10 cosas que hacías con los móviles antiguos y ya son parte de la historia

móviles antiguos

Hace unas décadas, la telefonía móvil pasó de ser ciencia ficción a una realidad solo al alcance de muy pocos, dado que eran teléfonos muy caros, además de grandes, pesados y muy simples. Con el paso del tiempo, los móviles se fueron haciendo cada vez más pequeños, hasta dar el salto a los smartphones, que son computadores de bolsillo. Desde aquellos móviles antiguos de la década de los 90, muchas cosas han cambiado.

Por ejemplo, algunas cosas que seguro que recuerdas que hacías con aquellos dispositivos y que ahora suena casi ridículo. Aquí tienes las 10 cosas más relevantes que ya no harías con un smartphone:

No cargar la batería en días o semanas

Android estado bateria

Actualmente, con un smartphone, si la batería te dura todo el día ya puedes darte por satisfecho. Muchos de los dispositivos móviles actuales tan solo tienen autonomía para unas horas. Es cierto que han ganado en rendimiento y funcionalidad, pero también se han convertido en auténticos chupópteros de la batería.

Sin embargo, hace unas décadas, la baterías de aquellos móviles antiguos podía durar días, e incluso semanas. Largos periodos de tiempo sin tener que cargar el móvil. Y no, no creas que eran baterías de muy alta capacidad, pero aquellos móviles tenían una electrónica muy elemental y no necesitaban de tanta energía.

Llevarlo sin funda

móvil antiguo

Si compras un smartphone, incluso si es de gama media o baja (mucho más si es uno de gama alta que puede llegar a los 1000€), seguro que lo segundo que haces es comprar una funda o un protector de pantalla. Que uno de estos dispositivos se te caiga al suelo y se rompa no solo es una pérdida de dinero importante, sino también quedarte desprovisto de una de las más prácticas herramientas de las que disponemos en la actualidad. Allí tenemos nuestros contactos, nuestra agenda, centro de trabajo, ocio, etc.

En el caso de los móviles antiguos, comprar una funda era algo opcional, y no se solía hacer en la mayoría de los casos. Estos móviles no solo tenían un aspecto robusto, eran robustos. Si se caían o golpeaban, es muy probable que no les ocurriese nada. E incluso con la pantalla rota podían seguir funcionando a la perfección. De hecho, ni siquiera existían protectores de pantalla como tal.

Salvar los contactos a mano

desaparece el botón de Mostrar todos los contactos en WhatsApp

Ahora los contactos, entre otras cosas, están sincronizados con la nube y se guardan automáticamente para disponer de ellos en cualquier dispositivo. O, también puedes exportarlos a un archivo VCF y pasarlos fácilmente a otro móvil, a un PC, hacer una copia de seguridad, etc.

Pero esto no siempre fue así. En los antiguos móviles los números de teléfono se podían guardar solo en la memoria de la tarjeta SIM, o en la memoria interna, o en ambas a la vez. Si se te perdía o estropeaba el móvil perdías tus contactos, si cambiabas de tarjeta o se estropeaba también. Y, en muchas ocasiones, no tenían función para exportarlos o importarlos, por lo que tenías que hacerlo uno a uno.

Compartir archivos por IR

móvil antiguo

Ahora ya puedes compartir archivos a velocidades muy rápidas, incluso con personas que están en otro país gracias a Internet. Los smartphones han abierto un abanico de posibilidades a la hora de intercambiar datos, ya sea por la red o por conectividad inalámbrica, e incluso mediante cableado USB.

En los móviles antiguos, cuando comenzaron a modernizarse algo más, se podía compartir datos, pero por IR (infrarrojos). Por lo que el móvil tenía que estar cerca y se hacía bastante lento. Luego vendría la revolución del Bluetooth, que mejoraba a ese otro método. Pero pasar megas o gigas era casi impensable.

SMS y toques en vez de apps de mensajería instantánea

Mensajes SMS

En los móviles antiguos no había ni rastro de Whatsapp o Telegram, ni ninguna otra aplicación de mensajería instantánea. Lo máximo que se tenía para contactar con alguien vía texto eran los SMS, que costaban un «pastizal» (especialmente a algunos números) y si tenías una tarjeta de prepago hacían que se agotara en cuestión de minutos. Después llegaron los MMS, una especie de SMS pero que permitían adjuntar archivos multimedia. ¡Todo un avance!

Por otro lado, también estaba muy extendida la cultura del toque. Cuando querías avisar a alguien de que ya estabas esperándolo, o cualquier otra cosa, lo que se solía hacer es darle un toque. Una llamada y colgar. Ahora, con las apps de mensajería instantánea puedes avisarlo al instante de una mejor forma.

Pagar por los politonos

politono

Con el smartphone Android tienes multitud de tonos para las llamadas, para las notificaciones, etc. Incluso puedes descargar de forma gratuita más si los necesitas, o tal vez usar el archivo MP3 de tu canción favorita como tono. Las posibilidades son numerosas.

Pero, ¿recuerdas cuando conseguir un politono significaba pagar (e incluso suscribirte)? ¿Cuando salían aquellos anuncios en la TV donde mostraban el SMS que debías enviar para conseguir la descarga de dicha melodía? Pues así era, hasta la llegada de los politonos gratuitos.

Quitar y poner la antena, o extenderla

Los smartphones actuales tienen la antena integrada, e incluso pueden tener más de una. Con estas antenas pueden tener cobertura para llamar o recibir llamadas, así como para otras redes inalámbricas como los datos LTE, Bluetooth, etc. Algo que los hace bastante más estéticos.

Pero hace unas décadas, los antiguos móviles las tenían externas. Algunas se podían quitar y poner a rosca, otras eran rígidas, e incluso las hubo que se podían desplegar y extender como las de las antiguas radios. Y cuidado con perderla o partirla. ¿Te imaginas eso ahora?

Elegir el más pequeño

móviles antiguos

Los smartphones han ido creciendo de tamaño (aunque también es cierto que cada vez son más delgados, con menos marco, y más ligeros) para incorporar cada vez pantallas más y más grandes. Actualmente, la mayoría de los móviles tienen pantallas de entre 5 y 6 pulgadas. Y, en el mundo Android, tenerla más grande era todo un lujo.

Sin embargo, hubo una época donde era todo lo contrario. Tener el más pequeño era sinónimo de tener el más avanzado. Y es que desde los primeros ladrillos que salieron al mercado, como el primer móvil Motorola DynaTAC 8000X (33×8.9×4.5 cm y 800 gramos de peso), poco a poco fueron siendo más y más compactos y fáciles de llevar, para hacer que la palabra móvil tuviese sentido.

Ponerle un colgante

colgante móviles antiguos

En el pasado hubo algunas modas y gadgets de lo más peculiares, algo que ahora no suele estar para los modernos smartphones. Por ejemplo, se vendían colgantes o tiras para poder atarlas a un gancho que tenían estos dispositivos con el objetivo de poderlo llevar colgado, etc.

Luego vinieron otros artículos, como aquella especie de cromos para pegar en la parte trasera del móvil, las pegotas. No solo decoraban, también evitaban que se pudieran deslizar cuando los colocabas en ciertas superficies. ¿Lo recuerdas?

Vuelve el abrir y cerrar

Samsung Galaxy Fold

Y, por último, muchos de los móviles antiguos solían tener tapa para proteger el teclado de pulsaciones no deseadas mientras los llevabas encima. Después también salieron los de tipo concha, que se abrían y cerraban con una bisagra, e incluso los deslizables, que tenían el teclado oculto.

Con la llegada de los smartphones y las pantallas táctiles, esto desapareció. Aunque ha vuelto con la irrupción de los móviles plegables (foldables). Aunque poco tienen que ver con los del pasado.