Samsung gana el juicio, Apple tendrá que pagar por daños y perjuicios

El contexto lo conocemos, y es muy frecuente, pero este no suele ser el titular. Hablamos de la guerra legal que lleva Apple contra medio mundo, una verdadera Tercera Guerra Mundial, pero de patentes. Su mayor rival, Samsung, ha sido la protagonista en este nuevo episodio que ha tenido lugar en Holanda. Y decimos que el titular no es el de siempre, porque esta vez es Apple la que tendrá que pagar a la compañía surcoreana por daños y perjuicios. Aunque había demandas mutuos, se ha considerado que es Apple la que ha violado la patente de Samsung de la tecnología inalámbrica.

Al parecer, la tecnología inalámbrica que usa Apple en sus dispositivos iPhone 3G, iPhone 3GS, iPhone 4, iPad y iPad 2, es una patente de Samsung que, según estos, había sido violada por los americanos de Cupertino. Después de un largo juicio, en el cual Apple también acusaba a Samsung de plagiar el diseño de sus dispositivos con la gama Galaxy, el Tribunal de La Haya, ha dado la razón a los asiáticos, que tendrán que recibir una compensación económica por parte de la compañía fundada por el excéntrico Steve Jobs. La cifra de la multa por daños y perjuicios todavía no se ha fijado, y dependerá de los dispositivos vendidos por parte de Apple en Holanda, contando a partir de agosto de 2010.

Por otro lado, Apple solicitaba que se modificara el diseño de los dispositivos Galaxy para poder seguir vendiéndose, puesto que estaban basados en los smartphones y tablets con iOS. Obviamente, una modificación de diseño era algo imposible, y supondría el cese en la comercialización de los dispositivos Samsung en ese determinado país.

Con este final se cierra un episodio más de una épica batalla legal, que todavía colea en otros 11 países. Lo más peliagudo de la situación es que a pesar de ser grandes rivales en los tribunales, Samsung es principal suministradora de componentes para Apple, y esta es uno de los mejores clientes para los asiáticos, por lo que resulta hasta gracioso que dependan tanto una de la otra, pero sigan atacándose legalmente.