El Xiaomi Mi 5 ya se ha presentado oficialmente como uno de los grandes smartphones que llegan para competir con los mejores del mercado. En esta comparativa lo ponemos frente a frente con otros dos referentes de su generación, Samsung Galaxy S7 y LG G5, para ayudarte a entender sus diferencias clave en rendimiento, pantalla, cámara, diseño, batería e innovación.
Empatando en rendimiento
Si bien el Samsung Galaxy S7 ha brillado en benchmarks con su procesador propio Exynos 8890, se puede decir que los tres móviles están en un nivel muy parecido en lo que a potencia real se refiere. El LG G5 y el Xiaomi Mi 5 apuestan por el Qualcomm Snapdragon 820, una plataforma de gama alta con núcleos Kryo y GPU Adreno 530 pensada para exprimir juegos, multitarea y apps exigentes con una excelente eficiencia.
Hay matices importantes. El Xiaomi Mi 5 se comercializó en varias configuraciones: una versión estándar con Snapdragon 820 a menor frecuencia, 3 GB de RAM y 32 GB internos; otra intermedia con el chip a mayor frecuencia, 3 GB y 64 GB; y una edición superior “Ceramic/Exclusive” con el 820 más rápido, 4 GB de RAM y 128 GB. Esto significa que, especialmente en multitarea, las variantes de 4 GB del Mi 5 se acercan más al rendimiento sostenido de LG G5 y Galaxy S7, que apuestan por memoria LPDDR4 de 4 GB en sus configuraciones más comunes, frente a competidores como el Meizu MX6.
En el caso del Galaxy S7, además del Exynos 8890, existen versiones con Snapdragon 820 según mercados. Samsung acompañó el procesador con un almacenamiento muy veloz, y además recuperó la expansión por microSD en combinación con su memoria interna, un punto práctico para quien maneje grandes bibliotecas de fotos o vídeo. El LG G5 también ofrece ampliación por microSD, mientras que el Mi 5 prescinde de ella y lo compensa con mayores opciones internas en sus variantes superiores.
En uso real, los tres mueven con soltura interfaces, redes sociales, fotografía y videojuegos de última generación. La elección entre ellos, en rendimiento puro, dependerá más de la gestión térmica, la optimización de la capa de software y, en el caso del Mi 5 básico, del impacto que supone tener 3 GB frente a 4 GB para mantener más apps abiertas sin recargas.
Multimedia premium vs multimedia asequible
La principal diferencia de precio entre estos modelos se aprecia en pantalla y cámara; de hecho, una diferencia de 30 euros puede ser clave. El Xiaomi Mi 5 es notablemente más barato y, para lograrlo, opta por una pantalla Full HD (1.920 x 1.080) en lugar de subir a Quad HD. En resolución no compite con los 2.560 x 1.440 píxeles del Samsung Galaxy S7 y del LG G5, pero esa diferencia es poco perceptible en pantallas compactas —el Mi 5 con 5,15 pulgadas, el S7 con 5,1 pulgadas y el G5 con 5,3 pulgadas— y, a cambio, el panel del Mi 5 resulta más eficiente.
Más allá de la resolución, hay otros datos que marcan la experiencia de visualización. Samsung presume de tecnología Super AMOLED con un nivel de contraste muy elevado y funciones como Always On para mostrar reloj, notificaciones o widgets con un gasto mínimo de batería. LG sube el listón con su IPS Quantum y también integra Always On. El Mi 5, por su parte, destaca por un panel muy luminoso (alrededor de 600 nits), bordes 2.5D y un buen calibrado para quien busque un equilibrio entre nitidez y consumo.
En vídeo y audio, los tres soportan códecs modernos y reproducción fluida a alta resolución. LG G5 añade interés con su ecosistema de módulos, como el LG Hi‑Fi Plus con B&O Play para quienes priorizan la calidad de sonido. Samsung, por su lado, ofrece perfiles de audio y modos de juego dedicados, con extras como el Game Launcher para grabar partidas y controlar notificaciones mientras juegas.
Donde más se abren las diferencias es en las cámaras; puedes ver ejemplos en los 10 móviles con mejor cámara del mercado. El Galaxy S7 dio un golpe encima de la mesa reduciendo la resolución a 12 megapíxeles, pero con píxeles más grandes, tecnología Dual Pixel, apertura f/1.7 y estabilización óptica, todo enfocado a conseguir mejor detalle y enfoque más veloz, especialmente en baja luz. El LG G5 apostó por una solución dual: una cámara principal de 16 MP y una secundaria de 8 MP de gran angular (135º) para capturas amplias sin necesidad de panorámicas; además, suma enfoque láser y estabilización OIS.
El Xiaomi Mi 5 confía en un sensor Sony IMX298 de 16 MP con PDAF y un estabilizador óptico de 4 ejes muy efectivo para vídeo y fotos. Aunque sobre el papel no rompe tanto como sus rivales en innovación, su cámara ofrece resultados de calidad y un enfoque rápido, y graba, como los otros dos, vídeo 4K. Delante, Samsung equipa 5 MP con apertura luminosa, LG sube a 8 MP y Xiaomi opta por 4 MP con píxeles grandes para selfies con más luz.
¿Quién habló de diseño?
Los tres pertenecen a la liga de los acabados Premium. Xiaomi se ha asociado históricamente con Apple por su atención al detalle, aunque la percepción sobre los móviles chinos varía, pero sus móviles ya siguen una identidad propia: marco metálico y trasera de cristal muy pulida para el Mi 5, con una edición especial de acabado cerámico en su variante superior. Es un teléfono fino y ligero, más compacto que el LG G5, y aun así mantiene una batería generosa.
El Galaxy S7 continúa la senda de cristal y metal de Samsung, con curvas ergonómicas que mejoran el agarre y una construcción con resistencia al agua y polvo IP68, capaz de soportar inmersiones a cierta profundidad durante un tiempo limitado. Es un detalle que lo diferencia claramente del Mi 5 y del G5 y que permite un uso más despreocupado en exteriores.
Por su parte, LG G5 apuesta por un cuerpo de aluminio y un llamativo diseño modular que permite extraer la base para cambiar la batería e insertar módulos como el LG CAM Plus (con botones físicos y energía adicional) o el citado módulo de audio Hi‑Fi. Es la propuesta más original desde el punto de vista de la versatilidad.
En biometría, Samsung y Xiaomi integran el lector de huellas en el frontal con botón Home físico, mientras que LG lo lleva a la parte trasera, bajo la cámara. En conectividad física, el Mi 5 y el G5 se pasan al USB Tipo C, mientras que el S7 se mantiene en microUSB, aunque compensa con una de las mejores implementaciones de carga inalámbrica de su momento.
Batería y autonomía
Hablar de autonomía implica mirar más allá de los miliamperios, pero las cifras ayudan a situarnos. Samsung Galaxy S7 y Xiaomi Mi 5 montan baterías de alrededor de 3.000 mAh, mientras que el LG G5 se queda en 2.800 mAh. La gestión de energía, la eficiencia del procesador y el brillo medio de la pantalla marcan el día a día, pero con un uso estándar los tres alcanzan la jornada sin apuros, y en escenarios menos intensivos incluso algo más.
Hay diferencias relevantes en la experiencia de carga. El Mi 5 y el G5 se benefician de Quick Charge 3.0, reduciendo notablemente los tiempos enchufados. El LG G5 suma, además, la ventaja de una batería extraíble, útil para usuarios que prefieran llevar un recambio. Samsung, por su parte, potencia la carga inalámbrica rápida, de forma que con una base compatible puedes obtener varias horas de uso con una recarga muy breve, y sin cables.
Las funciones Always On de Samsung y LG añaden comodidad mostrando hora y notificaciones con el móvil en reposo, con un impacto limitado en el consumo (el fabricante de LG cifra la merma en torno al 0,8% por hora). En el Mi 5, al no contar con esta función nativa en su panel, el ahorro energético puede ser mayor cuando la pantalla está apagada.
En conectividad de red, los tres presumen de 4G rápido con categorías altas de LTE y WiFi 802.11ac dual band, además de NFC y Bluetooth 4.2. Para quien necesite más almacenamiento para vídeo 4K o juegos pesados, la presencia de microSD en Galaxy S7 y LG G5 puede ser decisiva; en el Mi 5 conviene elegir bien la capacidad interna de partida.
¿Innovación o precio?
Aquí es donde cada uno pisa con más fuerza su terreno natural. Samsung y LG apuestan por rasgos muy diferenciadores: el Galaxy S7 presume de resistencia IP68, cámara con Dual Pixel, software de juego dedicado y una de las mejores pantallas de su generación; el LG G5 ofrece un diseño modular con accesorios que lo convierten en cámara avanzada o equipo de audio portable, además de su cámara dual con gran angular real.
El Xiaomi Mi 5 no innova tanto en concepto, pero equilibra muy bien el conjunto: combina acabados premium, alto rendimiento, una cámara competente con OIS de 4 ejes, y un precio muy agresivo si lo comparamos con los otros dos. En su presentación, Xiaomi incluso mostró benchmarks donde el Mi 5 alcanzaba cifras muy altas en AnTuTu, a la altura o por encima de sus rivales, señal de que su hardware está a la altura.
Para el usuario, la elección pasa por priorizar. Si quieres un móvil con extras únicos —resistencia al agua, cámara con enfoque ultrarrápido, carga inalámbrica—, el Galaxy S7 brilla. Si valoras una propuesta versátil y creativa con módulos, gran angular y batería extraíble, el LG G5 es un candidato sólido. Si buscas máximo rendimiento por precio, con acabados de gama alta y sin pagar el coste de la innovación más exclusiva, el Xiaomi Mi 5 es difícil de ignorar.
La diferencia de precio fue notable en su lanzamiento: el Mi 5 se situó entre 300 y 400 € según versión y mercado, mientras que Galaxy S7 y LG G5 partían de cifras sensiblemente más altas y, en el caso de Samsung, con variantes más caras dependiendo de capacidad o formato. Hoy, en el mercado de ocasión o reacondicionado, estas horquillas pueden variar, pero la relación prestaciones-coste sigue decantándose en favor del Xiaomi cuando el presupuesto manda.
Más allá de números, conviene recordar las capas de software: el Mi 5 con MIUI (muy personalizable y sin cajón de apps por defecto), Samsung con su capa TouchWiz de aquella época —con mejoras de rendimiento y opciones útiles—, y LG con LG UX, también cargada de funciones. Son enfoques distintos que pueden inclinar la balanza por preferencias de diseño, apps preinstaladas y ritmo de actualizaciones; además, si te interesa el papel de la inteligencia artificial en estas capas, consulta una comparativa de IA en móviles.
Si priorizas un equilibrio entre potencia, acabados y precio, el Xiaomi Mi 5 ofrece mucho por lo que cuesta; si lo tuyo es la fotografía, la resistencia y un ecosistema de funciones muy pulido, el Galaxy S7 convence; si te seduce una idea modular y el gran angular sin trucos, el LG G5 te da herramientas diferentes para crear contenido y adaptarse a cada situación.



