Un desarrollador explica lo peor de crear aplicaciones para Android

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Hoy en día ser desarrollador de aplicaciones es una de las aspiraciones de muchísimos usuarios. Una sola idea puede hacer ganar mucho dinero, pero para ello hay que tener en cuenta varios aspectos que sólo los mejores desarrolladores tienen.  Uno de los responsables de la aplicación de WordPress para Android, Nick Bradbury, ha explicado todos los inconvenientes de crear aplicaciones para este sistema operativo.

Después de todos estos años, Google aún sigue perseguido por los “fantasmas” de Android 2.3, más conocido como Gingerbread. El desarrollador Nick Bradbury, uno de los responsables de la aplicación de WordPress para Android, ha escrito un interesante post en el que explica como la fragmentación de Android provoca verdaderos quebraderos de cabeza, sobre todo en el desarrollo de apps que todavía deben funcionar en Gingerbread.

“Asegurarse de que tu aplicación funcione en ese sistema operativo tan feo y propenso a bugs es un problema. Cada desarrollador Android que conozco celebraría el día en el que pudieran abandonar la compatibilidad para las versiones del sistema operativo pre-ICS”, indica Bradbury en su post. Si analizamos estas declaraciones detenidamente, nos daremos cuenta de que el autor del post lleva toda la razón. Si comparamos la interfaz de los smartphones actuales –como mínimo con Android 4.0- con la que nos encontramos en los teléfonos con Gingerbread, la diferencia es abismal. A pesar de que el uso de las últimas versiones ha aumentado increíblemente durante los últimos años, aún existen fabricantes que utilizan Android 2.3 en sus smartphones más baratos y menos potentes –concretamente, uno de cada 5 dispositivos Android utiliza Gingerbread-, aumentando aún más la problemática fragmentación.

POrcentaje de uso de las versiones Android

Bradbury también explica que tener tantos dispositivos de bajo coste en el mercado provoca que los desarrolladores sean mucho más cuidadosos a la hora de hacer que sus aplicaciones sean lo más eficientes posibles, evitando consumir excesiva batería y memoria, aunque esto también tiene un impacto positivo para las versiones más actuales.

A pesar de todo esto, lo cierto es que las quejas acerca de la fragmentación de Android han disminuido notablemente desde que Jelly Bean salió al mercado en 2012 y desde luego, la evolución solo puede ir a mejor una vez que Gingerbread se convierta en historia.

Vía Yahoo