Jeff Bezos, el fundador de Amazon y uno de los hombres más influyentes del mundo, no solo es noticia por sus decisiones empresariales o adquisiciones multimillonarias, sino también por detalles de su vida privada que suscitan una enorme curiosidad entre el público, como el tipo de teléfono móvil que utiliza. Por ejemplo, la gente quiere conocer qué móvil usa Jeff Bezos. Este dato aparentemente trivial cobra especial importancia cuando se trata de figuras tan relevantes que, en algunos casos, marcan tendencias tecnológicas para millones de personas.
La elección del smartphone por parte de Bezos ha cambiado de forma drástica en los últimos años, pasando de un iPhone a un Android, motivado nada menos que por un polémico y mediático hackeo. A lo largo de este artículo vamos a analizar en profundidad qué ocurrió, cómo afectó a su privacidad y qué dispositivo se cree que usa en la actualidad.
De iPhone a Android: un cambio obligado por un escándalo
Todo comenzó el 4 de abril de 2018, cuando Jeff Bezos y Mohammed bin Salman, príncipe heredero de Arabia Saudí, coincidieron en una cena privada en Los Ángeles. Durante dicho encuentro, ambos intercambiaron sus números de teléfono. Lo que parecía una simple cortesía acabaría desencadenando uno de los episodios más sonados sobre privacidad digital a nivel mundial.
Pocas semanas después, Bezos recibió un mensaje de WhatsApp desde el número personal de bin Salman. Este incluía un vídeo aparentemente inofensivo, con un peso de algo más de 4 MB, en cuya miniatura se apreciaban las banderas de Arabia Saudita y Suecia. Sin embargo, al abrirlo, el teléfono fue infectado con un sofisticado software espía.
El malware, cuya existencia fue confirmada por análisis forenses expertos, causó que el iPhone de Bezos comenzara a enviar cantidades inusuales de datos a servidores externos. En días normales el teléfono mandaba cerca de 430 KB, pero durante el ataque llegó a enviar hasta 4,6 GB diarios. Este comportamiento anómalo despertó sospechas y llevó a Bezos a investigar el suceso con ayuda de especialistas en ciberseguridad.
Espionaje, chantaje y consecuencias globales
El software espía instalado en el teléfono de Bezos no solo robó información técnica; logró acceder también a datos personales, incluidos mensajes privados y fotografías íntimas. Se sospecha que esta información fue utilizada con fines de chantaje y extorsión. No mucho después, salieron a la luz pública detalles de la relación extramatrimonial de Bezos con la expresentadora Lauren Sánchez, lo que desembocó en su divorcio con MacKenzie Scott.
Las implicaciones del caso fueron más allá de lo personal. La conexión directa entre el número del príncipe saudí y el vídeo malicioso encendió las alarmas. Arabia Saudí negó cualquier implicación en el ataque digital, pero la prevención por parte del entorno cercano de Bezos fue inmediata y tajante.
Expertos como Gavin de Becker, investigador privado contratado por Bezos, apuntaron que el espionaje fue ejecutado con herramientas proporcionadas por el Gobierno saudí, posiblemente a través del conocido software Pegasus. Este malware, desarrollado por la empresa NSO Group, había sido ya asociado a otros casos de espionaje internacional y permite acceder a cámaras, ubicaciones, mensajes y llamadas sin que el usuario lo detecte.
Uno de los posibles motivos detrás del ataque fue el papel que tuvo el Washington Post, diario propiedad de Bezos, en la cobertura crítica del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi. Esto habría generado tensiones con la cúpula del poder saudí, que buscaba silenciar y desacreditar al magnate estadounidense mediante la filtración de sus asuntos personales.
La decisión de abandonar Apple por seguridad
Tras el incidente, Jeff Bezos tomó una decisión radical: abandonó el ecosistema Apple para siempre. Pese a que los iPhone son conocidos por sus altos estándares de seguridad, el hecho de haber sido víctima de un ataque tan personal y directo minó por completo su confianza en estos dispositivos.
Desde entonces, Bezos se ha mantenido fiel a Android, un sistema operativo que le ofrece mayor personalización y control sobre su privacidad digital. Aunque nunca ha confirmado públicamente qué modelo utiliza, varias fuentes coinciden en que su nuevo dispositivo es uno entre dos opciones seguras: un Google Pixel o un Samsung Galaxy de gama alta.
Ambas marcas son conocidas por incluir fuertes medidas de seguridad, actualizaciones frecuentes y opciones avanzadas de protección de datos. El Google Pixel, por ejemplo, es el buque insignia de Android y recibe soporte directo por parte de Google, lo que lo convierte en una de las opciones más fiables en cuanto a protección frente a amenazas cibernéticas. Por otro lado, Samsung Galaxy, especialmente en sus gamas S o Z Fold, ofrece capas adicionales de privacidad e incluso soluciones empresariales para blindar información sensible.
¿Qué otros millonarios usan Android?
La preferencia de Bezos por Android no es casual ni única. Otros líderes tecnológicos han optado por este sistema operativo a pesar del alto estatus del iPhone en mercados como el estadounidense.
- Bill Gates: el cofundador de Microsoft utiliza un Samsung Galaxy Z Fold 4. Prefiere su pantalla plegable tipo libro que le permite tener un espacio de trabajo más funcional y versátil. En entrevistas, ha expresado que elige Android por la variedad de aplicaciones y la compatibilidad con software de productividad.
- Mark Zuckerberg: el CEO de Meta es usuario del Samsung Galaxy S23 Ultra. Este móvil incluye un lápiz óptico que Zuckerberg emplea para tomar notas y desarrollar ideas. La integración de las apps de Meta en Android le supone una ventaja organizativa.
- Elon Musk: aunque se le ha visto con un iPhone en ocasiones, también ha utilizado un Samsung Galaxy S22 Ultra. Su preferencia parece depender de la situación operativa o necesidades puntuales.
Estos ejemplos muestran que la elección de Android por parte de figuras tecnológicas no responde solo a gusto personal,. También a razones de funcionalidad, configuración personalizada y estricta protección de datos.
Privacidad digital: una preocupación cada vez más global
El caso de Jeff Bezos sirve como ejemplo para entender que, por muy protegido que esté un dispositivo, ningún usuario está libre del riesgo de ser víctima de filtraciones o hackeos. Incluso las figuras más poderosas pueden sufrir amenazas a su intimidad. Esto ha generado un debate más amplio sobre la necesidad de reforzar la ciberseguridad a nivel individual y empresarial.
Hoy en día, existen múltiples medidas que los usuarios habituales pueden implementar para mejorar su protección digital:
- Uso de contraseñas robustas y autenticación en dos pasos.
- Evitación de enlaces y archivos sospechosos en apps de mensajería.
- Actualización constante del sistema operativo y aplicaciones.
- Instalación de software anti-malware y herramientas de encriptado.
Algunos expertos en privacidad incluso recomiendan utilizar dos teléfonos: uno para la vida pública y otro blindado para comunicaciones importantes o información sensible.
La historia del cambio de móvil de Jeff Bezos no es simplemente una anécdota sobre tecnología, sino una lección potente sobre cómo cualquier dispositivo, por avanzado que sea, puede convertirse en una puerta de acceso a nuestra vida privada. La elección de un smartphone, en estos tiempos, ya no se trata solo de rendimiento o diseño. También es una estrategia personal para salvaguardar lo más valioso: nuestra información.