Samsung retrasa Galaxy Tab 2 10.1 para mejorar su procesador: rumores, estrategia y rendimiento real

  • Se barajó detener la producción de Galaxy Tab 2 10.1 para integrar un chip de cuatro núcleos.
  • Samsung comunicó que el modelo seguiría con dual-core, reservando el quad-core para Note 10.1.
  • Capacidad de fabricación y variantes (Exynos/Tegra) marcaron la estrategia de lanzamiento.
  • El rendimiento percibido depende también de GPU, optimización y mantenimiento del sistema.

Samsung retrasa Galaxy Tab 2 10.1 para mejorar su procesador

A Samsung se le acumulan las tabletas. Hace unos días contábamos aquí que la compañía coreana podría lanzar una nueva gama bajo la marca Espresso. Para el verano también se espera que llegue el Galaxy Note de 10.1 pulgadas. Ahora aparecen noticias de que la segunda versión del Galaxy Tab, que esperábamos para mayo, va a ser retrasada para cambiar su procesador y meterle uno de cuatro núcleos.

Lo ha adelantado un blog especializado alemán. Aseguran que Samsung ha dado orden de detener la producción y devolver a su punto de partida las Galaxy Tab 2 10.1 ya ensambladas. La tableta, presentada en el pasado Mobile World Congress de Barcelona, no impresionó a nadie. Aunque llevaba Ice Cream Sandwich, aún funcionaba con procesadores de doble núcleo. Estas CPU eran lo más hace unos meses, pero la aparición de los primeros procesadores quad-core los está dejando obsoletos en cuestión de semanas.

Samsung retrasa Galaxy Tab 2 10.1 para mejorar su procesador

Tras la aparición del primer quad-core para dispositivos móviles, el Tegra 3 de Nvidia, otros fabricantes se han embarcado en la carrera de los cuatro núcleos. Por arquitectura, rendimiento, autonomía… todo son ventajas. Uno de esos fabricantes es la propia Samsung, que tiene listos sus Exynos de cuatro núcleos. Si ya los tienes, ¿por qué no instalarlos y salir con una tableta ahora sí renovada?

Eso es lo que han debido de pensar en Samsung. Antes de que su nueva Galaxy Tab 2 10.1 fuera recibida con frialdad, han preferido poner lo mejor que tenían en casa. Habrá que ver en cuánto encarece su precio de la versión de 10 pulgadas la nueva tableta.

Otro problema añadido es saber si Samsung podrá con todo. A las tabletas Espresso, Galaxy Note y ahora la Tab 2 se le podría añadir el flamante Galaxy S3. Si el esperado móvil, que con casi total seguridad veremos en breve, lleva en sus entrañas un Exynos como procesador, las líneas de producción de procesadores de Samsung van a echar humo.

Vía Android Community.

Por qué interesaba un salto a cuatro núcleos en la Galaxy Tab 2 10.1

La decisión encajaría con una tendencia clara del mercado: migrar de dual-core a quad-core para, como reflejaban nuestras primeras impresiones, mejorar la multitarea, el rendimiento en juegos y la eficiencia energética mediante escalado dinámico de núcleos. Frente a los dual-core iniciales, plataformas como Tegra 3 introdujeron configuraciones con núcleos de bajo consumo para tareas ligeras y núcleos de alto rendimiento para picos de carga. En paralelo, los Exynos de cuatro núcleos de Samsung ofrecían una combinación atractiva de CPU y GPU, clave para tareas como edición multimedia, navegación con múltiples pestañas y streaming en alta definición.

Samsung retrasa Galaxy Tab 2 10.1 para mejorar su procesador

Rumores frente a la versión oficial: qué dijo Samsung

Mientras algunas fuentes señalaron un parón de producción para introducir un chip de cuatro núcleos, la postura oficial comunicada por Samsung en su momento fue que la Galaxy Tab 2 10.1 se mantendría con procesador de dos núcleos y sin cambios de calendario. Es decir, coexistían dos narrativas: la del upgrade técnico con retraso y la del plan original sin variaciones. En esta lectura, la Galaxy Tab 2 10.1 quedaba enfocada en la funcionalidad más que en liderar especificaciones, dejando la apuesta más potente para un Galaxy Note 10.1 con cuatro núcleos.

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Impacto en la hoja de ruta: Note 10.1, variantes y capacidad de fabricación

Desde Corea se llegó a plantear que el impulso de hardware alcanzaría también al Galaxy Note 10.1, que pasaría a un chip de cuatro núcleos (a frecuencias en torno a 1.5 GHz), probablemente un Exynos 4412. Incluso se barajó la opción de variantes con Tegra 3 en función de mercados o disponibilidad, una estrategia habitual para diversificar cadenas de suministro y mitigar cuellos de botella.

Este movimiento tenía implicaciones productivas: si el buque insignia de telefonía (Galaxy S de turno) y las tabletas adoptaban el mismo silicio, la presión sobre las fábricas de Exynos sería notable. De ahí que se valoraran configuraciones múltiples o escalonadas para equilibrar demanda, precio y tiempos de lanzamiento, manteniendo la competitividad frente a rivales directos del ecosistema Android y al iPad de Apple.

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Rendimiento real: compatibilidad gráfica y factores que producen tirones

Más allá del número de núcleos, el rendimiento percibido depende de la compatibilidad de la GPU con ciertos motores de juego y de cómo optimizan los desarrolladores sus títulos. Algunos usuarios han observado que los “saltos” o stuttering provienen de ajustes gráficos exigentes (texturas, filtros) o de peculiaridades de juegos de editoras concretas. Históricamente, herramientas como Chainfire 3D permitían modificar parámetros de compatibilidad y “emular” perfiles de GPU para mejorar la fluidez en juegos muy específicos, aunque su uso requería conocimientos avanzados y no siempre estaba garantizada su eficacia en todos los modelos o versiones de Android.

En el día a día, gran parte de los bloqueos, congelaciones o retrasos en dispositivos Galaxy se deben a causas prosaicas: almacenamiento interno lleno, software desactualizado, cachés corruptas o apps en segundo plano consumiendo recursos. Antes de culpar al procesador, conviene realizar acciones básicas como liberar espacio significativo, instalar las últimas actualizaciones del sistema y de las apps, revisar permisos y optimizar sincronizaciones. Estas medidas suelen devolver la fluidez en la mayoría de situaciones, incluso en dispositivos con hardware modesto.

Samsung retrasa Galaxy Tab 2 10.1 para mejorar su procesador

Así, el debate en torno a Galaxy Tab 2 10.1 osciló entre el deseo de un salto a cuatro núcleos y la confirmación de un enfoque continuista. Ambas visiones respondían a estrategias válidas: o bien reforzar el valor técnico para competir en la franja alta, o bien priorizar disponibilidad, precio y estabilidad del producto. La combinación de CPU, GPU, optimización de software y una gestión adecuada del almacenamiento es la que termina marcando la experiencia que el usuario percibe.

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