En los últimos meses, Google ha comenzado a trasladar paulatinamente la producción de sus smartphones Pixel desde Vietnam hasta India. Este giro en la estrategia de producción llega como respuesta a la presión de los nuevos aranceles estadounidenses, que afectan directamente a los bienes importados desde ciertos países asiáticos. La compañía, en colaboración con socios como Foxconn y Dixon Technologies, busca adelantarse a posibles incrementos de costes que podrían afectar a la competitividad de sus productos en mercados clave como el de EEUU.
El contexto internacional, marcado por la política comercial estadounidense, ha hecho que países como Vietnam, que hasta la fecha servían como centros de ensamblaje, pasen a sufrir aranceles del 45 o 46%. Mientras tanto, los aranceles para productos procedentes de China se mantienen en un 145%. Frente a este panorama, India se ha posicionado como un punto estratégico, ya que los dispositivos fabricados en su territorio solo están sujetos a un 26% de aranceles al entrar en Estados Unidos, lo que supone una diferencia considerable en el margen de beneficio para empresas como Google.
India se convierte en un eje de fabricación para los Pixel
Actualmente, la India produce entre 43.000 y 45.000 unidades mensuales de smartphones Pixel. Hasta ahora, esa producción estaba destinada mayoritariamente al mercado local. Sin embargo, Google ya ha iniciado los pasos para aumentar la fabricación con el objetivo de exportar estas unidades al mercado estadounidense y, posiblemente, a otros territorios.
El inicio del ensamblaje en la India se remonta a agosto de 2024 con el Pixel 8 como primer modelo salido de sus líneas de producción. A partir de este movimiento, se prevé que la gama de Pixel ensamblados en la India se amplíe, siguiendo la tendencia de otras compañías tecnológicas que también han optado por diversificar la cadena de suministro fuera de China y Vietnam.
Localización de componentes: menos dependencia de China
Más allá del simple ensamblaje, Google pretende reducir su dependencia de componentes fabricados en China. Hasta ahora, elementos fundamentales como carcasas, baterías, sensores de huellas dactilares o cargadores, seguían llegando desde el gigante asiático, lo que implicaba mayores costes y riesgos comerciales. Para optimizar la logística y abaratar la producción, la empresa ha solicitado a sus socios en la India que apuesten por fabricantes locales para estos componentes.
Este paso permitiría a Google acceder a una mano de obra más económica y aprovechar los incentivos fiscales ofrecidos por la Administración india a empresas tecnológicas que apuestan por la fabricación nacional. Además, esta estrategia coincide con la tendencia global de buscar cadenas de suministro más resilientes y menos expuestas a tensiones geopolíticas.
La estrategia de Google ante un mercado en constante cambio
El traslado de la producción de Pixel a la India refleja una respuesta adaptativa ante la incertidumbre de la guerra comercial y las fluctuaciones arancelarias. Aunque existe una pausa temporal de 90 días en los aranceles para teléfonos y ordenadores procedentes de Vietnam (excepto China), la empresa prefiere adelantarse y establecerse en un entorno más estable como el indio.
Por el momento, no se ha especificado el volumen total de producción que Google derivará a la India, pero la tendencia indica que el país se consolidará como el nuevo centro neurálgico para la fabricación global de los Pixel. Además, al potenciar la fabricación local de componentes, la compañía podría lograr una reducción de costes que, en el futuro, se traduzca en precios más competitivos para los consumidores.
La decisión de Google está en sintonía con otras grandes tecnológicas, como Apple, que llevan años diversificando sus centros de ensamblaje y proveedores. El objetivo es común: minimizar los riesgos derivados de las disputas comerciales internacionales y asegurar que sus productos lleguen a los principales mercados internacionales en condiciones fiscales más ventajosas.
Las próximas etapas de este proceso estarán marcadas por el incremento de producción exportable y un mayor grado de integración local de la cadena de suministro. Aunque el grueso de los componentes siga dependiendo, en parte, de la fabricación china, India gana peso como actor clave en la industria tecnológica global, albergando cada vez más procesos de ensamblaje y, progresivamente, también de componentes esenciales. Comparte esta noticia para que otros usuarios conozcan al novedad.