La próxima versión de las Google Glass utilizaría un procesador de Intel

Google Glass

Todo apunta a que habrá nueva versión de las gafas inteligentes Google Glass en 2015, o al menos una evolución de las que se conocen en la actualidad. Por lo tanto, parece que la compañía de Mountain View no dejará morir a uno de sus proyectos más llamativos -pese a que cada vez está más claro que este producto no será de consumo masivo en el mercado destinado a los usuarios finales-.

Por lo tanto, el que se cierren las tiendas donde Google vende este producto tiene sentido, ya que sería a sectores puntuales a quienes se ofertaría este dipositivo, como por ejemplo el de la medicina -para las salas de cirugía- o el de los aeropuertos -en puntos donde la seguridad es clave-. Evidentemente, cualquiera podrá comprase unas Google Glass, pero no parece que las intenciones iniciales por parte de Google se mantengan en lo referente a su despliegue.

El caso es que en un informe en The Wall Street Journal se ha indicado que habrá una nueva versión de este accesorio wearable y que habrá un cambio significativo en lo referente al hardware: el procesador. Para adaptarse mejor a las necesidades del software que utilizan las Google Glass, cada vez más potente, se ha decidido dejar a Texas Instruments, suministrador actual, y decantarse por Intel, una compañía que ofrece componentes muy potentes y perfectamente adaptados.

Según se informa, Google se decantaría por la solución de una CPU de dimensiones muy reducidas basado en la arquitectura X86 (nada de ARM, como los procesadores habituales en teléfonos y tablets) llamado Quark, que fue presentado hace un tiempo ya. Aparte, Intel también suministraría la placa base de las Google Glass, concretamente con el modelo Edison, y el chip para gestionar las comunicaciones sería SoFIA, también de la compañía norteamericana. Un cambio radical, no cabe duda, pero que proporcionaría mayor confianza para las empresas a las que se ofrecería las Google Glass.

Las Google Glass rompen las cadenas del tethering para compartir datos

El caso es que parece bastante claro que las Google Glass no están “muertas”, ni mucho menos, pero su enfoque será otro mucho más profesional (el amplio rechazo al uso de las gafas inteligentes en algunos sectores habría sido crucial para esto). Y, una alianza de la compañía de Mountain View e Intel, parece lo suficientemente potente para que el sector empresarial pueda ser la mejor salida para este dispositivo que es todo un paradigma en innovación y capacidad de fabricación.

Fuente: The Wall Street Journal


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