzana, aunque ya sabemos que suelen «flipar» así. Lo más fuerte es que todavía nos lo creemos. El mérito real está en adelgazar sin comprometer demasiado la batería ni la rigidez del chasis.
2.- «La nueva pantalla del iPhone 5 es de cuatro pulgadas»
Aquí sí que muero. Pienso en novedoso, y pienso en pantalla de cuatro pulgadas, y me quedo totalmente anonadado. El mercado Android ya había normalizado paneles de 4 pulgadas e incluso mayores. Pero lo mejor no es eso, sino que el propio Tim Cook, cuando habló del iPhone 4S, dijo que tenían un único tamaño de pantalla, y que eso se lo ponía más fácil a los desarrolladores. Pero claro, ahora que lo han cambiado se puede hablar de pantalla revolucionaria. Sinceramente, están usando las mismas frases que usaban en el pasado, pero es que antes eran ciertas, y ahora no. Eso sí, la elección de mantener el ancho y estirar la altura a 16:9 fue coherente con su filosofía de uso a una mano.
3.- «Somos capaces de añadir una quinta fila de iconos»
Sí, eso sí que es novedoso, no hay aplicaciones en Google Play que nos permiten modificar a nuestro antojo el launcher y añadir las filas y columnas que queramos de forma personalizada. No, ni tampoco Android dispone de widgets que aportan dinamismo a su pantalla. No, no los tiene desde hace años. Obviamente, después de esta ironía, no hace falta decir nada más sobre si es novedoso o no incluir una quinta fila de iconos.
4.- «HSPA+, DC-HSDPA, y sí… LTE»
Es tan novedosa esta característica, que hasta se barajó que pudiera traerla el iPhone 4S. Los primeros teléfonos con LTE comercial ya rondaban el mercado. Se vanaglorian de haber puesto LTE en su dispositivo, como si realmente fuera algo novedoso. Es que casi, después de una frase así, solo queda aplaudirles como a los niños después de hacer una coreografía en lo que poco importa si van descompasados o si lo hacen bien o mal (los que tengáis hijos pequeños, amigos cercanos con hijos, o sobrinos, primos o hermanos en edad de escuela, entendéis perfectamente a lo que me refiero).
5.- Cámara de «ocho megapíxeles»
HTC 4G EVO fue uno de los primeros dispositivos que contaba con una cámara de ocho megapíxeles. Si nos vamos a algo más reciente, los propios Sony Xperia, móviles fabricados por la misma fabricante que fabricaba los sensores de la cámara del iPhone 4S, también contaban con cámara de ocho megapíxeles. Los megapíxeles no lo son todo, pero la cámara de los Sony, por poner un ejemplo, no es precisamente mala. En el iPhone 5, Apple apostó por mantener 8 MP con sensor retroiluminado, mejor óptica y procesado, y ahí sí se notó el salto en consistencia. Para comparativas técnicas, véase Nexus 4 vs iPhone 5.
6.- Grabación de vídeo en 1080p (y los FPS)
Primer semestre de año, la compañía taiwanesa HTC presentaba su nuevo buque insignia, con procesador de cuatro núcleos, gran pantalla, y toda otra serie de buenas características. Hoy en día nos parece que ocurrió hace ya bastante tiempo. Pues sí, entre todas esas buenas características, se puede destacar la cámara de vídeo que llevaba, que permitió grabar en Full HD 1080p con altas tasas de cuadros por segundo en algunos modos. El iPhone 5 graba a 1080p con buena estabilización y la posibilidad de hacer fotos durante la grabación, y aunque no supuso un hito de FPS, ofreció una experiencia muy sólida y usable.
7.- «tal vez la novedad más sorprendente en el iPhone 5 se llama panorama.»
Hace mucho tiempo, en una galaxia muy muy lejana, se presentó un móvil de la marca LG que ni siquiera llevaba Android, era más gordo que un mando a distancia de televisión, y tenía una cámara de cinco megapíxeles muy novedosa para la época. Hablamos del LG Viewty. iPhone 5 toma fotos panorámicas y Apple dice que es muy novedoso, pero el LG Viewty, visto en ferias de referencia, ya lo hacía. Es verdad que su modo de echar fotos panorámicas era un poco primitivo, ya que se trataba de tomar varias capturas, que luego el dispositivo unía. Hoy el proceso es automático y guiado, con resultados de hasta 28 MP, algo que Apple integró con gran facilidad de uso.
Personalmente, me encanta el iPhone 5, me parece un gran dispositivo, y que tiene una serie de características muy equilibradas pero, de ahí a hablar de él como algo novedoso hay un mundo. Apple antes sorprendía con disrupciones y ahora refina con precisión. Llegaba y presentaba un móvil táctil inteligente con una fluidez envidiable, con una tienda de apps que rompía moldes, y con una serie de funciones ampliables gracias a esas aplicaciones. Todo eso llegó con los primeros iPhone. Después, presentó un móvil con un diseño encantador, probablemente el mejor dentro de la compañía de la manzana, y lo sacó con una pantalla Retina que ofrecía una calidad brutal. Incluso, sorprendió con el funcionamiento de Siri, que mantuvo a muchos con la boca abierta durante bastante tiempo. iPhone 5 no tuvo esa pegada. Las frases son las mismas, «más delgado del mundo», «más novedoso del mundo», «característica única en el mundo», pero realmente, ninguna hace justicia con la realidad. Apple, ¿qué es lo que está pasando? ¿Dónde está esa chispa? ¿Dónde está eso que os hacía únicos?
Pantalla: tecnología in‑cell touch, brillo y color
Apple habló de la integración táctil en el propio panel LCD. ¿Qué aporta? La tecnología in‑cell touch elimina una capa de cristal al integrar los sensores táctiles en el LCD. Con ello se consigue: menos grosor, menos peso y una distancia dedo‑píxel menor que mejora la sensación de inmediatez. Además, la reducción de interfaces ópticas entre capas mejora ligeramente el contraste percibido y reduce reflejos. El panel del iPhone 5, con relación 16:9, mantiene una densidad de 326 ppp, sube el brillo y gana saturación frente a su predecesor, lo que se nota a plena luz exterior.
¿El reto? Fabricación a gran escala. Integrar táctil y LCD complica el rendimiento de las líneas de producción, sobre todo en las primeras tandas. Apple lo resolvió con varios proveedores trabajando en paralelo. El resultado práctico fue un panel fino, con buena uniformidad y respuesta táctil rápida.
Lightning: un conector pequeño, reversible y con razones
La llegada de Lightning levantó ampollas por romper con el ecosistema de 30 pines. Pero hay motivos de ingeniería: es un conector un 80% más pequeño, reversible y con una interfaz digital adaptable que reduce componentes en la placa, dejando espacio para reubicar piezas como el jack de audio en la parte inferior. También soporta la energía que requieren dispositivos de mayor demanda, algo que no siempre garantiza micro‑USB en todos los escenarios, especialmente cuando se buscan cables compactos y pines reducidos. ¿Pegas? La transición dolió: adaptadores de pago y accesorios que no recuperaban todas las funciones.
Y sí, Lightning arrancó como USB 2.0 en transferencia, una oportunidad perdida para quienes esperaban más velocidad por cable. Aun así, su principal objetivo fue mecánico y de integración interna, no de throughput.
Chip A6: diseño a medida para rendimiento y eficiencia
«Apple diseña procesadores» no significa que fabrique desde cero como un foundry, sino que personaliza la microarquitectura ARM bajo licencia. With A6, Apple dejó de usar un núcleo ARM de catálogo para implementar una CPU propia alineada entre familias conocidas (Cortex‑A9 y Cortex‑A15), ajustada a sus necesidades de rendimiento por vatio. Además, integró una GPU más capaz y un proceso de fabricación compacto que recortó el tamaño del chip alrededor de un 22% respecto al anterior, ayudando a adelgazar el teléfono.
El efecto visible para el usuario: aperturas más rápidas de apps, juegos con mejor frame rate, una cámara que dispara más veloz y una interfaz que, aun pareciendo similar, va más desahogada cuando multiplica tareas.
Antenas y LTE: bandas, alternancia y Wi‑Fi dual
Apple estrenó una arquitectura de antenas dinámicas. ¿Qué significa? El iPhone 5 dispone de dos zonas de antena —superior e inferior— y el sistema conmuta la recepción para optimizar señal y reducir atenuaciones por la mano. En conectividad móvil, la compatibilidad LTE dependió siempre de las bandas soportadas por cada modelo y país, algo que condiciona la experiencia real de 4G. Aun así, la base de radio se complementa con Wi‑Fi 802.11n de doble banda (2,4 y 5 GHz) con velocidades teóricas de hasta 150 Mbps, lo que agiliza descargas locales y streaming en redes modernas.
Detalle a no olvidar: no todas las variantes de radio permiten voz y datos simultáneos bajo cualquier red. La experiencia variará según operador y tecnología de acceso.
Cámara: 8 MP con óptica mejorada, zafiro y Panorama
Sin subir megapíxeles, el iPhone 5 reforzó lo importante: sensor retroiluminado, lente de 5 elementos y cubierta de zafiro, más resistente a microarañazos. El software sumó Panorama asistido que compone imágenes de gran resolución con muy buena unión entre fotogramas, y el A6 redujo tiempos de disparo, mejoró el ruido y la nitidez en condiciones difíciles. En vídeo, estabilización más efectiva, detección de rostros y la posibilidad de capturar fotos mientras grabas. La frontal pasó a 720p para videollamadas decentes.
¿Revolución? No. ¿Consistencia y facilidad? De lo mejor de su momento, especialmente por su equilibrio entre hardware y procesado.
Audio, micrófonos y EarPods
El iPhone 5 incorporó tres micrófonos con cancelación de ruido y soporte de audio de banda ancha cuando el operador lo permite. El altavoz ganó presencia y la captación de voz en manos libres mejoró notablemente. En el paquete, los EarPods supusieron un salto en ergonomía y sonido respecto a los auriculares anteriores de Apple, con mejor ajuste y menos fugas.
Materiales, diseño y nanoSIM
La apuesta por el aluminio anodizado en la trasera, combinado con cristal en las zonas superior e inferior, dio un aire más robusto y una sensación premium al tacto, además de ayudar en radiotransparencia. Los bordes biselados, el cuidado del mecanizado y la reducción de peso hasta apenas 112 gramos marcaron diferencia inmediata en mano. ¿El coste oculto? La llegada de la nanoSIM, más pequeña, que obligó a cambiar tarjetas y adaptarse. La ventaja fue clara: más espacio interno para otros componentes.
Autonomía y rendimiento: lo que realmente se notó
Con todas las piezas anteriores, el iPhone 5 mantuvo una autonomía parecida o algo mejor que la del modelo previo en escenarios mixtos: redes sociales, cámara, navegación, vídeo ocasional y notificaciones. No era un «dos días de uso» en intensivo, pero cerrar el día sin apuros estaba a su alcance, siempre que no se exprimiera con juegos y 4G constantemente.
En rendimiento bruto, las mediciones de CPU y GPU dejaron claro que el A6 duplicó con holgura tareas comunes respecto a la generación anterior y ofreció un salto en gráficos. La sensación no solo se ve en benchmarks: carga de webs más ágil, fotografía instantánea, multitarea menos intrusiva y juegos con menos caídas de frames.
¿Entonces, fue innovador?
Si por innovación entendemos «algo que nadie ha hecho jamás», la respuesta es no. Si la entendemos como integración refinada de piezas ya conocidas (in‑cell, Lightning, antenas dinámicas, chip a medida, materiales), entonces sí: el iPhone 5 fue un ejemplo claro de ingeniería de producto. El problema surge cuando el discurso promete magia sin precedentes. Ahí es donde el contraste entre la expectativa y la realidad técnica genera la percepción de que faltó chispa. Además, todo esto ocurre en un contexto donde la guerra de patentes entre fabricantes no deja de ocupar titulares.
Con todo, conviene separar lo marketiniano de lo tangible: la ergonomía mejoró, la pantalla ganó en usabilidad sin sacrificar la mano, el audio y la cámara se pulieron, y el sistema siguió ofreciendo una experiencia muy fluida con una tienda de apps mastodóntica. Quien buscaba una revolución quizá la echó en falta; quien quería un teléfono redondo, encontró uno de los mejores de su momento.
Mirando hacia atrás, queda claro que Apple pasó de «sorprender con grandes saltos» a «perfeccionar con obsesión por el detalle». Ambas rutas son válidas, pero generan expectativas diferentes. Y esas expectativas, cuando se aderezan con frases como «no se parece a nada», nos llevan directos —otra vez— a los famosos «mundos de Yupi».
