Primeros detalles del chip Tensor G5 de Google, el alma del futuro Pixel 10

  • Google abandona a Samsung como fabricante de su SoC Tensor para optar por TSMC.
  • El Tensor G5 estará fabricado en tecnología de 3nm, prometiendo mayor eficiencia y rendimiento.
  • Habrá mejoras internas clave: nueva CPU de ARM, GPU de Imagination y componentes propios de Google.
  • El procesador aún no igualaría a sus rivales más potentes según primeras filtraciones de benchmarks.

Detalles sobre el chip Tensor G5 de Google

El desarrollo de la próxima generación de smartphones de Google comienza a perfilarse en el horizonte y, como ya es costumbre, las primeras filtraciones apuntan directamente al cerebro del próximo buque insignia de la compañía. El chip Tensor G5 será el encargado de dar vida a los futuros Pixel 10, y promete cambios relevantes tanto en su fabricación como en su arquitectura interna. Aunque todavía queda tiempo para su lanzamiento, ya se conocen algunos detalles clave sobre este componente que marcará el rendimiento y la experiencia de uso de los próximos Pixel.

Con el Tensor G5, Google pretende dar un paso importante en la evolución de su procesador, alejándose por completo de la colaboración con Samsung iniciada con las primeras generaciones del Tensor. La compañía apostará ahora por TSMC como su nuevo socio de fabricación, algo que puede suponer una vuelta de tuerca en términos de eficiencia energética, rendimiento sostenido y, sobre todo, coherencia térmica.

TSMC fabricará el chip Tensor G5 en 3 nm: una decisión estratégica de Google

Uno de los aspectos más destacables del cambio de socio es el proceso de fabricación empleado. TSMC usará su nodo N3E de 3 nanómetros para dar forma al Tensor G5, lo que representa una mejora considerable en comparación con los procesos de 5 nm que se empleaban anteriormente con Samsung. Este salto tecnológico en la litografía debería traducirse en menores consumos, mayor densidad de transistores y un rendimiento más consistente.

El cambio de proveedor no implica un rediseño completo, ya que Google seguirá manteniendo ciertas partes personalizadas dentro del chip, como su propia TPU (unidad de procesamiento de tensores), DSP (procesador digital de señal), el compresor de memoria y el procesador de audio. Esta continuidad en algunos componentes internos permite que el ecosistema de software y la integración con Android se mantenga optimizada y adaptada a las necesidades específicas de sus dispositivos. Además, se proyecta que estas mejoras beneficien al rendimiento gráfico, como se ha evidenciado en actualizaciones recientes de los Google Pixel.

Que se sabes obre el chip Tensor G5 de Google

Una arquitectura más avanzada pero sin grandes saltos

Según las filtraciones más recientes, el Tensor G5 traerá consigo una CPU basada en núcleos de ARM y una GPU desarrollada por Imagination Technologies, una empresa con experiencia contrastada en gráficos móviles. Con estas piezas, se espera un avance en la capacidad de procesamiento gráfico y en tareas de aprendizaje automático, pero los primeros benchmarks apuntan a que el rendimiento bruto no sería muy superior a lo visto en el Tensor G4.

De hecho, a pesar del nuevo diseño y el paso a una litografía más moderna, el chip de Google podría seguir por detrás de rivales directos como el Snapdragon 8 Gen 3 o su sucesor, especialmente en lo que respecta a la potencia de CPU y GPU. No obstante, Google parece centrarse menos en competir por cifras brutas y más en ofrecer un rendimiento equilibrado y sostenido en combinación con sus capacidades de software e inteligencia artificial.

Más cambios internos: del ISP al controlador de pantalla

Entre las novedades que se conocen de este procesador también se encuentran ciertos ajustes estructurales. Por ejemplo, el ISP (procesador de señal de imagen) ahora será completamente desarrollado por Google, dejando atrás la personalización basada en tecnologías de Samsung. Este componente es crucial para la calidad fotográfica de los Pixel, por lo que su rediseño podría ser clave para mantener su liderazgo en el ámbito de las cámaras asistidas por software. Esta innovación también podría tener paralelismos con lo que se anticipa en el Google Pixel 11.

Otro elemento que también cambia es el controlador de pantalla. El DC9000 de VeriSilicon sustituirá al anterior DPU de Samsung, lo que se espera que mejore la eficiencia en la gestión gráfica y la implementación de nuevos paneles con mayores frecuencias de actualización, brillo o incluso mejores tecnologías OLED.

En el apartado multimedia, el códec de vídeo pasará a una solución desarrollada por Chips&Media, en lugar de utilizar componentes basados en terceras partes anteriores. Esta modificación apunta a una experiencia de grabación y reproducción más fluida, así como a un mejor soporte para nuevos estándares de codificación.

Ventajas esperadas más allá del papel

Si bien aún no hay pruebas definitivas sobre el rendimiento real del Tensor G5 en el uso diario, las mejoras previstas en su eficiencia energética pueden tener un impacto directo en la autonomía de los Pixel 10. Es probable que Google esté apostando por una experiencia organizada y estable a lo largo del tiempo, más que por competir con cifras de laboratorio.

Además, el salto a componentes personalizados y una arquitectura más independiente permite a Google desarrollar funciones más avanzadas de inteligencia artificial procesadas localmente, sin necesidad de depender tanto del procesamiento en la nube. Esto puede ser esencial para funciones de fotografía, traducción en tiempo real o asistentes virtuales contextuales, donde la velocidad de ejecución es fundamental.

Todo apunta a que el Tensor G5 será una evolución más mesurada que revolucionaria, centrada en optimizar la experiencia de uso en escenarios reales de los usuarios, algo que se alinea con la visión que Google ha mostrado en sus dispositivos en los últimos años.

¿Qué se espera del chip Tensor G5?

De cara al futuro, está por ver cómo afectará este nuevo chip a la estrategia general de Google con la serie Pixel. El uso de un procesador fabricado por TSMC y con diseño más propio puede abrir la puerta a una cadena de suministro optimizada, menos dependiente de otros fabricantes y alineada con los intereses de la compañía para mantener su ecosistema de hardware y software completamente bajo control.

Si las expectativas se cumplen, el Tensor G5 consolidará la apuesta de Google por soluciones personalizadas que potencien su ecosistema Android sin necesidad de recurrir a plataformas de terceros como Qualcomm. Esta autonomía técnica podría suponer una ventaja competitiva de cara al futuro, aunque el éxito dependerá en última instancia de la ejecución final y del pulido de los dispositivos que lo integren.

La trayectoria de los Tensor desde su aparición ha estado marcada por luces y sombras, con críticas por su consumo energético o el rendimiento frente a otros chips premium. Con este nuevo enfoque de fabricación, Google busca pulir esas asperezas y ofrecer unos Pixel más equilibrados, sin renunciar a su identidad ni a su tradicional apuesta por la inteligencia artificial como pilar de la experiencia de usuario. Comparte la información y así más usuarios conocerán sobre el chip Tensor G5.