El Samsung Galaxy S5 está aquí para quedarse. Nuestro equipo se encuentra ahora en Barcelona, y ha estado ya probando el smartphone. Lo que más destaca es su renovada interfaz, que presenta una gran diferencia con respecto a lo que ya vimos anteriormente. No obstante, también nos llama la atención el lector de huellas, o sensor biométrico. Todo, en la prueba en vivo del buque insignia.
Iconos nuevos, aspecto nuevo, fondo nuevo, tema nuevo, todo ello ha sido cambiado en el Samsung Galaxy S5, y era totalmente necesario. La anterior interfaz era del siglo pasado, es que ni siquiera representaba lo que era un smartphone de gama alta como el Galaxy S4 o el Galaxy Note 3. Representaba una era de la tecnología mucho más antigua que la que vivimos hoy en día, y sorprendía que Samsung lanzara eso, aunque se defendiera en que era su propio estilo. No obstante, este nuevo cambio sigue en su línea, colorido, muy azul, y llamativo. Es poco minimalista, eso hay que decirlo, al menos en el sentido del minimalismo que tenemos hoy en día, pero por lo menos es mucho más moderno, y es nuevo, que es lo que hacía falta. Os dejamos el primer vídeo con la toma de contacto con el Galaxy S5.
Pero no solo hay renovación de software, sino también de hardware. Y queremos hacer hincapié en el sensor biométrico. Sí, ahora es así como llaman a los lectores de huellas dactilares de toda la vida. El Samsung Galaxy S5 imita el mismo sistema que lleva el iPhone 5s, con el lector en el propio botón de Inicio del smartphone. Lo que hay que hacer es deslizar el dedo por este botón para que pueda leer nuestra huella dactilar, y entonces se desbloquee el móvil. En el vídeo a continuación podéis observar como no hay ralentizaciones de desbloqueo, así como las diferentes funciones que podrá tener este sistema.
Otro de los grandes cambios ha estado en el diseño. El anterior Samsung Galaxy S4 contaba con una carcasa trasera de plástico rígida. En este caso, sigue siendo plástico, y rígida en parte, pero ha cambiado la textura, que ahora simula ser cuero, aunque con un motivo diferente al del Samsung Galaxy Note 3, pues ahora nos encontramos micropuntos. Los laterales vienen en cromado, aunque también es plástico, por lo que habrá que evitar los golpes, pues en las esquinas podríamos muy fácilmente dañar el plástico ante una caída.
Por supuesto, tratándose de Samsung, no podíamos imaginar que lanzara un terminal sin grandes novedades de software. Hemos podido comprobar cómo funciona el modo de ahorro de energía. La compañía surcoreana ha ido más allá. No se ha quedado solamente en aquello de reducir el rendimiento del procesador para ahorrar batería, sino que incluso nos permite reducir el número de colores que se muestran en pantalla, para así ahorrar energéticamente. El vídeo a continuación lo muestra.
Y obviamente, la cámara era uno de los pilares principales en los que estaba Samsung construyendo su nuevo terminal. Con una unidad de fotografía y vídeo mejorada, solo faltaba acompañar a esta con el software apropiado. Y así lo han hecho. Incluye toda una cantidad de modos que utilizar al tomar fotografías, así como opciones de post-procesado para después de haber capturado la toma. Algunos de estos modos están optimizados para la grabación bajo el agua.
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