Las pantallas LCD ya están solo presentes en los móviles de gama alta de anterior generación. Las pantallas OLED se han convertido en el estándar en la gama alta. Sin embargo, el futuro serían las pantallas Micro-LED.
Micro-LED, las pantallas del futuro
Incluso Apple ha instalado una pantalla OLED en el iPhone X. Es una pantalla fabricada por Samsung. Cada iPhone X que se venda supondrá también una gran cantidad de ingresos para Samsung. De hecho, incluso aunque no se venda, Apple ya habrá comprado las pantallas a Samsung, y ellos van a ganar dinero con el iPhone X. Pero en cualquier caso, el hecho de que Apple ya haya instalado una pantalla en el iPhone X, cuando había afirmado en muchas ocasiones que las pantallas LCD eran mejores, solo quiere decir que las pantallas OLED son las mejores para los teléfonos inteligentes actualmente.
Pero el OLED es el presente, no el futuro. El futuro de las pantallas es el Micro-LED. Al igual que las pantallas OLED, y a diferencia de las pantallas LCD, los LEDs de una Micro-LED cuentan con iluminación propia, por lo que no requieren de una fuente de luz adicional.
¿Por qué las pantallas Micro-LED son mejores que las pantallas OLED?
Las pantallas OLED son pantallas compuestas por LED cuyos colores se consiguen por medio de materiales orgánicos. Las pantallas OLED requieren de varias capas adicionales a la capa de LEDs para que podamos visualizarlas, como una capa de polarización. Esto es algo de lo que se puede prescindir con las pantallas Micro-LED, que utiliza material inorgánico para conseguir el color en cada uno de los LED. Adicionalmente, el tiempo de vida de una pantalla Micro-LED es superior al de una pantalla OLED.
Las pantallas Micro-LED ahorran muchísima batería
Uno de los grandes problemas de los smartphones actuales es que la autonomía de un móvil no supera el día completo. Las pantallas consumen muchísima energía. Pero las pantallas Micro-LED consumen menos energía que las pantallas LCD. Concretamente, una pantalla Micro-LED puede consumir un 90% menos de energía que una pantalla LCD, y hasta un 50% menos que una pantalla OLED para conseguir el mismo nivel de brillo. Eso significa que con el mismo nivel de brillo podemos conseguir más horas de autonomía en un móvil. Concretamente, podríamos pasar de un día de autonomía a dos días. O podríamos incluso conseguir un nivel de brillo más alto, útil para cuando estemos en la calle y haya mucho sol.
Es el futuro, pero todavía son muy caras
Las pantallas Micro-LED son el futuro, y de hecho no son una innovación. La tecnología se presentó en el año 2000, y Sony presentó una pantalla de 55 pulgadas con tecnología Micro-LED en el 2012. Una pantalla muy cara, y casi imposible de producir en masa. El gran problema es que actualmente construir una pantalla con Micro-LED es más caro, precisamente porque se necesitan un equipo de ensamblaje capaz de trabajar con elementos muy pequeños. Las soluciones encontradas hasta ahora no son económicas. Pero las pantallas Micro-LED llegarán.
Para construir en masa pantallas es necesario que el proceso sea robotizado. Una pantalla Quad HD cuenta con una resolución de 2.560 x 1.440 píxeles. Eso son más de 3,5 millones de píxeles, por lo que son 3,5 millones de fuentes de luz que instalar en una pantalla. Lógicamente, una pantalla no se construye instalando los píxeles uno a uno, sino en bloques. Actualmente es posible instalar bloques de 3030 LEDs siempre y cuando la fuente de luz sea de al menos 100 micras. En este caso, la fuente de luz es inferior a 10 micras. De ahí que sean Micro-LED.
El problema es que para poder producir en masa las pantallas Micro-LED se necesitaría equipamiento que fuera capaz de realizar instalaciones en una pantalla con una precisión de 1,5 micras o menos (cuanto inferior es la cifra, superior es la precisión). Actualmente, la precisión del equipamiento existente es de 35 micras.
Tratan de encontrar la forma de instalar bloques de Micro-LED de forma económica, pero hasta ahora, todas las soluciones son mucho más caras que la fabricación de pantallas OLED. No obstante, parece que será el futuro. Siempre y cuando se consiga que la fabricación de dichas pantallas sea más económica.
Cuando pensamos en el precio de un teléfono inteligente, y creemos que los móviles son mucho más caros de lo que realmente vale fabricarlos, la realidad es que no tenemos en cuenta la inversión en investigación y desarrollo que realiza un fabricante para conseguir fabricar pantallas de forma más económica. Efectivamente, la pantalla es más barata, pero el coste que ha tenido llegar hasta contar con la tecnología necesaria para que la pantalla sea así de económica habría que tenerlo en cuenta. Y eso aplica tanto a Samsung como a Apple, empresas que invierten mucho dinero en investigación y desarrollo, y cuyos móviles son muy caros, contando con tecnologías que después son imitadas por otros fabricantes.