El nuevo reloj inteligente de la compañía surcoreana ha sido confirmado por el medio americano Bloomberg. Y no solo hablan de su existencia, sino también de que se trataría de un dispositivo autónomo, que no dependería de un teléfono inteligente para funcionar. Incluso sería capaz de realizar llamadas. Te contamos todo lo que debes saber sobre el nuevo Samsung Galaxy Gear.
¿Cómo será?
El Samsung Galaxy Gear será un reloj inteligente, pero todavía no quedaba claro si sería simplemente una segunda pantalla para un smartphone, que fuera siempre sincronizada con este y que nos permitiera ver emails, o si se trataría de un dispositivo independiente. Las últimas informaciones confirman que será autónomo, que no dependerá de ningún teléfono inteligente. Los componentes con los que contaría son una prueba de ello. El reloj sería capaz de realizar llamadas, leer correos electrónicos, navegar por Internet, y enviar SMS, entre otras muchas funciones, ya que en principio, no hay nada que lo diferencie de cualquier smartphone o tablet Android. Además, contará con el sistema operativo de Google, como está claro.
Pantalla y cámara
El display con el que contaría este reloj inteligente sería de tres por tres centímetros, lo que corresponde con una diagonal de 1,67 pulgadas. Obviamente, se trata de un tamaño pequeño, para poder llevarlo en la muñeca, pero que siga siendo funcional. Si lo comparamos con otros relojes, como el Pebble Watch, que tiene una pantalla de 1,26 pulgadas, o el Sony SmartWatch 2, con una pantalla de 1,6 pulgadas, podemos crear una idea de cuál es el mercado actual. La resolución que tendría la pantalla del Samsung Galaxy Gear también sería mucho mejor que la del Pebble Watch, siendo de 320 por 320 píxeles, mientras que la de su rival es de 144 por 168 píxeles. Así, la densidad de píxeles sería de 270 PPI, una cifra realmente alta si tenemos en cuenta que no se utilizará para ver vídeos o para jugar a videojuegos. No obstante, aunque así fuera, la calidad es muy buena. Esta pantalla sería de tipo AMOLED, algo ya común en Samsung a la hora de fabricar smartphones y tablets, por lo que no extraña. Además, si finalmente acaba siendo flexible, o se le da una forma curva, solo puede ser de tipo AMOLED, pues una pantalla LCD no podría curvarse.
La cámara sería de 2 megapíxeles. No es una cámara de alto nivel, pero tratándose de un reloj inteligente, y del primer reloj totalmente funcional que podría llegar al mercado, es lo normal.
Procesador y memoria RAM
Nuevos datos llegan acerca del procesador con el que contaría vienen a confirmar que será un reloj autónomo. Si bien la pantalla es algo imprescindible aunque se tratara de un reloj que dependiera del smartphone, el procesador no está en la misma situación. Este reloj contará con un SoC de doble núcleo, algo que no sería necesario si simplemente se fuera a dedicar a dar la hora, mostrar correos electrónicos, y decirnos que tenemos dos llamadas perdidas. El procesador tendría arquitectura Cortex-A9 y alcanzaría una frecuencia de reloj de 1,5 GHz. Y por si esto todavía no confirmara las posibilidades, todavía hay que tener en cuenta que llevará un procesador gráfico, un Mali 400-MP4. Es decir, que si fuera un smartphone, podríamos decir que es un gama media-alta, pero se trata de un reloj inteligente.
La memoria RAM será de 1 GB. Los smartphones de gama más básica llevan memorias RAM de 512 MB, el mínimo necesario para que funcione Android Jelly Bean. Esto indica que han querido crear algo de buena calidad.
Lanzamiento y precio del Samsung Galaxy Gear
En lo que respecta al lanzamiento de este nuevo reloj inteligente, todo parece indicar que llegará a comienzos del próximo mes, el 4 de septiembre, en el evento que la compañía celebrará, donde también presentará el Samsung Galaxy Note 3. Sin embargo, todavía no queda claro que vaya a ser así. En las invitaciones de prensa sí han aludido al Galaxy Note 3, pero no a este Galaxy Gear. En lo que respecta al precio ocurre lo mismo. Ninguna de las afirmaciones que se han realizado sobre este reloj inteligente ha hablado de cuánto costará. Un precio aceptable sería inferior a los 200 euros, pero parece improbable que vaya a ser así.