¿Vale la pena gastar 600 ó 700 euros en un móvil?

Los móviles de hoy en día son realmente caros. Muchas veces uno no se para a pensar en la cantidad de dinero que nos estamos gastando en comprar un móvil, tanto si es libre como si ha sido adquirido con una operadora y lo pagamos todos los meses. ¿De verdad vale la pena comprar un móvil por ese precio?

¿Qué es lo que buscamos en un móvil? Esa debería ser la pregunta que todo el mundo se realizara antes de comprar un móvil por un precio determinado. Voy a escribir una lista de cosas que podemos buscar en un smartphone hoy en día:

• Realizar llamadas
• Enviar mensajes
• Navegar por Internet
• Utilizar redes sociales
• Utilizar WhatsApp
• Leer el correo electrónico
• Llamadas por VoIP
• Tener conexión de datos
• Tener WiFi
• Escuchar música con los altavoces
• Escuchar música con los auriculares
• Ver películas
• Tomar fotografías
• Grabar vídeos
• Jugar a videojuegos
• Ejecutar aplicaciones de alto nivel

En esa lista he procurado resumir lo que un usuario busca en un smartphone. La mayor parte de los teléfonos inteligentes que han sido lanzados en en el último año 2013 permiten realizar todas esas acciones. La principal diferencia llega con los cuatro últimos elementos. Tomar fotografías, grabar vídeos, jugar a videojuegos, y ejecutar aplicaciones de alto nivel. Estos cuatro elementos son los que marcan la diferencia entre los terminales de gama media y básica y los smartphones de gama más alta. Un terminal de 200 euros no va a echar las mismas fotos que un smartphone de 600 euros, porque este último contará con una cámara mucho mejor, que además grabará vídeos en mayor calidad, y que incorporará tecnologías de alto nivel. Un smartphone de 600 euros será capaz de ejecutar un videojuego de alto nivel con una fluidez muy alta y con la calidad de imagen máxima, mientras que un smartphone de 200 euros solo podrá ejecutar videojuegos que no requieran muchos recursos, o bien ejecutar los videojuegos de alto nivel pero con un mal funcionamiento o con una menor calidad. Y lo mismo se puede decir de aplicaciones como Photoshop, que requiere de un alto nivel técnico en el smartphone para que puedan ser ejecutadas perfectamente.

Ahora bien, uno debe preguntarse si está dispuesto a gastarse 400 euros más en comprar un smartphone simplemente por esas mismas características. Para colmo, podemos ir mucho más allá y comparar el precio de estos smartphones con lo de otros dispositivos tecnológicos.

Las comparaciones dan asco

Ya que hemos dicho que una de las principales diferencias entre un smartphone de 600 euros y uno de 200 euros era la cámara de fotos, pensemos ahora en qué podemos hacer con los 400 euros que nos ahorramos en el smartphone. Podemos invertirlo en la compra de una cámara réflex Nikon, Canon o Sony, y ya tendremos una calidad fotográfica miles de veces mayor que de un smartphone. Incluso si no queremos optar por una réflex, podemos comprar una cámara compacta de nivel profesional, que nos permitirá retratar los paisajes con una calidad y unas posibilidades que están infinitamente lejos de cualquier terminal. Al lado de estas cámaras, un smartphone no vale ni para una foto de carnet. Y en el caso de las réflex, ya podemos hablar de cámaras capaces de grabar vídeo en 1080p, y con una calidad mucho más alta, perfecto para grabar reviews de productos, por ejemplo.

Pero qué ocurre si hablamos de videojuegos, pues que nos encontramos con lo mismo. No tiene sentido gastarse 600 euros en un smartphone solo porque ejecuta mejor los videojuegos que uno de 200 euros. La diferencia de 400 euros, por ejemplo, sirve para comprar una nueva PlayStation 4, que es infinitamente mejor que cualquier teléfono móvil.

Y todo esto sirve para que nos demos cuenta de que, en muchas ocasiones, por el mismo precio de un smartphone de altísimo nivel, podemos comprar un smartphone que cuenta con la inmensa mayor parte de lo que queremos, y con otro dispositivo de alto nivel de otro sector tecnológico. Hoy en día, ya existen smartphones por 200 euros que funcionan perfectamente, como el Motorola Moto G, y que nos obligan a plantearnos si de verdad queremos gastarnos 600 euros. Está claro que el que tenga dinero, puede comprar un smartphone mejor, y una cámara mejor, y la PlayStation 4 con más videojuegos del mundo, pero hay que reconocer que la situación de la mayor parte de los usuarios, sobre todo en España, no es esa.