Me resulta gracioso. Cuando analizamos un móvil, hablamos de las diferentes versiones del mismo, refiriéndonos a las unidades de memoria RAM, memoria interna, o a los colores en los que está disponible. Pero lo cierto es que la cantidad de versiones diferentes de un smartphone es muy superior, y las variantes de cada uno de los móviles son muchas más. El caso del Samsung Galaxy S7 nos servirá en este caso como ejemplo de esto, y para dejar claro, además, algunas cuestiones sobre su procesador y su cámara.
La cámara del Samsung Galaxy S7
Samsung ha presentado hoy su nuevo sensor fotográfico con tecnología ISOCELL de 12 megapíxeles. Espera, What? Se supone que ese es el sensor con el que cuenta el Samsung Galaxy S7, ¿no? ¿Cómo, pues, es posible que lo presente hoy? Bueno, tampoco es tan extraño, al fin y al cabo, lo único que han hecho es presentar el sensor después de presentar el smartphone. Pero hay otro motivo por el cual el sensor se presenta después, y es que no todos los Samsung Galaxy S7 cuentan con dicho sensor. Es más, tal y como ocurrió el año pasado con el Samsung Galaxy S6, hay algunos Samsung Galaxy S7 que cuentan con un sensor de Sony. Sí, un sensor de 12 megapíxeles, teóricamente igual, también con tecnología de autoenfoque Dual Pixel por detección de fase. Es igual. Bueno, en realidad no. Es igual en características técnicas. Pero no es igual. Es imposible que sea igual, y no lo es. Y tal y como ocurrió el año pasado, las fotos serán algo diferentes. Pero la diferencia no será muy notable. En cualquier caso, resulta gracioso ver comparativas de cámaras entre diferentes smartphones, para que después resulte que incluso el mismo móvil cuentan con diferentes sensores dependiendo de la versión. En este caso, parece que son las versiones con el procesador Qualcomm Snapdragon 820, que no llegan a Europa, las que cuentan con el sensor de Sony, y son las versiones con el procesador Samsung Exynos 8890 las que cuentan con el sensor de Samsung. Este último cuenta con la tecnología ISOCELL con la que, en teoría, no cuenta el sensor de Samsung. Pero los análisis de las fotos del Samsung Galaxy S6 con el sensor de Sony y el sensor de Samsung concretaron que la cámara con sensor de Sony era algo mejor.
Por cierto, dicen que el Samsung Galaxy S7 con el procesador Qualcomm Snapdragon 820 también tiene un rendimiento superior al Samsung Galaxy S7 con el procesador Samsung Exynos 8890. De hecho, los datos son tan graciosos, que una versión sí supera en resultados de rendimiento al iPhone 6s Plus, y la otra no, aunque la diferencia no es demasiado notable.
Y probablemente no deja de ser algo negativo, aunque no mucho, que la versión que llega a Europa sea la que cuenta con el procesador Samsung Exynos 8890, el que teóricamente es peor, y con la cámara con el sensor de Samsung, que teóricamente también sería algo peor. Esto es genial para aquel que se va a gastar algo menos de 1.000 euros en el nuevo móvil pensando que los que se lo van a comprar por el mismo precio en Estados Unidos tendrán un smartphone algo mejor.
En realidad, da igual, porque el móvil seguirá siendo de alto nivel, la diferencia será imperceptible, y es probable que ni tú ni yo seamos capaces de comprender las diferencias reales entre los dos móviles, o entre las dos versiones. De hecho, es probable que muchas de las funciones del Samsung Galaxy S7 no sean útiles para ti. Es posible que tus conocimientos sobre fotografía sean tan limitados, que te dé igual si la cámara es de 12 megapíxeles, o de 16 megapíxeles, o si cuenta con una tecnología o con otra. Pero no deja de resultar gracioso que existan múltiples versiones, con diferencias en cada una de ellas.
Y esto me recuerda al caso del iPhone 6s, con las diferentes versiones en las que variaba únicamente el fabricante del procesador. Este era todavía más curioso. Los fabricantes del procesador eran TSMC y Samsung. Apple diseñaba el procesador, y estas dos compañías lo fabricaban. Había diferencias en la autonomía de los dos móviles. Ocurre cuando los fabricantes de las pantallas también son diferentes para el mismo móvil y existen diferentes versiones. Al final las pantallas se ven diferente.
¿Por qué ocurre esto?
¿Sabías que la Coca-Cola que bebemos en España no sabe igual que la Coca-Cola que se bebe en Latinoamérica? Esto también me resulta gracioso, porque existe una fórmula supersecreta de la Coca-Cola, para que al final tenga un sabor diferente, ya no solo en cada lugar del mundo, sino también en diferentes regiones del mismo país, dependiendo de dónde la fabriquen, y el agua con el que la fabriquen.
Cuando vendes móviles como si fueran Coca-Cola, tienes el mismo problema. El sabor de la Coca-Cola, por muy fórmula secreta que exista, depende también del sabor del agua, diferente en cada región de la Tierra. Cuando vendes tantos millones de móviles que necesitas que sean varios los fabricantes de tus procesadores porque un único fabricante no es capaz de fabricar tantas unidades de un procesador, o de una pantalla, o de una cámara, te encuentras con un problema, y es que al final no conseguirás que todos esos millones de móviles sean iguales. Claro, luego tú los vas a vender como si fueran todos iguales, todos con el mismo precio. Y no, no serán iguales.
En realidad, tampoco es demasiado relevante. Si compras el Samsung Galaxy S7, tendrás el que ahora mismo es probablemente el mejor móvil del mercado. Y dará igual si cuenta con el procesador Qualcomm Snapdragon 820, o con el Samsung Exynos 8890, dará igual si cuenta con cámara de 12 megapíxeles de Sony, o si cuenta con cámara de 12 megapíxeles de Samsung. Tu Samsung Galaxy S7 no será igual que el que lo compra en Estados Unidos, pero los dos tenéis el que probablemente es el mejor smartphone del mercado, a pesar de que, a fin de cuentas, no sean el mismo smartphone.
