OnePlus ha presentado el nuevo OnePlus 3, el «flagship-killer» con el que la compañía quiere situar un teléfono inteligente de gama alta para competir con el resto de grandes smartphones del mercado. Sin embargo, la estrategia corporativa que acompaña a este lanzamiento marca otro movimiento clave: no se lanzará un sucesor del OnePlus X.
No habrá OnePlus X 2

Por qué OnePlus X se queda sin relevo
El OnePlus X es un terminal con un excelente diseño, pero quedó parcialmente eclipsado por los «flagship killers» que han caracterizado a la marca. Internamente, el X compartía una ficha técnica muy próxima al OnePlus One (panel AMOLED de 5 pulgadas Full HD, Snapdragon 801, 3 GB de RAM, 16 GB con microSD, LTE, cámaras de 13 y 8 MP, y 2.525 mAh), una combinación solvente pero alejada del salto disruptivo que suele definir a los buques insignia de OnePlus.
Otro factor clave fue el posicionamiento de precio. Comparado con el flagship de la casa en su momento, la diferencia no siempre resultaba tan grande como para inclinar la balanza hacia el X; a muchos consumidores les compensaba invertir un poco más para acceder al «Flagship Killer» con más potencia, salvo quienes buscaban un tamaño más compacto. Aunque casi nadie discute el acabado y el diseño del X, no terminó de encontrar su sitio entre quienes perseguían la propuesta emblemática de la marca.
Tras la presentación del OnePlus 3, Pete Lau concedió entrevistas en las que señaló que el objetivo es centrarse en terminales tope de gama y reducir la dispersión. Esa concentración no solo favorece el marketing, también simplifica cadenas de suministro, roadmap de software y pruebas de calidad, optimizando recursos que de otro modo se repartirían entre varias líneas.

De las invitaciones al fin de existencias
El OnePlus X protagonizó un hito en la casa: eliminó las invitaciones a los 92 días de su lanzamiento, muy por delante de otros modelos de la marca, lo que facilitó que más usuarios pudieran comprarlo sin esperas ni «días sin invitación». Aun así, con el tiempo el terminal fue quedándose sin stock en las tiendas oficiales de distintos países. Compradores que alcanzaron a realizar el pedido antes de que desapareciera reportaron comunicaciones de OnePlus indicando que no se repondría, una señal inequívoca de retirada progresiva del mercado para focalizar esfuerzos en el OnePlus 3.
Paralelamente, la empresa reafirmó que solo mantendría a la venta sus smartphones estrella y que la familia X no tendría continuidad como gama media dentro del catálogo principal. Se trata de una decisión coherente con el patrón de demanda de la marca: la base de fans y la mayoría del público de OnePlus tienden a optar por el modelo emblemático, incluso cuando existe un escalón de precio intermedio.

Accesorios, software y foco en gama alta
Sí es posible que OnePlus decida lanzar más accesorios de estilo de vida alrededor de su buque insignia. La compañía ha insinuado productos «lifestyle» en distintas ocasiones, con el reloj inteligente como candidato recurrente en los rumores, aunque siempre sin confirmaciones definitivas. Cuando se ha hablado de un smartwatch propio, la marca ha preferido enfriar las expectativas más que anticipar lanzamientos inminentes.
Lo que sí ha verbalizado OnePlus es su intención de mejorar en gran medida sus capas de software Hydrogen OS (para China) y Oxygen OS (para el resto del mundo). En este marco, centrar el portfolio en la gama alta ayuda a entregar actualizaciones más rápidas y pulidas, reducir variaciones de hardware a soportar y, en definitiva, elevar la calidad percibida por el usuario.
Además, apostar por un único gran dispositivo por ciclo tiene ventajas operativas: menos variantes a fabricar, ahorro en costes de desarrollo y testeo, y mensajes de marketing más sencillos. Esta hoja de ruta, confirmada por el propio Pete Lau, explicaba que el X fue concebido como un «estrella lite» muy querido por la comunidad por su diseño, pero que la mayoría seguía prefiriendo el auténtico flagship; ese feedback reafirmó la cultura de enfocarse solo en los modelos estrella.

¿Fue un problema de ventas? Lo que dice la propia OnePlus
La marca ha reconocido que, aunque el OnePlus X fue bien recibido por medios y comunidad por su calidad de construcción y tamaño, el desempeño comercial no acompañó al mismo nivel. Ese contraste entre percepción de producto y tracción en ventas terminó por inclinar la estrategia hacia la gama alta, dejando al OnePlus X sin sucesor directo.
En paralelo, se retiró de la web oficial cuando dejó de haber unidades, y todo el esfuerzo se volcó en que el OnePlus 3 triunfara en el mercado. Para los usuarios que buscaban un terminal más manejable y elegante, el X siguió siendo una opción recomendable mientras estuvo disponible, pero la hoja de ruta de la compañía ya apuntaba a consolidar un único buque insignia por ciclo.

¿Y ahora qué alternativas hay en la propia OnePlus?
Tiempo después, OnePlus abrió la puerta a propuestas más asequibles con la familia Nord, una línea que recupera parte de su histórico de relación calidad-precio sin abandonar la ambición en la gama alta. Ese movimiento responde también a un contexto donde la gama media lidera volumen y la competencia es feroz (Xiaomi, Realme, Samsung, entre otros). Aun con esa diversificación posterior, el mensaje que acompaña al OnePlus 3 se mantuvo claro: el enfoque principal se centra en un flagship por ciclo y en el ecosistema que lo rodea.
La decisión de no lanzar un sucesor del OnePlus X encaja, por tanto, en una estrategia de foco, optimización de recursos y construcción de marca alrededor de un buque insignia. Los usuarios que buscaban un tamaño contenido y diseño premium encontraron en el X un producto singular; quienes quieran una opción similar dentro de OnePlus tienen hoy más alternativas, mientras la compañía sigue perfeccionando OxygenOS y ampliando accesorios sin perder de vista su ADN en la gama alta.

