Solo falta que Apple compre Samsung

No tenemos fuentes que afirmen que Apple va a comprar la compañía surcoreana, que no cunda el pánico. Y habría que ver si incluso tiene la posibilidad de hacerlo a nivel económico. Pero lo vivido en los últimos años, con Motorola y Google y más recientemente con Nokia y Microsoft, nos hace dudar mucho del futuro de los fabricantes.

Y no queremos cargar contra Samsung, nada más lejos de la realidad. De hecho, si alguno de los fabricantes tiene mayor potencial, ese es sin duda Samsung, pero la expresión sirve perfectamente para mostrar cómo está actualmente el ecosistema tecnológico. Hace ya bastantes meses escribí cómo me parecía que sería el futuro de las compañías. En una hipotética situación, los fabricantes desaparecerían del mapa, superados por los que hasta el momento dominaban el mundo del software. Siendo así las cosas, tan solo empresas como Apple, Google, Microsoft, y alguna otra que siguiera desarrollando su propio software, sería capaz de sobrevivir, quedando las demás a merced de estas. Es decir, que Samsung, HTC, Sony, Huawei y compañía, dependería de las grandes compañías, y serían simplemente fábricas para estas.

En parte, ya es así. Una gran división de Samsung se dedica a la fabricación de componentes para otras compañías. Pero lo cierto es que cada vez están perdiendo más protagonismo los fabricantes, y ganando mucho más los que hasta ahora simplemente desarrollaban software.

Google y Apple son la demostración

Existen dos modelos distintos. El de Apple y el de Google. Apple siempre ha funcionado como una compañía convencional. Compra las piezas a terceros fabricantes, y con eso ensambla sus propios dispositivos, diseñados por ellos mismos, y con un sistema operativo optimizado. Google tiene otro modelo. Deja que sea otra la compañía que fabrique su smartphone, y además ofrece el sistema operativo. No obstante, llegado el momento, ha adquirido una compañía, Motorola. Microsoft sigue el camino de Google. Lejos de fabricar sus propios dispositivos móviles, salvo en el caso del Surface, ha permitido que otras grandes compañías fabriquen smartphones a los que dar su sistema operativo. Sin embargo, no había tenido ningún terminal como un dispositivo propio, al estilo del Nexus. Ahora han comprado Nokia, por lo que pasarán directamente a fabricar sus propios teléfonos inteligentes, bajo el nombre de Microsoft.

Así, si analizamos la situación, nos encontramos con dos grandes fabricantes, como son Motorola, uno de los grandes fabricantes americanos de la historia; y Nokia, el fabricante de móviles más importantes que cualquiera recuerde en Europa; que han desaparecido, sin más. Ahora forman parte de otras compañías mayores. Compañías como Google y Microsoft, desarrolladores de software simplemente. Esta última tiene muchos más años, pero Google ni existía cuando Motorola ya fabricaba móviles.

Apple, por su parte, sí que ha sido siempre fabricante, pero dependiendo de las terceras compañías. Muchos han criticado esto mismo, que Apple dependa de otras compañías, pues los hace débiles, pero nada más lejos de la realidad. Básicamente, el resto de las compañías son como un trabajador en paro. Una fábrica de muebles necesita trabajados para construirlos. Pero eso no significa que la fábrica dependa de lo trabajadores. Al revés, cuantos más trabajadores haya, mejor podrá negociar con ellos, y más dependerán estos de la propia compañía, pues fácilmente se puede prescindir de unos para contratar a otros. Esto, llevado a términos de grandísimas compañías, es todavía más brutal, pues se trata de empresas con inversores detrás, con una gran cantidad de dinero en juego, que no pueden decidir por sí mismas en muchos casos.

Los fabricantes perderán protagonismo

Hoy vemos a Sony, Samsung, HTC, LG, Huawei, ZTE, etc. como compañías importantes, que luchan por robarle un puesto a Apple en el mercado. Pero de todas ellas, solo Samsung sobrevive con éxito a las demás. Y porque es tan gigante, que se puede plantear ponerse al mismo nivel. De hecho, cuenta con plataformas de aplicaciones. E incluso está desarrollando su propio sistema operativo. Siendo así las cosas, es improbable que Apple pueda comprar a Samsung si esta última compañía hace bien su trabajo. Pero no ocurre lo mismo con otras compañías como HTC o LG. No es que vayan a formar parte de Apple, pero pronto dejarán de tener capacidad para invertir en marketing, para fabricar smartphones con su marca y para tener una división dedicada a venderlos. Al final, tendrán que limitarse a dos opciones, ser vendidas a otra compañía más grande, o ser simples fabricantes bajo demanda, como han sido muchos años antes.

Conforme avanza el tiempo, esto será más así, y los últimos movimientos de Google van en ese camino. Se hablé del fin de Android, quedando Google como fabricante de smartphones por medio de Motorola y con el sistema operativo Chrome OS. Apple continuaría con su estrategia de contratar a fábricas y diseñar sus propios smartphones con iOS. Y Microsoft ahora fabricaría teléfono con una de las compañías más exitosas de los pasados lustros, Nokia, con sistema operativo Windows. Así las cosas, depende de ellos decidir el momento. Pero es posible que el próximo año sea el último en el que empresas como LG, Sony o Huawei sean estrellas, y tan solo tres, o cuatro, si Samsung consigue subirse al tren, serán las que mandarán en un mercado de pocas posibilidades.