La feria Computex está siendo el momento elegido por varias compañías para mostrar nuevos procesadores, que no siempre tiene que ser los más potentes que existen. Un ejemplo de lo que decimos es el Snapdragon Wear 1100, un modelo de Qualcomm que está pensado por y para los dispositivos sencillos, pero que necesita de una gestión de datos solvente.
Este SoC, ya que en su interior integra todo lo necesario para funcionar -desde la GPU a sus correspondientes antenas-, se puede considerar el hermano pequeño del Snapdragon Wear 2100 que no hace mucho fue enunciado y que llegó para ser el sustituto de los Snapdragon 400, que actualmente reinan en el mercado de los relojes inteligentes. El caso, es que el nuevo componente anunciado está pensado para los smartwatch menos potentes, como por ejemplo los que tiene como objetivo los niños, e, incluso, las pulseras de tomas de datos que incluye pantalla.
Eficiencia energética y autonomía

Lo que más se ha tenido en cuenta en el Snapdragon Wear 1100 es que su consumo de energía sea muy eficiente -incluye un modelo denominado Power Safe, que trabaja para consolidar esto-, para de esta forma que la autonomía sea la máxima posible. Esto no quiere decir que sus opciones de conectividad están limitadas, ya que posibilidades como Bluetooth, WiFi, geolocalización (iZat) e, incluso, soporte para 3G o LTE (cat.1) son de la partida. En lo que se refiere a la arquitectura, esta es Cortex-A7.
Más allá de ese modo de bajo consumo, Qualcomm orienta este chip a wearables con propósito selectivo, donde prima la autonomía y no tanto la potencia bruta. La propia compañía señala que el diseño es hasta un 45% más compacto que opciones previas, lo que deja más volumen para baterías. En escenarios de uso always‑on, con pantalla e interfaces activas, se habla de hasta siete días de funcionamiento, un objetivo que encaja con pulseras y localizadores que deben permanecer operativos sin recargas frecuentes.
Conectividad y posicionamiento preciso

El módem integrado habilita 3G y LTE Cat.1 para dispositivos que requieran datos móviles sin depender del teléfono. También hay WiFi y Bluetooth para sincronización y periféricos. Para ubicaciones, la tecnología Qualcomm iZat combina GNSS con señales de redes móviles y otros recursos de la infraestructura para mejorar la precisión del seguimiento de movimiento y la geolocalización en interiores y exteriores, y todo ello con un modo de ahorro siempre activo que no interfiere con las funciones principales del wearable.
La voz también está presente

Pues sí, para dar cobertura a las necesidades de los accesorios actuales, el procesador Snapdragon Wear 1100 ofrece soporte para el reconocimiento de voz, algo esencial ahora que los asistentes mejoran y son cada vez más útiles (sólo hay que ver el anuncio de Google Assistant en el evento de desarrolladores de la compañía de Mountain View). En lo que se refiere a las aplicaciones, el nuevo componente es capaz de trabajar con las que se basan en Linux, por lo que las propias de Android pensadas para los wearables son una opción. Esta compatibilidad facilita funciones de activación manos libres y comandos básicos en gadgets de propósito específico.
Software, familia Snapdragon Wear y enfoque de producto
El 1100 no busca reemplazar a plataformas multipropósito como Snapdragon Wear 2100, sino complementar el catálogo: mientras el 2100 está orientado a relojes más completos y elegantes (con versiones solo Bluetooth/WiFi o con 4G) y presume de ser más compacto y eficiente que los Snapdragon 400, el 1100 se centra en simplicidad y duración. Además de Linux, se apoya en sistemas ligeros y RTOS de bajo consumo, idóneos para pulseras, rastreadores de actividad y relojes infantiles que no requieren toda la pila de Wear OS.
Dispositivos objetivo y ejemplos reales

La disponibilidad de este nuevo procesador Snapdragon Wear 1100 es inmediata, como se ha podido ver en Computex donde algunos modelos han sido anunciados, como por ejemplo un reloj inteligente para niños de Anda Technologies. El caso es que el desarrollo de componentes pensado para este tipo de dispositivos es cada vez mayor, lo que a buen seguro que reporta beneficios a los usuarios ya que los desarrolladores y fabricantes pueden trabajar de una forma mucho más específica y, por lo tanto, solvente.
Este enfoque ha dado pie a soluciones como relojes con seguimiento para niños y mayores, así como localizadores de mascotas o bandas deportivas que priorizan datos de salud con una sincronización ocasional. Socios como Anda o WeBandz han mostrado propuestas sobre esta base, y Qualcomm afirma que sus chips ya impulsan más de un centenar de wearables en distintas categorías, señal de un ecosistema maduro que valora la autonomía, la conectividad integrada y la seguridad.
El Snapdragon Wear 1100 destaca por combinar bajo consumo, módem celular, posicionamiento iZat y soporte de voz en un formato pequeño. Para quienes necesitan dispositivos discretos, fiables y que duren varios días, este SoC se posiciona como una opción equilibrada que optimiza lo esencial sin añadir complejidad innecesaria.

