Hoy se han comenzado a leer informaciones que sugieren que Google podría estar trabajando en una aplicación de mensajería propia para competir con WhatsApp. Lo cierto es que resulta sorprendente que esto pueda ser así debido a que los de Mountain View disponen de Hangouts. Pero, ¿realmente es necesario para esta compañía su desarrollo?
Lo que se ha conocido hasta la fecha, y ha disparado los rumores, es que se estarían buscando en India (lugar en el que se lanzaría en un primer momento, siendo el foco prioritario los países emergentes) diferentes desarrolladores con experiencia en crear aplicaciones de mensajería -incluida la de voz-. Con esto, son muchos los que han pensado que se trata de un paso claro para la llegada de un nuevo desarrollo.
Ciertamente esto puede ser así, y con la nueva aplicación lo que se buscaría es ofrecer un trabajo que no requiera el uso de una cuenta de Gmail para poder acceder a su uso (a lo que sí obliga Hangouts). Por lo tanto, con suministrar un número de teléfono, como ocurre con WhatsApp, se podría utilizar perfectamente. Esto sería un primer punto a favor de la llegada de un nuevo desarrollo, pero no el único. Otro podría ser conseguir una aplicación multiplataforma para llegar donde Hangouts no ha podido, como por ejemplo Windows Phone. Aquí sí que podría tener sentido el nuevo trabajo, pero se antoja una condición con no mucha base ya que también se podría avanzar con la aplicación que tienen actualmente para lograr esto.
Hangouts tiene todo lo que se puede necesitar pero…

Lo cierto es que Hangouts es una aplicación de lo más completa, mucho si se compara con sus rivales en el mercado (como pueden ser WhatsApp, Line o Telegram, por poner un ejemplo). Ofrece las opciones de mensajería habituales y, además, integra servicios de videoconferencia en línea y, desde hace poco, la posibilidad de hacer llamadas al integrar Google Voice. Es decir, que sobre el papel no hay muchas razones que puedan llevar a su desarrollador a plantearse crear un nuevo software.
Además, con el cambio de diseño que se ha proporcionado hace poco en Hangouts, que ahora se parece mucho más a las aplicaciones de mensajería habituales, es mucho más sencillo que los usuarios se decanten por su uso, en especial si el sistema operativo que utilizan es Android (sin olvidar la compatibilidad con ordenadores, tanto PCs como en Mac). Por lo tanto, no creo que sea especialmente necesario crear nada nuevo, sino potenciar lo que se tiene -en especial la compatibilidad con más plataformas móviles-. Y, quizá, sea esto justo lo que puede suceder, ya que nadie sabe si los trabajadores que busca Google son para algo nuevo o, simplemente, para mejorar su actual servicio de mensajería.
El caso es que las posibilidades son muchas, pero hay que valorar que crear una aplicación de la nada y, además de mensajería, no es nada sencillo ya que el control del segmento que tiene WhatsApp es muy grande. Y, quizá, podría ocurrir lo mismo que con Google+, que no ha conseguido desbancar ni a Facebook ni a Twitter. ¿Qué opináis?
Google Chat toma el relevo: integración, IA y seguridad

Google ha evolucionado su estrategia con Google Chat, una solución que se integra de forma nativa en Gmail, Calendar, Drive, Tasks y Meet dentro de Workspace para consumidores, educación y empresas. El enfoque es colaborativo y multiplataforma: se puede usar en navegador, móvil y como aplicación independiente o web.
Entre sus capacidades destaca un enfoque de IA aplicada a la mensajería: resúmenes de conversaciones para ponerse al día, traducción automática de mensajes en más de cien idiomas, búsqueda inteligente, y captura de tareas y acuerdos para que el equipo vaya alineado. Además, permite estados personalizados, mensajes de audio y vídeo, e incluso reuniones rápidas tipo huddles para coordinarse en tiempo real.
La integración con Workspace añade chips inteligentes para enlazar personas, archivos y espacios; seguimiento de solicitudes, comentarios y aprobaciones con Drive directamente en Chat; e instalación de aplicaciones como PagerDuty, Jira, GitHub, Workday y muchas otras. Para escenarios avanzados, existen APIs que posibilitan apps sin código, de bajo código o profesionales dentro de Chat.
En seguridad, la arquitectura zero-trust de Google protege el dato, reduce tareas de parcheo en escritorios al no depender de apps pesadas y evita almacenar datos en dispositivos finales. Además, hay prevención de pérdida de datos con IA, y detección de phishing y malware, facilitando la migración desde plataformas heredadas menos seguras.
Usar Chat en Gmail o como app: diferencias y activación

Chat ofrece la misma base funcional de forma independiente y dentro de Gmail. La versión en Gmail centraliza correo, chat, videollamadas y espacios; la app independiente brinda una experiencia enfocada exclusivamente a chatear y colaborar.
- Abre Gmail en el ordenador y entra en Configuración > Ver todos los ajustes.
- Accede a la pestaña Chat y Meet.
- Activa Google Chat o elige Desactivado si no deseas usarlo en Gmail.
- Guarda los cambios para aplicar la configuración.
Si prefieres evitar instalar nuevas apps, puedes usar Chat desde el navegador y añadirlo como aplicación web en el escritorio del móvil u ordenador para tener acceso directo y notificaciones.
De Hangouts a Chat y el papel de RCS

Google avanzó una transición progresiva de Hangouts a Google Chat. A los usuarios se les muestran avisos para cambiar, y en la web se actualiza automáticamente a Chat. Las conversaciones suelen migrarse de forma automática y, si quieres conservar una copia, siempre puedes exportarlas con las herramientas de descarga de datos de Google.
Para uso personal, Chat incorpora funciones habituales: texto enriquecido, emojis con tono de piel, @menciones, GIF animados, respuesta citada, y la posibilidad de editar o borrar mensajes. También incluye lecturas confirmadas en grupos, ocultar conversaciones inactivas, convertir texto en enlace y sumar apps a las salas de trabajo. Los Spaces (espacios) permiten organizar grupos por temas con archivos y tareas compartidas.
En paralelo, Google impulsa RCS en Mensajes, que actualiza el SMS con confirmaciones de lectura, indicadores de escritura, chats grupales y envío de fotos y vídeos en alta calidad. Al ser un estándar de operadoras, algunos envíos pueden pasar a SMS si el destinatario no usa RCS. Históricamente, RCS no ofrecía cifrado extremo a extremo en todos los casos; con el tiempo se han ampliado medidas de protección, por lo que la disponibilidad del cifrado puede variar en función del tipo de chat y región.
Con todo lo anterior, la estrategia actual de Google combina un Chat integrado en Workspace para colaboración y productividad, y el empuje de RCS para modernizar la mensajería nativa. Si la compañía lanzara una nueva aplicación, debería aportar algo claramente diferencial frente a este ecosistema ya reforzado y a rivales muy asentados; de lo contrario, parece más lógico acelerar mejoras sobre lo ya existente que empezar desde cero.

