Cuando grandes compañías como Samsung o Sony anuncian un nuevo producto, en muchas ocasiones no sabemos qué mejoras ofrece su SoC y su procesador con respecto a modelos anteriores. Normalmente se opta por los Qualcomm Snapdragon 800 y 801, un hardware de alta calidad que es variado y actualizado continuamente. ¿Qué diferencias existen entre unos y otros?
El Samsung Galaxy S5 utiliza un Snapdragon 801 MSM8974AC, es decir, el tope de gama, mientras que el Xperia Z2 hace uso de un Snapdragon 801 MSM8974AB, un SoC semejante al que utiliza, por ejemplo, el Galaxy Round (Snapdragon 800 MSM8974). Según parece, Qualcomm decidió justo antes del lanzamiento del terminal de Sony, crear una revisión de este último modelo y elevarlo hasta la serie 801. Esto nos hace preguntarnos cuál es la diferencia entre todo este hardware, sobre todo teniendo en cuenta que en un período bastante corto de tiempo hemos visto 3 modelos similares en smartphones lanzados casi a al mismo tiempo.
Como podéis ver en la tabla, tanto los SoCs Snapdragon 800 como los 801 cuentan con una CPU Krait 400 y una GPU Adreno 330, siendo su principal diferencia la velocidad del reloj, con un aumento del 8% en el caso de la CPU y de un 22% ó 28% en la GPU. Eso sí, los SoCs siguen utilizando la misma memoria base LPDDR3, aunque su velocidad también ha sido mejorada, permitiendo así que el Snapdragon 800 MSM8974AB y el Snapdragon 801 pueda codificar vídeo con una resolución de 2160p.
Ahora bien, ¿qué ventajas nos aporta todo ello en el rendimiento de nuestro teléfono? Por ejemplo, el SoC presente en el Xperia Z2 se colocaría en un grupo intermedio cercano a la CPU más potente, integrada en el Galaxy S5, y el Snapdragon 800, ya que cuenta con una GPU actualizada. Obviamente, todos estos modelos son muy superiores al ya “pasado de moda” Snapdragon 600, pero lo que nos queda claro es que Qualcomm ha decidido lanzar nuevos SoCs siendo en realidad versiones potenciadas de los ya existentes, algo que fabricantes como éste o Mediatek utilizan como reclamo a la hora conseguir estar presentes en los mejores smartphones.
Tal vez la razón principal que se esconde detrás de todas estas revisiones sea el ofrecer algo “nuevo” en los dispositivos lanzados en 2014, evitando el uso de procesadores que ya están presentes en los terminales del pasado año, lo que no aportaría nada nuevo al mercado. No obstante, para muchos usuarios, un aumento de 200 MHz en la velocidad de reloj puede resultar más que interesante a la hora de exprimir su smartphone.