Un error estratégico de proporciones históricas ha salido nuevamente a la luz, protagonizado por Bill Gates y su gestión al frente de Microsoft. En esta ocasión, las palabras no provienen únicamente del propio Gates, quien en su momento reconoció este fallo, sino que el cofundador de Android ha añadido más leña al fuego, señalando directamente al magnate como culpable de las pérdidas millonarias que sufrió su compañía.
El desencadenante de esta polémica se remonta al momento en que Microsoft tuvo la oportunidad de adquirir Android o, al menos, adelantarse a Google en el desarrollo de un sistema operativo móvil competitivo. Sin embargo, la falta de visión y una serie de decisiones desacertadas llevaron a que Android se convirtiera en un fenómeno global bajo el ala de Google, mientras Microsoft quedó relegado en este sector.
El origen del «mayor error» en la historia de Microsoft
Bill Gates, en una entrevista con Julia Hartz, directora ejecutiva de Eventbrite, reconoció que la mala gestión en torno a Android fue el error más relevante cometido por Microsoft. Según sus palabras, «Android es la plataforma estándar para teléfonos que no son de Apple. Si Microsoft lo hubiera desarrollado, habría cambiado completamente la historia de la compañía». Este error estratégico, calculado como una pérdida potencial de 400 mil millones de dólares, se debió a la incapacidad de Microsoft para reconocer el enorme potencial de los smartphones en sus comienzos.
En ese momento, Microsoft vio cómo la entrada tardía de su sistema operativo móvil, Windows Phone, no logró competir contra dos gigantes ya consolidados: iOS y Android. Mientras el iPhone había debutado en 2007, Android llegó poco después en 2008, capturando rápidamente la atención del mercado. Por otro lado, Windows Phone no hizo su aparición hasta 2010, demasiado tarde para ganar tracción en una industria dominada por Apple y Google.
La visión del cofundador de Android
En respuesta a las declaraciones de Gates, el cofundador de Android expresó su perspectiva a través de redes sociales, destacando que su motivación al desarrollar Android fue frenar a Microsoft y evitar que monopolizara el mercado móvil de la misma forma que lo hizo con los ordenadores. Según sus palabras, «Nuestro objetivo era impulsar la innovación y evitar que Microsoft controlara los teléfonos como lo hizo con los PCs».
En un tono irónico, el cofundador añadió que «lo siento, Bill, pero tú eres más responsable de esta pérdida de 400 mil millones de dólares de lo que crees». Este comentario subraya que las decisiones adoptadas por Microsoft en su momento no solo impactaron negativamente a la compañía, sino que también fortalecieron al rival que se convertiría en líder del sector.
¿Podría haber sido diferente?
La historia tecnológica está llena de «qué pasaría si», y este caso no es la excepción. Si Microsoft hubiera enfocado sus esfuerzos en desarrollar un sistema operativo móvil competitivo antes de 2008, o si hubiera adquirido Android antes de Google, la narrativa actual del mercado móvil sería completamente distinta. Sin embargo, la dependencia de Microsoft en su dominio tradicional sobre los ordenadores y su reticencia a diversificar a tiempo le costaron caro.
En palabras de Gates, «En el mercado de los sistemas operativos móviles, el ganador se lo lleva todo. Si tienes menos aplicaciones o soporte que tu competidor, estás destinado al fracaso». Esta realidad quedó patente cuando Google consolidó Android como la opción predilecta para los fabricantes que no querían depender de Apple.
Las consecuencias de una decisión clave
Para Microsoft, este error no solo significó una pérdida económica monumental, sino que también marcó un cambio en la percepción pública y en la dirección estratégica de la compañía. Intentos como Windows Phone no pudieron competir contra el crecimiento meteórico de Android, y eventualmente, Microsoft abandonó el desarrollo de sistemas operativos móviles en 2017.
Por otro lado, Google no solo fortaleció su dominio en el mercado móvil, sino que también estableció una plataforma que se expandió a otras áreas como tablets, televisores y dispositivos inteligentes. Esto convirtió a Android en un pilar de su ecosistema, un éxito que Microsoft habría deseado tener en su propio historial.
Este episodio resalta cómo una decisión, o la falta de ella, puede cambiar el curso de una compañía y reconfigurar una industria entera. Gates, pese a ser conocido por sus innumerables logros, no ha dudado en reconocer este error como uno de los más grandes de su carrera. Mientras tanto, el cofundador de Android aprovecha para recordar que la innovación prospera en un entorno de competencia libre, lejos de monopolios restrictivos.