4 inconvenientes del metal como material de fabricación

Año tras año, smartphone tras smartphone, siempre acabamos en lo mismo, en que si ha sido fabricado con metal es un terminal premium, mientras que si ha sido fabricado de plástico no lo es. Sin embargo, lo cierto es que el metal también tiene sus defectos, que lo convierten en un material mucho más complejo. Cuatro razones para no elegir un smartphone de metal.

Peso

El metal puede ser un material que a priori parezca de mayor calidad, pero lo cierto es que los fabricantes saben muy bien que los usuarios siempre buscan smartphones ligeros y que precisamente es uno de los factores más importantes a la hora de fabricar un terminal. En ese sentido, elegir el metal como material de fabricación supone una gran serie de problemas para los fabricantes. El metal es más pesado que el plástico, y eso les obliga a tener que ser mucho más precisos a la hora de componer el smartphone, pues no pueden lanzar un teléfono que sea pesado. Es obligatorio que sea un teléfono ligero. Y en muchas ocasiones no es una cuestión de que sea más fácil para los fabricantes optar por el plástico, sino que es la única posibilidad si quieren fabricar un smartphone ligero. En cualquier caso, la mayoría de los teléfonos inteligentes que utilizan el metal como material principal en el diseño son más pesados que los que utilizan el plástico.

Abolladuras

Si somos muy cuidadosos, es probable que nunca nos preocupemos por los golpes. No obstante, si somos de esos que el móvil se nos suele caer al suelo, el material con el que está fabricado el smartphone es realmente importante. Y aunque puede parecer lo contrario, lo cierto es que el plástico en muchos casos es más resistente a los pequeños golpes que el metal. Cualquier smartphone de metal que recibe un pequeño golpe, aunque sea una pequeña caída, suele deformarse, y no tenemos opciones para solucionarlo. Un smartphone de plástico es capaz de resistir esas caídas sin que sea perceptible el golpe. Sin embargo, frente a un gran golpe, el metal podría ser la mejor elección. Aunque quedaría abollado, lo cierto es que es muy complicado que la pieza se rompa, mientras que eso sí que es posible cuando está fabricado en plástico.

Metal

El color

Y junto con ello, tenemos que hablar del color. La diferencia entre una pieza de plástico y una pieza de metal, es que esta última ha sido pintada, lo que hace que interiormente tenga un color diferente. Si rayamos el metal, observaremos que el color que queda es diferente, por lo que llama mucho la atención cualquiera raya producida en una superficie metálica. Esto no ocurre con el plástico, que es de un color determinado toda la pieza. Cuando rayamos una pieza de plástico, aunque se quita una parte de la superficie de la misma, se sigue viendo del mismo color, lo que hace que sea mucho menos perceptible que una raya en el metal.

Precio de sustituciones

Por otro lado, podríamos llegar a dar un golpe tan fuerte al smartphone que fuera necesario cambiar una pieza de la carcasa, o que queramos cambiarla por una nueva. En tal caso, un smartphone de plástico tendrá ventajas, pues podremos encontrar carcasas mucho más baratas. Esto ocurre por dos motivos. Por un lado, es más barato fabricar en plástico que en metal, y eso también se nota al sustituir las piezas. Por otro lado, podemos encontrar piezas de plástico baratas de fabricación de bajo coste, que pueden ser ideales para ese tipo de sustituciones, y que no encontraremos de metal. Normalmente, con el metal tan solo encontraremos las piezas originales, mientras que las carcasas de plástico son mucho más fáciles de encontrar por fabricantes que no son los originales.

Elegir entre un smartphone fabricado con metal o no dependerá de cada usuario. Tanto el uso que haga un usuario del smartphone, como su opinión sobre qué material le parece que queda mejor, serán lo que determinarán qué smartphone comprar. No obstante, debemos evitar caer en el error de que un terminal de metal es mejor que uno de plástico, pues en realidad, no tendría por qué ser así.