Hace ya tiempo que se sabe que Huawei está trabajando en un nuevo procesador para dispositivos móviles. El modelo en cuestión llegaría para plantar cara a todos los SoC que hay en el mercado, incluido el “todopoderoso” Exynos 7420 de Samsung que se integra en los nuevos phablets que se anunciaron la semana pasada. El nombre del componente sería Kirin 950.
Algunos detalles de este nuevo Kirin 950 se filtraron hace un mes y, lo que se conoció de él es que integraría ocho núcleos, cuatro de ellos Cortex-A72 y otros tantos Cortex-A57. La frecuencia máxima de funcionamiento de los primeros, los más potentes, alcanzará los 2,4 GHz y la compatibilidad con memoria LPDDR4 estaría asegurada -así como el uso de cámaras de hasta 42 megapíxeles-. Todo un “bicho”.
Pues bien, hoy se han conocido los resultados que se habrían obtenido con un terminal que integra el Kirin 950 en la prueba Geekbench. Y, lo cierto, es que estos son bastante impresionantes. En el test de un único núcleo la puntuación obtenida es de 1.909 y, en el que se utilizan varios “cores” esta se sitúa en los 6.096. Si se comparan con los del Exynos 7420, la cosa está bastante clara: 1.486 y 4.970, respectivamente. Es decir, que será superior.
Arquitectura, proceso de fabricación y GPU
El Kirin 950 apuesta por una configuración big.LITTLE de ARM con dos clústeres: un bloque de alto rendimiento de hasta cuatro Cortex‑A72 (con picos en torno a 2,4–2,53 GHz según implementación) y otro de eficiencia con cuatro Cortex‑A53 a aproximadamente 1,8 GHz –en las primeras filtraciones se mencionó A57, aunque la configuración comercial combina A72 + A53–. Se fabrica en proceso de 16 nm FinFET (TSMC), lo que permite mayor densidad y menor consumo frente a nodos previos. En el apartado gráfico integra una Mali‑T880MP4, una GPU de su generación capaz de mover títulos exigentes con solvencia.
Memoria, almacenamiento y conectividad
En memoria, el salto a LPDDR4 está asegurado en terminales como el Mate 8, aportando mayor ancho de banda y eficiencia. Para el almacenamiento, el SoC es compatible con UFS 2.0 y eMMC 5.1, por lo que se beneficia de lecturas y escrituras mucho más rápidas y tiempos de carga reducidos. En conectividad, el módem integrado ofrece LTE Cat. 6 con hasta 300 Mbps de descarga y 50 Mbps de subida, VoLTE y una amplia compatibilidad de bandas, un terreno en el que Huawei históricamente ha sido especialmente fuerte.
Rendimiento y benchmarks
Además de los datos de Geekbench citados arriba, se han visto resultados sólidos en otras baterías de pruebas. En GFXBench, las filtraciones situaban al Kirin 950 por encima del Exynos 7420 en determinados escenarios gráficos. En suites sintéticas multicomponente, hay referencias en torno a 94.000 puntos en AnTuTu para dispositivos con este chip en su época, y en variantes/ediciones diferentes de Geekbench se han publicado números dispares según la versión de la app y el terminal empleado. Para juegos, la GPU Mali‑T880MP4 se mueve en rangos aproximados de 20 a 39 fps en títulos populares: por ejemplo, PUBG Mobile cerca de 39 fps, Call of Duty: Mobile alrededor de 36 fps, Genshin Impact en el entorno de 23 fps y Fortnite cerca de 20 fps, cifras que encajan con su perfil de GPU de gama alta de su generación. Más detalles y imágenes filtradas pueden consultarse en las primeras fotos del Mate 8.
Eficiencia, autonomía y coprocesadores
El salto a 16 nm FinFET y la arquitectura A72 aportan una mejor relación rendimiento/vatio. Huawei llegó a destacar mejoras palpables de autonomía con baterías de alrededor de 3.500 mAh, apoyadas por una gestión más fina de frecuencias y un control granular de estados de reposo. El SoC añade un coprocesador i5 para gestionar sensores en segundo plano –lo que habilita funciones de “escucha permanente” con mínimo impacto energético– y un DSP Tensilica Hi‑Fi 4 enfocado a audio, reduciendo la carga de la CPU en tareas de voz y multimedia.
Contexto competitivo y madurez del ecosistema
Con estas credenciales, el Kirin 950 no solo superó en varias pruebas al Exynos 7420, sino que recortó la distancia con propuestas de Qualcomm. En metodologías y métricas concretas publicadas por terceros, su rendimiento global ha llegado a compararse con soluciones como Snapdragon 636 o ciertos MediaTek Helio en escenarios aislados, demostrando que, según la versión de las pruebas y el dispositivo, los resultados pueden variar. Más allá de los números, la integración vertical de Huawei –gracias a HiSilicon– y un amplio músculo en I+D (decenas de miles de empleados dedicados y un presupuesto creciente) explican su rápido avance.
Modelos con Kirin 950
Pues lo cierto es que o hay nada concreto al respecto, pero apostar por que sea parte del nuevo Nexus que fabricará Huawei no es nada descabellado, ya que si se están probando algunas muestras del Kirin 950 es que se está cerca de llegar a la producción en masa, por lo que es viable. Además, todo apunta que este SoC es la razón para que el Mate 8 no sea de la partida en la feria IFA, ya que la intención de la compañía China es que este sea el procesador de su próximo phablet.
Al margen de los buques insignia, la hoja de ruta interna de la casa contemplaba familias como Kirin 940 para otros modelos, escalando prestaciones según rango de precio. En cuanto a la memoria en dispositivos reales, lo habitual ha sido ver configuraciones de 3–4 GB LPDDR4 emparejadas con este SoC, aprovechando su controlador. Y aunque la compatibilidad de cámara alcanza hasta 42 MP, la experiencia final depende de la óptica, el ISP y el procesado que cada fabricante adopte.
El caso es que, llegue cuando llegue, parece claro que el Kirin 950 será un modelo que no tendrá nada que envidiar a cualquier de los procesadores del mercado, ya sea de Samsung o Qualcomm. Y, esto, no hace más que posicionar mejor a la compañía China que cada vez tiene más y mejor presencia en el mercado… lo que se ve acompañado por unas buenas ventas..
Con una combinación de A72 + A53, proceso 16 nm, Mali‑T880, soporte LPDDR4, UFS 2.0 y LTE Cat. 6 con VoLTE, más un ecosistema de coprocesadores pensado para eficiencia, este SoC consolidó la ambición de Huawei de competir en la gama alta, dejando claro que su apuesta por el desarrollo interno de silicio era y es un camino sólido para diferenciarse.
