Consiguen correr Windows en un reloj con Wear OS

  • Un usuario consigue arrancar Windows en un smartwatch con Wear OS, concretamente en un Pixel Watch 3, demostrando la flexibilidad del hardware Android.
  • El procedimiento implica utilizar Windows PE y sacar partido del bootloader UEFI de Qualcomm, con múltiples retos técnicos debidos a las limitaciones del reloj.
  • El reloj funcionó como almacenamiento masivo, aunque la utilidad práctica es escasa, sirviendo el proyecto más como experimento de modificación y curiosidad técnica.
  • No se recomienda intentar replicar la hazaña en casa, ya que el riesgo para el dispositivo es elevado y se anula la garantía.

Windows en Google Pixel Watch 3

Desde hace años, la comunidad tecnológica se ha caracterizado por su afán de explorar los límites de lo posible en dispositivos Android. Muchos entusiastas ya venían experimentando con modificadores avanzados, como el flasheo de ROMs alternativas, para mantener sus terminales actualizados o dotarlos de nuevos sistemas operativos. Sin embargo, la reciente gesta de un desarrollador independiente ha dado un paso insólito: poner en marcha Windows en un reloj inteligente gobernado por Wear OS.

Este tipo de propuestas no son algo que se vea todos los días ni que busque satisfacer una necesidad práctica. Más bien, responde a la inquietud de sacar el máximo partido a la arquitectura libre y flexible de los dispositivos Android, incluso cuando aparentemente existen barreras insalvables de hardware. El experimento muestra que incluso aparatos tan compactos como los smartwatches pueden ir mucho más allá de sus funciones habituales si se dispone de los conocimientos adecuados.

De Wear OS a Windows: los pasos para saltarse todos los límites

La persona detrás de este logro es conocida en redes como gus33000, un desarrollador de sobra conocido en la escena Android. Su desafío consistió en instalar una versión ligera de Windows, llamada Windows PE (Windows Preinstallation Environment) en un Google Pixel Watch 3. Este entorno suele usarse sobre todo para mantenimiento, instalación y diagnóstico en PCs, por lo que su presencia en un reloj resulta de lo más inesperada.

Para llevarlo a cabo, partió de la clave que hace posible el arranque de Windows en sistemas ARM modernos: el bootloader UEFI implementado por Qualcomm, el proveedor del procesador del Pixel Watch. UEFI es el sistema de arranque que verifica la integridad del hardware antes de iniciar el sistema operativo, y resulta imprescindible en la arquitectura de Windows.

Las dificultades técnicas han sido numerosas. Por un lado, la pantalla del reloj, de pequeño tamaño y resolución reducida, es muy diferente a la de un ordenador convencional, lo que complicó el inicio del entorno gráfico. Además, la memoria interna del reloj —unos 32 GB— obligó a realizar ajustes en las particiones mediante el sistema A/B de Android, que está pensado para actualizaciones sin interrupciones pero no para albergar sistemas completamente distintos.

Antes de lanzarse con el reloj, gus33000 ya había experimentado poniendo Windows en un Surface Duo —el móvil plegable de Microsoft—, un proceso que fue más sencillo gracias a mejores opciones de compatibilidad. Pero trasladar ese proceso a un reloj trajo consigo retos extra en lo referente a drivers, gestión de pantalla y espacio disponible.

¿Hasta qué punto es utilizable Windows en un reloj?

Wear OS by Google

Más allá de la hazaña técnica, tener Windows corriendo en un smartwatch Wear OS no aporta valor práctico real, al menos de momento. El sistema arranca, mostrando la típica ventana de comandos y permitiendo que el dispositivo actúe como una unidad de almacenamiento masivo. Sin embargo, poco más se puede hacer debido a las limitaciones físicas del hardware y la nula optimización de Windows para una interfaz y recursos tan reducidos.

En ningún caso se trata de una función destinada al usuario medio, ni de algo que se recomiende intentar reproducir salvo que se disponga de experiencia en modificación avanzada de firmware. El riesgo de «brickear» el reloj (dejarlo inservible), anular la garantía y perder datos es muy elevado.

Esta iniciativa demuestra la libertad que ofrece la plataforma Android para experimentar, y la posibilidad de romper con los límites que imponen los fabricantes sobre el software de sus dispositivos, al menos en proyectos puramente experimentales o educativos.

La importancia del bootloader y el soporte UEFI

Que este experimento haya tenido éxito se debe en gran medida a la gestión del bootloader UEFI en procesadores Qualcomm, un detalle no menor en los Pixel Watch. El modo UEFI es imprescindible para cargar sistemas operativos complejos como Windows en dispositivos ARM, ya que se encarga de verificar el hardware y delegar el control a la imagen de sistema.

En el caso de este reloj, aprovechar el modo UEFI ha permitido saltarse las restricciones habituales de Wear OS e iniciar un software de escritorio pensado para otros fines. Sin embargo, el propio desarrollador señala que este soporte todavía es limitado y que muchos componentes del sistema no funcionan por carecer de los controladores adecuados para ese hardware tan específico. Esto impacta especialmente en la gestión de la pantalla, la conectividad y los sensores integrados en el reloj, que no son reconocidos por Windows PE.

Por tanto, aunque la imagen de Windows pueda arrancar y ofrecer acceso a sus funciones más elementales, el reloj pierde parte o la totalidad de sus prestaciones originales, sirviendo como simple curiosidad tecnológica y, en todo caso, como medio para almacenar o manipular archivos temporales.

¿Qué riesgos y consideraciones implica el proceso?

Instalar Windows o cualquier sistema no oficial en un reloj Wear OS entraña serios riesgos de funcionamiento y garantía, además de poder dejar el dispositivo bloqueado sin remedio. Es importante repetirlo: no es un truco para usuarios sin formación avanzada. Los escenarios en los que podría considerarse útil son muy limitados y, en la práctica, se trata de un ejercicio de creatividad y capacidad técnica más que de una solución pragmática.

El propio gus33000 ha avisado de que el procedimiento implica manipular particiones internas, flashear bootloaders y trabajar con imágenes de sistema no diseñadas para la arquitectura concreta del reloj, con lo que las probabilidades de éxito son bajas y el margen de error muy alto. La práctica totalidad de fabricantes y la comunidad de desarrolladores desaconsejan intentos similares salvo con dispositivos de sobra conocidos o preparados para la reversión del proceso.

¿Por qué hacer esto y qué nos dice del futuro de Wear OS?

Hombre ajustando su smartwatch

Experimentos como este destacan el poder de la comunidad para encontrar nuevos usos y desafiar los límites técnicos de la tecnología de consumo. Más allá de la anécdota, la posibilidad de modificar radicalmente el comportamiento de dispositivos como los relojes Wear OS demuestra el interés que muchos usuarios tienen por la personalización y el control total sobre el hardware propio.

En la mayoría de los casos, los usuarios encuentran suficiente personalización en las funciones que ofrece la propia plataforma Wear OS (como custom ROMs, nuevas esferas, apps de terceros y capacidades de sincronización con el ecosistema Android). Sin embargo, la experimentación con sistemas alternativos como Windows (aunque sea en modo preinstalado) demuestra que, técnicamente, todavía es posible romper las barreras impuestas por software.

Eso sí, sin soporte adecuado y con la arquitectura cerrada de muchos componentes, la funcionalidad real será siempre anecdótica y, salvo avances inesperados en la compatibilidad, seguirá tratándose de simples ejercicios técnicos. Pero no cabe duda de que estos hitos alimentan la creatividad y el deseo de algunos usuarios de llevar sus dispositivos mucho más allá de lo que el fabricante concibió en un principio.

El caso de Windows en reloj con Wear OS muestra el ingenio y la perseverancia de la comunidad. Aunque no supone una revolución práctica, sí sirve como recordatorio de hasta dónde se puede forzar la tecnología actual si se le dedica tiempo, paciencia y conocimientos.