Se acabó el boom del Samsung Galaxy S3. Después de una gran campaña de promoción del dispositivo de la compañía surcoreana su buque insignia comienza a perder fuelle. No dudamos que las cifras serán incomparables, y que seguiremos hablando muchísimo de él, pero lo que gusta son los nuevos dispositivos, y más si este es el Samsung Galaxy Note 2. Cuando parecía que los coreanos lo habían puesto todo en su iPhone-killer, nos damos cuenta de que todavía podrían tener algo guardado en la manga, una pantalla flexible para el Galaxy Note 2.
La verdad, bien analizado, es lógico y hasta útil. No son pocos, al revés, son muchísimos los que se ponen en contra de los móviles con grandes pantallas por la incomodidad de transportarlos. Y es que si seguimos así, en el futuro habrá que hacer bolsillos adaptados para cada modelo de móvil. La pantalla flexible acabaría con este problema. De hecho, dejarían de existir. Ahora sería el dispositivo el que se adaptaría al bolsillo, puesto que podría deformarse en la posición necesaria.
La nueva información apunta a que esta pantalla flexible sería de 5,3 pulgadas y utilizaría tecnología LED, por lo que, de confirmarse, sería igual de grande que la de su antecesor, y no de 5,5 pulgadas, como ya pudimos ver anteriormente. Más allá del tamaño, lo relevante sería el uso de materiales y tecnología de panel capaces de soportar curvaturas sin comprometer brillo ni color.
Por su parte, seguimos con los mismos datos sobre su interior, que estaría controlado por un procesador de cuatro núcleos, como no podría ser de otra manera. El Samsung Galaxy Note 2 vendría completado con una cámara de 12 megapíxeles, mejorando así en megapíxeles la del Galaxy S3. Por último, cabe destacar que vendría con la siguiente versión de Android, Jelly Bean, incluyendo así todas las nuevas funcionalidades. Lo relevante es que este móvil nuevo llegaría muy pronto. ¿Creéis que recibiríamos un avance tan grande en esta generación?
Especificaciones confirmadas del Samsung Galaxy Note II
Pantalla: panel Super AMOLED HD de 5,5 pulgadas con resolución de 1.280 × 720 píxeles (formato 16:9). Este tamaño lo hace ideal para productividad, multimedia y uso del S Pen.
Dimensiones y peso: 80,5 × 151,1 × 9,4 mm y 180 g; no es un terminal discreto, pero el diseño busca maximizar la superficie útil de pantalla.
Batería: 3.100 mAh, clave para sostener la gran diagonal y el rendimiento del chipset.
Rendimiento: procesador Exynos 4412 de cuatro núcleos a 1,6 GHz y 2 GB de RAM, proporcionando fluidez en multitarea y en apps creativas.
Almacenamiento: versiones de 16/32/64 GB con ranura microSD para ampliar hasta capacidades superiores.
Cámaras: principal de 8 MP con flash LED, autoenfoque y vídeo 1080p; frontal de 1,9 MP pensada para videollamadas. Las filtraciones iniciales hablaron de 12 MP, pero el modelo comercial priorizó calidad de sensor y procesamiento sobre la cifra.
Conectividad: soporte LTE, WiFi Direct, Bluetooth 4.0, GPS + Glonass, USB 2.0 Host, MHL y NFC, cubriendo todos los escenarios de uso modernos.

Funciones avanzadas con S Pen y software
El Galaxy Note II llegó con Android Jelly Bean 4.1 y capa TouchWiz, optimizada para el S Pen rediseñado (más largo y grueso para mejorar el agarre). Entre sus herramientas destacan Popup Note para tomar notas flotantes, Quick Command para ejecutar acciones con gestos del stylus, y Easy Clip para recortar y compartir contenidos con un trazo.
La escritura a mano se integró en apps como Calendario y S Note, con funciones como Photo Note para anotar sobre fotografías. En asistencia inteligente incorpora Smart Stay (la pantalla permanece activa mientras miras), Direct Call para llamar levantando el teléfono, Pop Up Play con vídeo flotante y el asistente S Voice.
Conviene aclarar que, aunque se popularizó el término, el Galaxy Note II no integra Air View como tal; lo que sí ofrece es previsualización al pasar el S Pen cerca de la pantalla en ciertas apps compatibles, una experiencia muy similar para inspeccionar contenidos sin tocar.

Pantalla flexible de 5,3 pulgadas: sentido y tecnología
La hipótesis de una pantalla flexible de 5,3″ tendría impacto directo en ergonomía y portabilidad: el teléfono se adaptaría al bolsillo, no al revés. Para materializarlo, Samsung ha ido priorizando AMOLED y paneles OLED flexibles frente a LCD convencionales, una estrategia en línea con la tendencia del sector. Incluso otros fabricantes como LG han seguido caminos similares reduciendo inversión en LCD.
Además de curvatura, un panel flexible aportaría mejor resistencia a impactos, límites de marcos más delgados y potencial para nuevos factores de forma. El reto está en acompañar esa flexibilidad con sustratos, baterías y conectores que soporten torsiones sin degradación.
Aunque las filtraciones hablaron de tecnología LED flexible, la vía más realista para el ecosistema Galaxy ha sido OLED por su naturaleza autoemisiva, menores capas y capacidad para curvarse con menos compromisos en color y contraste.

Diseño, tamaño y experiencia de uso
Con su formato grande, el Note II se sitúa entre smartphone y tablet, lo que hoy entendemos como phablet. Su relación de aspecto 16:9 y el panel Super AMOLED lo hacen muy competente para vídeo, navegación y multitarea en ventana flotante, sacando partido al hardware y a las funciones exclusivas del S Pen.
Colores, disponibilidad y opciones
El Samsung Galaxy Note II se comercializó en blanco y gris piedra, con presencia en múltiples operadoras y canales de venta. El precio final ha dependido habitualmente de la configuración de almacenamiento y de las condiciones del operador, manteniéndose como una propuesta de gama alta por su enfoque creativo y de productividad.
La combinación de gran pantalla, S Pen y una plataforma potente consolidó al Note II como referencia entre los dispositivos de gran formato, mientras que la idea de una pantalla flexible de 5,3 pulgadas dibuja el camino hacia diseños más adaptables, resistentes y cómodos de llevar.
