Qué es SMSC y para qué sirve

La mensajería en los teléfonos móviles ha ido cambiando de forma notable con el paso de los años. Durante años fueron los SMS la forma en la que poder estar en contacto con otras personas de una forma rápida. Mensajes que podíamos enviar por poco dinero, o incluso gratis en algunos casos, pero que han ido dejando paso a otras opciones, como las aplicaciones de mensajería instantánea (WhatsApp, Telegram o Signal, por ejemplo).

Esto ha supuesto que las operadoras pierdan una fuente de ingresos. Pese a sus intentos por revivir estos mensajes, los usuarios siguen apostando por apps como WhatsApp, que son más rápidas y dan muchas más opciones. Aunque se siguen usando los mensajes de SMS, que funcionan mediante SMSC. ¿Qué es SMSC? A continuación os contamos todo sobre este concepto y su importancia, así como las limitaciones que tienen los SMS, que han contribuido a esa caída en su uso.

Ya que en cuestión de unos años, los SMS han pasado de ser la principal forma de comunicación inmediata a ser algo que tiene un uso residual en todo el mundo. Pese a que las operadoras y Google llevan un tiempo buscando revivirlos, también con una nueva tecnología propia, que posiblemente os suene.

Qué es SMSC y cómo funciona

Que es SMSC

Como os podéis imaginar cuándo os cuestionáis qué es SMSC, nos encontramos ante unas siglas. SMSC son las siglas de Short Message Service Center, que si lo traducimos al castellano significa el Centro de Servicio de Mensajes Cortos. Este es el centro neurálgico de los mensajes de texto. La función del mismo es la de enviar y recibir esos mensajes de texto, los mensajes de SMS. Son los encargados de la distribución de estos mensajes entre los dispositivos.

La labor de este centro es por tanto de gran importancia. Ya que el SMSC recibe los mensajes de texto que los remitentes han enviado y los deja pasar antes de que lleguen a su destinatario final. Es decir, funcionan como si fuera un servidor, que se encarga de distribuir esos mensajes de texto. Además, lo hacen sin que importe de a qué número se mandan o la operadora a la que pertenecen. Antes de enviar ese mensaje, este centro va a averiguar si el dispositivo destinatario tiene cobertura en ese momento (señal móvil), para que vaya a poder recibir ese mensaje. Sino tiene, se esperará hasta que tenga para enviar el mensaje.

En los casos en los que el destinatario tenga cobertura, ese mensaje de texto va a llegar al instante al teléfono. En el caso contrario, si en ese momento no está conectado a la red, se va a almacenar este mensaje durante un tiempo, hasta que se conecte el teléfono a la red de nuevo. El tiempo que dicho mensaje queda almacenado es algo variable, en gran parte depende de las operadoras. Pero si pasa demasiado tiempo (o más tiempo del establecido por la operadora en cuestión) se tendrá que volver a enviar el mensaje, porque el primer intento ha fallado.

El SMSC es por tanto el encargado de que estos mensajes lleguen a su destino. Si nosotros como usuarios queremos que un mensaje de texto que mandamos se vaya a entregar, debemos tener una función activada en el teléfono. En las opciones de configuración de los SMS tenemos que activar el mensaje de entrega / recepción. Aunque esta es una opción que no nos va a confirmar si esa persona ha recibido el mensaje, algo que no es posible en los mensajes de SMS, como sí ocurre en las apps de mensajería instantánea.

SMS

SMS

Los SMS son mensajes de texto que llevan ya muchos años con nosotros. SMS son las siglas de (Short Message Service), que podemos traducir como el servicio de mensajes cortos. La idea detrás de estos mensajes es que sean cortos, que sea algo breve. Esto queda claro si tenemos en cuenta que el máximo número de caracteres en los mismos es de 160. Por lo que tenemos una clara limitación a la hora de redactar un mensaje de texto, porque no debe superar ese número.

Los mensajes de texto, pueden contener un máximo de 140 bytes (que no caracteres). Esto es algo de importancia, porque dependiendo del tipo de caracteres que se usen, el máximo permitido de los mismos va a variar. En lugar de esos 160 que hemos mencionado, puede que en algunos casos se vaya a quedar en 70 caracteres. Esto supone una limitación aún más notable para muchos.

Para el límite máximo de 160 caracteres se utiliza la codificación de caracteres de 7 bits, que es la codificación adecuada para el uso con caracteres latinos. Sin embargo, si se utilizan caracteres que no son latinos, pensad en alfabetos como chino, japonés, árabe o cirílico, el número máximo cambia entonces. En este caso pasa a ser de 70 caracteres, como hemos mencionado, por lo que se limita notablemente las opciones que se tienen a la hora de mandar un SMS.

SMS

De hecho, una de las principales limitaciones de la tecnología SMS es que la cantidad de datos que puede transportar es algo muy limitado. Una solución que en su día se aplicó fueron los llamados SMS largos, que posiblemente suene a muchos de vosotros. La idea era que el remitente de ese mensaje iba a poder escribir todo lo que quisiera decir en su mensaje de texto, sin tener en cuenta si este mensaje ocupa más de 160 caracteres. Una vez el mensaje está listo, pulsar en enviar y el dispositivo se encarga entonces de contar esos caracteres y en caso de que sean más de 160, el mensaje se va a dividir en bloques, en varios envíos. Sin embargo, el receptor va a recibir solo un mensaje, donde se encuentran todos los SMS que ese emisor ha creado y mandado previamente.

Otra de las claras limitaciones es que en un mensaje de texto podemos mandar solo eso, texto. No es posible añadir otros contenidos, como contenido multimedia (fotos, vídeos) u otros tipos de archivos en los mismos. Es por ello que se introdujeron los EMS como solución. Los EMS son las siglas de Enhanced Messaging Service, aunque algunas operadoras lo bautizaron como MMS, que es el nombre que va a sonar a la mayoría de usuarios en España. Es una especie de extensión de los SMS, donde se permitía añadir fotos, así como se permitía modificar la letra, hacer que fuera negrita, por ejemplo.

Pese a los intentos, estos EMS o MMS nunca fueron especialmente populares a nivel mundial. Uno de los problemas a los que se enfrentaron en su día era su elevado precio de envío, que hizo que muchos usuarios no los mandaran, ya que en esa época donde era habitual tener una tarifa prepago, suponía un gasto excesivo para los usuarios. Su uso fue residual durante años y poco a poco fueron desapareciendo del mercado, ante el avance de otras alternativas.

Los RCS como sustitutos de SMS

RCS Google

Desde hace años que el uso de los SMS ha caído de forma notable. El avance de aplicaciones de mensajería instantánea como WhatsApp ha hecho que los usuarios apuesten por este tipo de apps. Son gratuitas y se pueden enviar mensajes y obtener respuesta de forma instantánea, además de poder mandar todo tipo de archivos en los mismos. Ante esto, Google decidió hace un tiempo desarrollar una tecnología con la que competir con estas aplicaciones.

Esta tecnología es RCS, unas siglas que posiblemente os suene. RCS son las siglas de Rich Communication Service, servicio de comunicación enriquecido. Es una tecnología que Google lleva desarrollando desde 2016 y que se ve como una especie de evolución de los SMS, si bien van a funcionar de una forma algo diferente. Esta tecnología permite a los usuarios enviar cualquier tipo de contenido (texto, imágenes, vídeos…) a través del operador, sin depender de una aplicación ni de una conexión a Internet para ello. Una opción con la que competir con esas apps de mensajería que sí dependen de una conexión a Internet.

Esta tecnología se ha ido lanzando ya en muchos mercados. Google ha colaborado a lo largo de los años con muchas marcas y operadoras, pero finalmente no quisieron esperar a que otros se pusieran de acuerdo y la han hecho ya algo oficial en muchos países. Es una tecnología que se integra en su app, Mensajes de Google, una app que millones de usuarios tienen instalada en sus teléfonos Android. Por lo que se hace accesible a muchos usuarios en el sistema operativo, al ser una app disponible ya en los teléfonos.

Esto evita tener que instalar apps de terceros para enviar un mensaje donde haya tanto texto como un archivo. Además, no se va a depender de una conexión a Internet para mandar esto, de modo que los usuarios en todo el mundo podrán hacer uso de esta tecnología gracias a ello. Pese a los muchos intentos de Google, de momento no es el sustituto natural de los SMS, ni está siendo un competidor para las apps de mensajería instantáneas como WhatsApp o Telegram.