Liberar un teléfono en EEUU será ilegal a partir de mañana

Si resides en EEUU y tienes un teléfono móvil bloqueado por alguna compañía, hoy es el último día para realizar la liberación de tu dispositivo, ya que a partir de mañana liberar un terminal sin permiso del operador, ya será una violación de la Digital Millennium Copyright Act (DMC).

Fue en Octubre de 2012 cuando se dictaba la nueva ley que imponía que, a partir del 26 de enero de 2013, sería ilegal realizar liberaciones de red sobre los teléfonos móviles, dando un plazo de 90 días para dejar un margen de actuación a aquellos clientes interesados en liberar sus teléfonos  bloqueados por una compañía telefónica.

A partir de ahora, los usuarios estadounidenses tendrán que tener una autorización expresa del operador para poder utilizar una tarjeta SIM asociada a una red distinta. La única manera de conseguir esto será haber cumplido la permanencia del contrato con la compañía, es decir, una vez el cliente ya haya pagado el coste total del teléfono con creces. Exite una excepción, por la cual se permitirá liberar aquellos dispositivos que se hayan comprado antes de enero de 2013.

Camino abierto a los teléfonos libres de serie

Todo esto supondrá un tirón de ventas de teléfonos móviles libres en el país, además de un cambio en la filosofía de venta de los operadores, que encontrarán en el mercado de la telefonía libre un nuevo negocio asegurado, como ya haría Verizon con la venta del iPhone5.

Todo esto también afectará positivamente a los fabricantes, ya que es lógico pensar que muchos usuarios optarán por la alternativa de comprar el terminal directamente a la firma optando por algún sistema de financiación a plazos, algo que en algunos casos puede salir incluso más barato que adquirir el teléfono asociado a algún contrato de compañía con 18 meses de permanencia.

En España sigue existiendo cierto vacío legal al respecto de todo esto. Es cierto que la popularización de los smartphones aumenta día a día el número de usuarios que quieren liberar su terminal, y esto es consecuencia también del crecimiento del mercado de segundamano que se viene experimentando desde el comienzo de la crisis económica y de la aparición y éxito de las compañías low cost. En todo caso, esperemos que estos no sean motivos suficientes como para que el gobierno español  se sume a una ley que, claramente, se plantea en beneficio de las grandes operadoras, y no de los usuarios.